Insultos de ayer y de hoy
Hay ocasiones en que la sensación de surrealismo que te da la vida no puede ser mayor. Resulta que en el instituto algunos alumnos crearon un blog en el que con la intención de plantear sus quejas y ejercitar la libertad de expresión ocurrió lo que suele pasar en internet, se llegó al insulto a los profesores y el blog ha sido cerrado además de los alumnos responsables expulsados. Incluso me han dicho que el asunto llegará a los tribunales.
La curiosidad es que por supuesto que yo también salgo en ese blog. Soy insultada como "la loca" ¡qué extraño insulto no lo había escuchado nunca dirigido a mi persona! ¿De dónde habrá salido? ¡ay que ver estos niños...! A lo que iba.
Hay unos profesores encargados de llevar la investigación del caso y como insultada van y me preguntan que qué opino del insulto, que si me importa poco, mucho o regular, y yo procuro que no se me abra la boca en estos casos pero me siento extraña.
De manera que hace no tanto tiempo cuando se me hizo la vida imposible en el instituto por las barbaridades que se hablaron, no entre alumnos sino entre las personas que trabajan conmigo, cuando incluso tuve el honor de que se hiciera un claustro como mi persona como único asunto del día, y tuve el honor de que en ese claustro se votara una carta que se llevó al periódico, y que se envió a todos los centros educativos de Jaén sobre mi persona, cuando se me retuvo el sueldo varios meses, cuando incluso se me quitó dinero por haberme cogido los días correspondientes al fallecimiento de mi madre, y cuando ¿qué más? no sigo no merece la pena... entonces nadie me preguntó ¿cómo te sientes? ¿qué tal te sienta lo que está pasando? No claro, todo aquello eran, no sé, "exigencias del guión" o algo así, cosas inevitables que pasan. No mejor, es que había "quien tenía que cumplir la ley", como se me llegó a decir.
Sí me dolió entonces, no ahora, darme cuenta de que el opus dei, la institución en la que había entregado mi vida con toda la rectitud y emoción se dedicara a llamarme loca a los cuatro vientos. Claro que me dolió que se entendieran con mis enemigos laborales a mis espaldas. Y ni te digo lo que me dolió que incluso mi hermano se apuntara al carro de los que insultaban. Todo aquello claro que dolió. Así que ahora, a estas alturas y con la que me cayó encima ¿qué me importa a mí que un crío de 15 años ponga en su blog que soy una loca? vaya una novedad, alguien que ni conozco.
También en ese blog decía algún alumno que a Ana Azanza se le ha hecho la vida imposible en el instituto y que ahí estoy resistiendo. Pero eso curiosamente a mis compañeros investigadores del caso no les ha llamado la atención ni les ha importado. Será que no han llegado todavía a esa parte... A lo mejor me lo comentan mañana, Ana que eres una impaciente...
Ana Azanza
La curiosidad es que por supuesto que yo también salgo en ese blog. Soy insultada como "la loca" ¡qué extraño insulto no lo había escuchado nunca dirigido a mi persona! ¿De dónde habrá salido? ¡ay que ver estos niños...! A lo que iba.
Hay unos profesores encargados de llevar la investigación del caso y como insultada van y me preguntan que qué opino del insulto, que si me importa poco, mucho o regular, y yo procuro que no se me abra la boca en estos casos pero me siento extraña.
De manera que hace no tanto tiempo cuando se me hizo la vida imposible en el instituto por las barbaridades que se hablaron, no entre alumnos sino entre las personas que trabajan conmigo, cuando incluso tuve el honor de que se hiciera un claustro como mi persona como único asunto del día, y tuve el honor de que en ese claustro se votara una carta que se llevó al periódico, y que se envió a todos los centros educativos de Jaén sobre mi persona, cuando se me retuvo el sueldo varios meses, cuando incluso se me quitó dinero por haberme cogido los días correspondientes al fallecimiento de mi madre, y cuando ¿qué más? no sigo no merece la pena... entonces nadie me preguntó ¿cómo te sientes? ¿qué tal te sienta lo que está pasando? No claro, todo aquello eran, no sé, "exigencias del guión" o algo así, cosas inevitables que pasan. No mejor, es que había "quien tenía que cumplir la ley", como se me llegó a decir.
Sí me dolió entonces, no ahora, darme cuenta de que el opus dei, la institución en la que había entregado mi vida con toda la rectitud y emoción se dedicara a llamarme loca a los cuatro vientos. Claro que me dolió que se entendieran con mis enemigos laborales a mis espaldas. Y ni te digo lo que me dolió que incluso mi hermano se apuntara al carro de los que insultaban. Todo aquello claro que dolió. Así que ahora, a estas alturas y con la que me cayó encima ¿qué me importa a mí que un crío de 15 años ponga en su blog que soy una loca? vaya una novedad, alguien que ni conozco.
También en ese blog decía algún alumno que a Ana Azanza se le ha hecho la vida imposible en el instituto y que ahí estoy resistiendo. Pero eso curiosamente a mis compañeros investigadores del caso no les ha llamado la atención ni les ha importado. Será que no han llegado todavía a esa parte... A lo mejor me lo comentan mañana, Ana que eres una impaciente...
Ana Azanza
Comentarios
Aunque vivimos en distintas ciudades, yo soy de Valencia, estoy contigo en la distancia, se por lo que pasastes, pero a mi del Opus Dei me ha quedado una piedad muy recia y profunda, y ahora que ha pasado Semana Santa y he rezado tanto el Via Crucis (nuestras vidas tienen mucho de Pasión que unido al sufrimiento de Jesus nos hacemos corredentores) mi consejo es que sufras y calles (como Jesus) y asi sellaras las mala lenguas y pensar que todo tu dolor no es inutil.
Con cariño
Maria
javiera
Yo ni loca te diría que sufras y calles. Que perdones y que no sufras sí. Callar es complicidad. Callar es delito. Yo por eso tampoco me puedo callar y veo difícil que alguien me convenza de ello.
Un fuerte abrazo y espero no volverme a perder.
Un beso de tu alumna.
GRACIAS
un saludo y espero que no puedan con usted, ni con el futuro de nuestros hijos