OSASUNA. NO A LA BENEFICENCIA
Todo va de dinero. En su momento me sorprendí del cambio de nombre del estadio del Sadar a Reyno de Navarra. Fue una sorpresa "emotiva", el Sadar era el nombre tradicional, que hasta lo usaba Alejandro Llano para explicarnos filosofía del lenguaje, "hay patos en el río Sadar". No había ni uno. A raíz de la corrupción denunciada por Europa en el fútbol español, que el nombre Reyno de Navarra se debía a un millón y medio de euros anuales que daba el gobierno de Navarra a Osasuna. ¿Para defender a Navarra de la "basquización"? El 31 de este mes vuelve a llamarse Sadar, como hasta 2005. Resulta que el fútbol además de droga heredada de la dictadura para frenar al pueblo, es lugar de negocios turbios en los palcos: constructores, políticos, dueños de los clubs se encuentran para disfrutar del ¿espectáculo? y hacer pingües negocios. Qué país de avispados.´