Los extremos se tocan
Indignidad saber de la política de desaparecidos y no hacerlo público. Los obispos argentinos hablaban amigablemente con el general Videla, también de sacerdotes desaparecidos. ¿Se conformaban con las explicaciones que no les daban?
Ante la defensa que hace Ocáriz del concilio Vaticano II en las páginas de l'Osservatore romano me ha dado por mirar hacia atrás. La oposición al concilio de hace 40 años que fue la línea del Opus Dei se ha transformado en una defensa y hasta exigencia de juramento de lealtad al mismo concilio para poder formar parte de la iglesia católica. La oposición del Opus fue una oposición distinta, no manifiesta a lo Lefebvre. Se trataba de poner zancadillas a los obispos españoles que querían implementar la renovación. Continuaré con la serie en opuslibros.org.
Me llama la atención que el modus operandi con los grandes y con los chicos es siempre el mismo, la inesperada puñalada por la espalda. Cuando más feliz te ves llega el Opus Dei con la rebaja. Le pasó a Tarancón. Lo pusieron nervioso, otra constante opusina que también afectó al cardenal español: le hicieron daño apoyándose en personas de confianza. Alguien del entorno que por rencillas, envidias, amor propio herido, está dispuesto a jugártela. Aunque sea jugártela "por tu bien".
Pero ¿Es el concilio en sí mismo propiamente dicho el quid de la cuestión? hace años no les gustaba y ahora son sus defensores.
John Allen, que del Opus Dei no se graduó, está bien informado sobre los últimos movimientos que tienen lugar en Roma y Suiza, en la sede de la Fraternidad San Pío X.
http://ncronline.org/news/vatican/cold-feet-match-between-rome-and-lefebvrists
El 7 de abril los tres obispos que Lefebvre ordenó en 1988, momento de la ruptura definitiva, comunicaron a Fellay, superior de la fraternidad de san Pío X que es imposible unirse a Roma porque las autoridades romanas se separaron de la verdad católica. ¿Cuándo se separaron? ¿en el momento en que Lefebvre lo decidió? me pregunto.
Fellay intentó hacerles ver que Benedicto está haciendo un gran esfuerzo por volver por el buen camino, se está ganando enemigos dentro del Vaticano, son muchos los que no ven con buenos ojos las molestias de la reintegración. Y además ¡qué visión tan oscura!, les dice Fellay que dejen de ver enemigos por todas partes y confíen en la gracia. "El papa sabe que hubiera sido más fácil dejar las cosas como estaban".
Otro lefebvriano, de Cacqueray, añade que las consecuencias calamitosas de la nueva religión desplegada en la iglesia desde hace 50 años se deben a Vaticano II. Las novedades introducidas por el concilio deben rechazarse cual plaga. Vamos que los lefebvrianos entre sí y a cuenta de los esfuerzos del papa alemán están a punto de partir peras.
Pero ¿qué pasa en Roma mientras tanto?, "voces influyentes alrededor del Papa insisten en que no se puede llegar a un acuerdo al precio de abandonar Vaticano II."
Concretamente los hijos del fidelísimo hijo de la iglesia que fuera Escivá han organizado un congreso los días 3 y 4 de mayo en la universidad de la santa Cruz para celebrar los 50 años de su "no participación" en los debates esenciales de la magna asamblea. (Discutir sobre prelaturas no es esencial se pongan como se pongan.)
Y un historiador de la iglesia ha insistido en que es vinculante adherirse al concilio para entrar en la comunión de la iglesia católica. Grohe ha sugerido una "profesión de fe" que incluya las enseñanzas del concilio Vaticano II para cualquiera que quiera entrar.
Es para partirse, lo esencial es poner pegas, ayer al episcopado español, hoy a los de Lefebvre. Mentalidad de portero de discoteca VIP.
Hay quien sugiere que la idea que estos estrictos ortodoxos tienen es tan enamorada de sí misma que aunque Benedicto dijera que Vaticano II fue herético ni siquiera aceptarían el trato.
En las mismas jornadas, otro monseñor pata negra juez de la rota romana se expresó con más contundencia. Criticó la indulgencia con que se mira a esos grupos marginales que denunciaron la doctrina del concilio. Y expresó su esperanza de que no se alcance un acuerdo que sería una farsa, puesto que estaría acompañada de obvias reservas mentales y verbales. Poder de leer la mente que tienen algunos.
Tras tanto repentino fervor por el último concilio se extienden las sospechas. Opus Dei no quiere compartir su estatus de prelatura personal, por mucho que digan otra cosa. Cuando Alvaro del Portillo fue ordenado obispo en1991 se llegó a decir que estaría bien que hubiera otras prelaturas personales. De puertas para adentro y porqué no había ni remota posibilidad de otra prelatura personal Ahora que la hay no les gusta, pero jamás lo reconocerán en público. Así que proponen el juramento de fidelidad al concilio.
Es cierto que perdiéndose miles de católicos en otros frentes, como América latina o Europa y por motivos de más fuste es una lástima conceder tanto tiempo y energías a estos forofos de los Papas llamados Pío, dentro de san Pío X ya hubo algunos curas que se separaron y se fueron más hacia atrás y son la fraternidad de san Pío V. Los de san Pío V dicen que el último papa digno de ese nombre fue Pío XII.
Que Escrivá nombrara a san Pío X intercesor del Opus Dei y que incluso se hiciera con su reclinatorio es sintomático de los lazos que unen a los "ortodoxos" entre sí, aunque anden ahora exigiéndose juramentos de fidelidad a este o aquel concilio. Vivir para ver. Nada se está quieto. Incluso los ortodoxos cambian.
Tienen gracia estas riñas entre ortodoxos que echan en cara al protestantismo su falta de unidad.
Cardenal Vicente Enrique Tarancón (1907-1994) |
Ante la defensa que hace Ocáriz del concilio Vaticano II en las páginas de l'Osservatore romano me ha dado por mirar hacia atrás. La oposición al concilio de hace 40 años que fue la línea del Opus Dei se ha transformado en una defensa y hasta exigencia de juramento de lealtad al mismo concilio para poder formar parte de la iglesia católica. La oposición del Opus fue una oposición distinta, no manifiesta a lo Lefebvre. Se trataba de poner zancadillas a los obispos españoles que querían implementar la renovación. Continuaré con la serie en opuslibros.org.
Me llama la atención que el modus operandi con los grandes y con los chicos es siempre el mismo, la inesperada puñalada por la espalda. Cuando más feliz te ves llega el Opus Dei con la rebaja. Le pasó a Tarancón. Lo pusieron nervioso, otra constante opusina que también afectó al cardenal español: le hicieron daño apoyándose en personas de confianza. Alguien del entorno que por rencillas, envidias, amor propio herido, está dispuesto a jugártela. Aunque sea jugártela "por tu bien".
Pero ¿Es el concilio en sí mismo propiamente dicho el quid de la cuestión? hace años no les gustaba y ahora son sus defensores.
John Allen, que del Opus Dei no se graduó, está bien informado sobre los últimos movimientos que tienen lugar en Roma y Suiza, en la sede de la Fraternidad San Pío X.
http://ncronline.org/news/vatican/cold-feet-match-between-rome-and-lefebvrists
El 7 de abril los tres obispos que Lefebvre ordenó en 1988, momento de la ruptura definitiva, comunicaron a Fellay, superior de la fraternidad de san Pío X que es imposible unirse a Roma porque las autoridades romanas se separaron de la verdad católica. ¿Cuándo se separaron? ¿en el momento en que Lefebvre lo decidió? me pregunto.
Fellay intentó hacerles ver que Benedicto está haciendo un gran esfuerzo por volver por el buen camino, se está ganando enemigos dentro del Vaticano, son muchos los que no ven con buenos ojos las molestias de la reintegración. Y además ¡qué visión tan oscura!, les dice Fellay que dejen de ver enemigos por todas partes y confíen en la gracia. "El papa sabe que hubiera sido más fácil dejar las cosas como estaban".
Otro lefebvriano, de Cacqueray, añade que las consecuencias calamitosas de la nueva religión desplegada en la iglesia desde hace 50 años se deben a Vaticano II. Las novedades introducidas por el concilio deben rechazarse cual plaga. Vamos que los lefebvrianos entre sí y a cuenta de los esfuerzos del papa alemán están a punto de partir peras.
Pero ¿qué pasa en Roma mientras tanto?, "voces influyentes alrededor del Papa insisten en que no se puede llegar a un acuerdo al precio de abandonar Vaticano II."
Concretamente los hijos del fidelísimo hijo de la iglesia que fuera Escivá han organizado un congreso los días 3 y 4 de mayo en la universidad de la santa Cruz para celebrar los 50 años de su "no participación" en los debates esenciales de la magna asamblea. (Discutir sobre prelaturas no es esencial se pongan como se pongan.)
Y un historiador de la iglesia ha insistido en que es vinculante adherirse al concilio para entrar en la comunión de la iglesia católica. Grohe ha sugerido una "profesión de fe" que incluya las enseñanzas del concilio Vaticano II para cualquiera que quiera entrar.
Es para partirse, lo esencial es poner pegas, ayer al episcopado español, hoy a los de Lefebvre. Mentalidad de portero de discoteca VIP.
Hay quien sugiere que la idea que estos estrictos ortodoxos tienen es tan enamorada de sí misma que aunque Benedicto dijera que Vaticano II fue herético ni siquiera aceptarían el trato.
En las mismas jornadas, otro monseñor pata negra juez de la rota romana se expresó con más contundencia. Criticó la indulgencia con que se mira a esos grupos marginales que denunciaron la doctrina del concilio. Y expresó su esperanza de que no se alcance un acuerdo que sería una farsa, puesto que estaría acompañada de obvias reservas mentales y verbales. Poder de leer la mente que tienen algunos.
Tras tanto repentino fervor por el último concilio se extienden las sospechas. Opus Dei no quiere compartir su estatus de prelatura personal, por mucho que digan otra cosa. Cuando Alvaro del Portillo fue ordenado obispo en1991 se llegó a decir que estaría bien que hubiera otras prelaturas personales. De puertas para adentro y porqué no había ni remota posibilidad de otra prelatura personal Ahora que la hay no les gusta, pero jamás lo reconocerán en público. Así que proponen el juramento de fidelidad al concilio.
Pío XII |
Es cierto que perdiéndose miles de católicos en otros frentes, como América latina o Europa y por motivos de más fuste es una lástima conceder tanto tiempo y energías a estos forofos de los Papas llamados Pío, dentro de san Pío X ya hubo algunos curas que se separaron y se fueron más hacia atrás y son la fraternidad de san Pío V. Los de san Pío V dicen que el último papa digno de ese nombre fue Pío XII.
Que Escrivá nombrara a san Pío X intercesor del Opus Dei y que incluso se hiciera con su reclinatorio es sintomático de los lazos que unen a los "ortodoxos" entre sí, aunque anden ahora exigiéndose juramentos de fidelidad a este o aquel concilio. Vivir para ver. Nada se está quieto. Incluso los ortodoxos cambian.
Tienen gracia estas riñas entre ortodoxos que echan en cara al protestantismo su falta de unidad.
Comentarios
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=3jQSEnyea1w
http://www.elmundo.es/america/2012/05/16/estados_unidos/1337166455.html
http://www.rtvv.es/va/tvmovies/tarancon-el-quinto-mandamiento.html
- La posición doctrinal del OD es formalmente ultramontana y varía en función de los distintos objetos materiales a los que se aplica. Si se trata de los textos de Escrivá, los interpretan como si fueran la Biblia; si se trata del último Concilio pastoral, lo leen como si fuera el superdogma. No importan los contenidos sino el modo ultramontano de adherir a esos contenidos. Por eso pueden poner a Ratzinger en el Indezx y darle un doctorado honoris causa sin reconocerlo públicamente ni pedir perdón: porque lo que hay que creer se cree aunque no sea objeto de fe teologal.
- A lo anterior hay que agregar que plegarse a la idolatría del Vat. II era rentable en la era juanpablista. Y ya sabemos que al OD le interesaba el poder eclesiástico. Con Benedicto XVI están un tanto desconcertados.
Saludos.