JUAN PABLO I. CIBELES CATWALK
Recordando a un Papa muy querido por aquí, en 1978 llegó a un auténtico nido de víboras, rodeado de enemigos, muy solo, el que está en la cumbre del poder, el que menos manda. Juan Pablo II, su sucesor, le robó el nombre y no quiso investigar echó la llave y viajó. De "picos pardos por el mundo", dice Luis Bravo que tenía miedo de quedarse demasiado tiempo en el Vaticano, por lo que pudiera pasar.