Pao Ugaz y la carta de León

Por lo menos hablan de vosotros en el Vaticano y prensa internacional, aunque no en el Perú. En efecto, las sinergias son importantes entre personas honradas y jerarcas deseosos de limpiar lo sucio.

Es un espejo en que mirarse: la intervención vaticana no ha bastado, religiosamente no existen, pero empresarialmente y financieramente sí, y siguen dando lata a los periodistas también en los juzgados. Incluido Bertomeu.

En la novela galdosiana "La familia de León Roch" (1878) se refleja cómo la excesiva piedad y oraciones, ejercicios variados de catolicismo y religiosidad que adornaban a las chicas bien que fueron nuestras  bisabuelas puede llegar a estropear un matrimonio. La protagonista se casa con León que es ateo pero respetuoso de la religión, ella se empeña de acuerdo con su director espiritual y su piadosa y catoliquísima familia en convertir al marido.

 Un gran cuadro de la función deletérea de las oraciones y prácticas vanas que ensoberbecen y llevan a la persona a creerse mejor que los "que no rezan", cuando en realidad la calidad moral y la honradez en la vida corriente de los piadosos dejan mucho que desear.

Qué pintura de la psicología del rezador, algo de eso teníamos con las abundantes prácticas piadosas diarias y según la época del año se añadían oraciones. 

El trisagio angélico, o himno Atanasiano con motivo del triduo de la Trinidad, me pongo a buscarlo y me sale su página, curioso, ¿nadie más lo usa? El Decenario al Espíritu Santo, 10 días antes de Pentecostés, meditando sobre los dones del Espíritu. Más las Bendiciones Solemnes en esas fechas señaladas que se suceden una vez pasada Resurrección. Todo esto pertenece al acervo social, a los memes transmitidos, lo mismo que los genes tienen la información biológica que nos viene de los ancestros, entre los memes sociales aquí había muchas oraciones.

Con eso nos alienaban. Y empequeñecían, puesto que a las prácticas de piedad se unía el desprecio sordo a lo "intelectual" y el desviar la conversación si en algún momento surgía un tema más serio que no fuera el apostolado y diversidad de anécdotas superficiales de la vida.

 Es de notar que numes profes de uni había que no vivían en los centros, habían huido de la desquiciante vida de familia. En esta ciudad, una profe de historia que no pisaba el centro más que para el círculo semanal y a todo correr, porque de pisar un centro tenía que ser el de Granada como poco, no teníamos categoría suficiente. La típica que iba a su aire descaradamente. No la traté gran cosa y no sé cómo se organizaba nivel sueldo p.e ¿lo entregaba?

Asombrosa la capacidad novelística de autores anticlericales para penetrar en estas mentalidades que les eran ajenas.

Era proverbial la influencia de los curas en sus  dirigidas y por tanto en sus matrimonios, para bien y para mal, en esta novela al principio para mal.

Le dice la piadosísima mujer al marido:

 "¿quieres que yo reniegue de Dios y de su Iglesia, que me haga racionalista como tú; que lea en tus perversos libros llenos de mentiras; que crea en eso de los monos, en eso de la materia, en eso de la Naturaleza-Dios, en eso de la Nada-Dios, en esas tus herejías horribles? Felizmente he podido salvarme de caer en esos abismos. Soy piadosa, creo todo lo que debo creer y practico el culto con asiduidad, con prolijidad, porque es el medio mejor para sostener viva la fe y no dar entrada en el entendimiento a ninguna falsa doctrina. ¡Que frecuento demasiado la iglesia!...¡Que cumplo muy a menudo los preceptos más santos!...¡Que celebro funciones espléndidas!....¡Que oigo todos los días la palabra de Dios!...¡Que rezo de noche y de día!...Esta es la cantinela ¿no es verdad? Ya sé que paso por beata. Pues bien: todo tiene su razón en el mundo. ¿Crees tú que yo me abrazaría tan fuerte a la Cruz si no estuviera casada contigo, es decir, con un ateo; si no estuviera, como estoy en peligro de ser contaminada de tu doctrina por el trato diario contigo y por el mucho amor que te tengo?

No; si tú no fueras tan poco yo no sería tanto. Si tú fueras católico sincero, aunque descuidado en tus deberes, yo no sería beata: cumpliría los preceptos esenciales y nada más...."