Discusiones de ex
Por aquí es muy raro tanta lluvia y tanta nieve semanas seguidas. Parece que estemos en el norte, aunque el carácter de la gente que me rodea y la no presencia agobiante opusiana me recuerda que no vivo en Pamplona.
Las cosas hay que hablarlas si queremos llegar a algo.
Los que deberían de decir "hacemos cosas repugnantes" no somos los que estamos fuera, sino los que están dentro hoy, ahora, a 8 de marzo, día de la mujer de 2010. Porque siguen conscientemente en su empeño.
Escribí un libro por necesidad también de autoaclaración. Pero no sólo escribí, también actué, me alejé de ese mundo y no permito que nadie dirija mi existencia. Si me equivoco soy yo la que lo hago, si acierto también es mío el mérito.
Durante toda mi adolescencia y mi juventud las cosas no fueron así.
Hoy sé que en mi vida anterior al opus había factores abundantes para esta catástrofe que es perder la libertad tan joven, vender tu conciencia sin darte ni cuenta. Porque todo tu entorno es favorable.
Una vez dentro, y sobre todo si eres numeraria, está claro que las directoras "te ponen a prueba". Examinan con mucho cuidado hasta donde se puede llegar contigo. Qué tipo de misiones se te pueden encomendar. Y conmigo comprobaron por mis características, que siendo muy ingenua y muy niña, sorprendentemente, no había manera. Ana Azanza era difícil.
Tenía talento, pero no el que a ellos les viene bien. No había forma de doblegarme. No causaba mayores problemas que tener que salir al paso de lo poco que veía para dorarme la realidad y que la aceptara con la distorsión que a ellas les viene bien. Así que dijeron que mi problema era de "soberbia". Y dale que te pego con la soberbia, que traducido al lenguaje natural significa: "no podemos doblegarla".
De forma y manera que no me podían dar trabajos de responsabilidad. Me tenían en tareas inferiores, lejos del poder. Incluso en algún consejo local pero "al margen". Soy muy consciente de que he sido subdirectora de un centro de numerarias mayores en dos ocasiones de una manera muy rara: no llevaba las charlas fraternas de las numerarias. No valía para manejar a la gente "porque no me enteraba". No estaba capacitada para torturar, mintiendo, engañando, diciéndole a quien no está enferma que lo está y cosas así. O mandando al médico a alguien porque es la consigna.
Todo eso es repugnante, y se hace. Se sigue haciendo. Lo he vivido y por eso lo cuento. Pero no tenía ni idea de que se llegaba a ello, de que había médicos psiquiatras al servicio de la nomenclatura opusiana. Ni idea. Tuve que probar esa medicina para enterarme, ¡después de 20 años dentro!
Era muy muy ignorante de todo. También de la vida, había sido criada entre algodones, en mi familia con muy poca por no decir ninguna libertad. Sin experiencia ninguna más que del colegio y el instituto, o sea nada, salí de una cárcel a otra cárcel. Esta segunda cárcel era de alta seguridad. La cárcel modelo.
Tampoco sabía que se espiaban las conversaciones telefónicas hasta que me lo hicieron a mí y lo entendí con gran dolor de mi corazón. No sabía con 18 años que por mucho que maria Isabel Alvira, numeraria a la que yo consideraba santa y perfecta, fuera la directora, no tenía derecho a leerme las cartas de mi madre ni a decirme lo que tenía que contestarle. No tenía ni idea de que eso son delitos del código penal: violación de la correspodencia, que no podemos ni debemos renunciar a ello porque no se puede ir en contra de la propia intimidad. Acepté esa manipulación, todo estaba santificado por la iglesia, aprobado y bendecido.
Pero a mi jamás me dieron el encargo de leer cartas y de orientar a las que las recibían sobre qué contestar... marranada de la que me ví libre.
Tampoco hasta hace muy poco tenía ni idea de que cuando se ha decidido que una muchacha se haga numeraria se utiliza a curas para ir a decirle a su noviete que deje de llamarla "bajo pena de pecado". Y muchas otras vilezas en las que intervienen incluso las propias madres como se ve en la película Camino.
Me rebelo contra todo ello como veo que no sois capaces de hacer muchos que lo habéis sufrido como yo.
Te ves metida en un engranaje sin comerlo ni beberlo. COn toda tu capacidad de sacrificio que por educación llevas, con toda la fe que también por crianza te han dado tus padres, con la mejor voluntad de este mundo, pones "a disposición de Dios" tu vida, para una misión que más alta no la puede tener otro ser humano en este mundo.
¿Quién está ahí para prevenir? ¿Quién para alertar a las familias? ¿Quién es el valiente que se atreve a contar la verdad caiga quien caiga? ¿Quién con peso y autoridad ha hecho una llamada de atención sobre los peligros del opus? absolutamente nadie. El cardenal Hume y casi pidiendo perdón por ello.
En general en España sobran grandes predicadores que basta darse la vuelta para ver que están haciendo lo contrario de lo que predican.
Pero en esta cuestión esta incoherencia es si cabe más sangrante.
A día de hoy todavía tengo que aguantar que gente con la mejor voluntad del mundo, (a nadie le gusta cambiar sus opiniones ni pensar que hace falta una revolución, las cosas están muy bien como están), me suelten "no es para tanto".
¡No te fastidia! no es para tanto para tí, que no te has puesto un cilicio 20 años, ni te han dicho con 15 que se acabaron los muchachos, ni te han manipulado y mentido, ni te han apartado de tu familia, ni te han cambiado de casa cuando les da la gana, ni se han quedado con tu sueldo ni, ni, ni, ni....
Claro que no es para tanto cuando no se ha pasado por todo ello. Pero ha pasado, y para que la gente lo sepa hay que "jartarse" de contarlo.
Además de que pertenecer al opus fue una zancadilla profesional de mucho cuidado. Esto son puntos que tengo a día de hoy a mi favor. Siendo de Pamplona y no tonta, jamás trabajé ni en la universidad ni en los colegios Opus. No hubo trabajo para mí remunerado en el Opus, ni fama, ni absolutamente ninguna ventaja profesional. Me ponían a cuidar viejas locas y a dar clases internas, por las que ni se cobra ni figuran el curriculo. Como era feliz con la felicidad del tonto, estaba encantada de ser útil a "la obra de Dios."
Hoy me alegro de ello mil veces porque puedo mostrar ante la sociedad que es cierto: no adherí para que me colocaran.
Adherí engañada.
Es una ventaja que tengo frente a otras muchas y muchos ex que no pueden decir lo mismo, a día de hoy les deben su sueldo y la vida que llevan.
Yo no.
Por eso no se puede generalizar en esta cuestión de "todos somos culpables".
¡Y un cuerno!
Tendré poco comparado con otros ex, pero hasta el último céntimo me lo he ganado por méritos propios. En contra del opus incluso. Y eso no toda la gente que sale lo puede decir.
Muy pocos están dispuestos a correr los riesgos que yo corrí siendo sincera y clara en mi denuncia.
Isabel C. está harta de comprobar la poca valentía que caracteriza al gremio ex opus, porque una vida en el "autoanulamiento" constante deja su huella.
Comentarios
No me siento con obligación de ir a misa, por ejemplo (una misa que impone una jerarquía que decide que los abusos cometidos por el Marcial Maciel, pueden quedar impunes porque "es amigo"). Anda ya...
Pero sí siento, puesto que ninguna sociedad sale gratis, que existe un deber de ciudadano que debería ser tan importante como fueron v/otros deberes.
Se me ocurre, lo peligroso que es que haya médicos, profesores en institutos, cargos públicos, incluso funcionarios rasos... que tienen acceso a nuestros datos, pueden transmitir información e incluso hacernos una faena porque tienen voto, contrato, compromiso... o como queráis llamar a "ese tipo de obediencia que imponen las sectas".
Los que no hemos sido del Opus, ni siquiera sabemos distinguirlos como sabéis hacerlo vosotros, por algún que otro detalle. Ni conocemos lo que son capaces de llegar a hacer con nosotros.
Conocéis que existe trasiego de información, ficheros, captación de menores, las técnicas y tácticas que os aconsejam utilizar, "los premios" que dan por captaciones y por hacer favores.
Creo que si se denunciara lo que os hicieron y lo que os pidieron que hiciérais con los de dentro y con los de fuera, se podrían buscar fórmulas para paliar la indefensión en la que estamos todos.
En el post anterior, ha salido más o menos "verdugos hemos sido todos" (no voy a entrar en quienes fueron o no fueron, pero perdón, los que calláis, lo seguís siendo y cuando no denunciáis los zarpazos que os han mandado dar a los de fuera, más todavía).
Esta sociedad, a la que os habéis mudado voluntariamente, no culpabiliza a quienes han sido captados por sectas, está encantada de que volváis e incluso se preocupa en poner medios para ayudar en el desenganche, aunque la mitad no vayamos a misa, no sigamos las instrucciones de la iglesia ni tengamos "formación".
En general, sólo pensáis en el daño que os han hecho a vosotros y en el que se sigue haciendo a los de dentro, pero... y a los de fuera??.
Os importáis vosotros y queréis arreglar al Opus a v/medida. Que sean más suaves con las normas, que no violen secretos de intimidad, que no impongan dirección espiritual y confesor colegiado... demandas fácilmente subsanables no cumpliendo las normas y dejando de hacer confidencias.
Estoy esperando oír que pidáis que desaparezcan del programa las captaciones, que cese el tráfico de influencias, que no haya que obedecer cuando se trata de posible perjuicio para los de fuera...
Es decir, a ver si me explico bien, si yo tuviese una fe increíble y desease formar parte de la Iglesia no me metería a numeraria del Opus, me hacía monja directamente ¿no? No sé, siempre he visto eso de numerario del Opus como un eufemismo horrible, o eres monja o eres seglar, pero esa cosa rara de numeraria no la capto.
Desde luego en las veces que te leo hay cosas que me dan mucha grima y por otra parte, he comprobado cómo algunas personas de eso (sea lo que sea el OD) son unos completos enfermos mentales, con doble personalidad y conductas muy extrañas. Y lo peor es que están requetebien colocados en puestos cojonudos y riéndose del mundo. Mi madre, católica pero no de la obra (segun ella la intentaron pillar más de una vez pero vieron que ella pasaba de ese rollo) siempre me insiste en que qué mala fama tienen pero ¡qué bien están todos colocados, coño!
En fin, ahora creo que todo el lobby ultraderechista está regido por ellos (véase Intereconomia, Hazteoir, etc) así que siento decirte que su poder está muy lejos de extinguirse, algo bueno tendrán que ahí siguen dando guerra. Y lo que no me gusta es que si no estás con ellos, te conviertes en un rojiprogre, un extremo o el otro, cuando la virtud está en el término medio.
Un abrazo de una creyente no fanática.
Sencillamente impresionante tu memoria y tu capacidad descriptiva.
La verdad que me indentifico mucho con tu vida, con tu forma de ser.
Esa necesidad de autoaclaración me lleva a leer no sólo tu libro sino los escritos de la web opuslibros.
Yo no me enteré de nada y estuve 12 años dentro. Por supuesto que a mí tampoco consiguieron doblegarme. Pero sí "atontarme", anular mi capacidad crítica.
Para mí todo era de Dios, no veía doblez ni engaño y las directoras eran santas y perfectas.
Claro que no existía internet y nadie te podía quitar la venda de los ojos. Mis padres supernumerarios, los primeros ingenuos y confiados, les quitaron a seis hijos.
Todos nos hemos sido saliendo. Algunos todavía no saben dónde estuvieron y siguen defendiendo lo indefendible. Es un largo proceso. Tu lo sabes Ana. No todos despertamos a la vida como lo has hecho tu.
Yo sé que algún día daré el paso, saldré del anonimato y haré lo que esté en mi mano para alertar de los peligros del opus dei.
De momento estoy tratando de despertar la conciencia de los que tengo más cerca, mi propia familia, y te aseguro que no es tarea fácil.
Gracias por tu blog.
El mensaje es "tu pisoteo no me importa ni siquiera un poquito, no lo siento pq no tienes importancia para mí".
gracias Ana por la página.
Si coges un palo y pasas por una calle apaleando, que no te detengas a comprobar el daño de los que van cayendo, no quiere decir que no sepas que pasas por allí haciendo daño).
Al día siguiente te los encuentras escayolados o en silla de ruedas y actúas como si no hubiese pasado nada (no sé si he pillado lo que querías decir; esa forma "de hacer" de los directores no recuerdo haberla leído ni oído nunca, sí la he vivido de unos opus, pero no pensaba que fuese general en el cargo de dtor.).
He dicho "conducta aprendida" porque no sé si a los directores les dicen actuar así, conviene por esto y se consigue lo otro o, al ver como actúan y el resultado, los subdirectores aprenden (consciencia/conscientes... más o menos lo mismo unos que otros).
¿Cómo se dice a quien no escucha...? No sé, pero en función de lo que le quede dentro (la gente se vacía), las circunstancias que se den y las posibilidades que tú tengas, creo que sería mejor una fórmula u otra de las pocas q pueden existir.
Haz como mejor creas. No te sientas responsable si no aciertas. No tienes obligación de ser adivina, pero sí de hacerte fuerte, aunque tengas que vaciarte un poquito.
Un beso.