No pienso dejarlo estar
Justamente es lo que el opus se ha equivocado conmigo, y lo único que lamento es no haberme dado cuenta antes, para haber sido libre antes, haber empezado a vivir antes.
Esa es mi pena que he desperdiciado media vida en una cárcel, y que no tuve absolutamente nadie a quien agarrarme para poder salir de ahí durante todo ese tiempo.
Respecto a las voces del pasado, no os molestéis, todo el mundo en Pamplona sabe de mí por mi hermano y por el opus dei. Así que soy bien consciente de lo que se dijo, se hizo, y nadie de mis conocidos se interesó, me defendió, hizo algo. Agua pasada no mueve molino.
No soy una demente como pretende el opus dei, y lo doloroso fue que mucha gente sabiéndolo cerró el pico cuando lo tenía que haber abierto. De forma que cada uno a lo nuestro y dejémonos de remover las cosas que ya no tienen solución.
Prevenir que otras personas sean engañadas, eso sí tiene sentido.
Ana Azanza
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