Sorpresas en la tele. Sobre laicismo
¿Tendría que pensar algo especial de la actualización del sagrado colegio cardenalicio? Muchos cardenales, muchos nombres, pero no sabemos las relaciones entre ellos. Si las hay cómo se entienden y si pintan más que cuando hay que elegir Papa. La transparencia brilla por su ausencia.
Por el contrario no salgo de mi asombro, después de toda la lucha de Isabel Caballero por desenmascarar al psiquiatra que extendió certificados médicos sin haberla tratado nunca como paciente, que le propino dos o tres "sacas de madrugada" al hospital Puerta de Hierro, por prescripción marital, sigue saliendo en los medios como "experto" al que se consulta. Esto es como echar agua al mar. Un medio de comunicación que he oído calificar de izquierda radical, qué risa, como si fuera posible. Esta vez es a cuento de Marta del Castillo ¿Qué pintan los Aznar en ese acto? ¿de veras la familia no ha podido evitar el posado electoralista?
Señalo que se confunden con el segundo apellido, no es Rojas Marcos sino Rojas Montes. En el último párrafo de este post Isabel Caballero ya en 2010 escribía que esa confusión no es azarosa. Estamos en 2013 y los de la Sexta no se han enterado, los de la izquierda radical digo.
Este es el país en cuya capital sale más caro llevar al nene a la guardería pública que a la privada, habida cuenta de las ayudas que la segunda obtiene de la comunidad autónoma. Buen ejemplo del liberalismo a la española. Este es el país en el que los actuales "responsables" de la educación, nos dicen que la enseñanza es un pozo negro, que ya está bien de echar euros a ese negro pozo. Hay que asegurarse de que cada euro que se gasta fructifica. Se ve que por ello quitan euros de maestros de la pública y se los dan a los colegios de los que nunca hablo, que nadie sabe son centros de recluta disfrazados de colegios. Los que nunca quisieron verse reducidos a educadores pasando por los mejores educadores en España. Los que más dinero tienen, obteniendo ayuda del Estado. Este es el país en el que la política, la mala política entendida como el poder de hacer y deshacer sin contar con los afectados lo impregna todo. Y al pueblo no le queda más que aguantar con resignación, "que me quede como estoy".
Aunque ¿habrá que alegrarse de que lo hagan y lo digan a las claras? Todavía peor pronunciarse de cara a la galería en contra de la educación elitista y facilitarla por detrás de las cámaras.
Se me quedó colgado hace mucho tiempo esta interesante entrevista a Díaz Salazar en la que habla de no hacer banderas de identidades religiosas o culturales. Demasiado razonable para nuestros estómagos patrios tan ávidos de cuchilladas con cualquier excusa.
Laicismo impulsado por minorías protestantes perseguidas que se refugiaron en Estados Unidos. Laicismo crítico con las castas eclesiásticas que se resisten a quitar su mano de la teledirección del Estado. Laicismo que se implica en la promoción de la virtudes cívicas. Sólo la virtud del ciudadano responsable de su ciudad nos salva de caer en los fundamentalismos. Hay diversidad en la sociedad, hay que reconocerla, no puede ser que se quiera imponer una religión como la Religión, una verdad como la Verdad, una identidad como la Identidad. Conceptos fatales para moverse en la sociedad global. En nuestro caso nos amenaza el catolicismo neointegrista, los intentos de legislar desde la verdad que dicen poseer son rechazables. Sin sentido del límite de las propias creencias vamos derechos a la catástrofe.
Todas las obras de este Díaz Salazar me parecen muy recomendables. Poco escuchado y poco conocido. Se merece más atención una voz pacífica y pacificadora como la suya.
Por el contrario no salgo de mi asombro, después de toda la lucha de Isabel Caballero por desenmascarar al psiquiatra que extendió certificados médicos sin haberla tratado nunca como paciente, que le propino dos o tres "sacas de madrugada" al hospital Puerta de Hierro, por prescripción marital, sigue saliendo en los medios como "experto" al que se consulta. Esto es como echar agua al mar. Un medio de comunicación que he oído calificar de izquierda radical, qué risa, como si fuera posible. Esta vez es a cuento de Marta del Castillo ¿Qué pintan los Aznar en ese acto? ¿de veras la familia no ha podido evitar el posado electoralista?
Señalo que se confunden con el segundo apellido, no es Rojas Marcos sino Rojas Montes. En el último párrafo de este post Isabel Caballero ya en 2010 escribía que esa confusión no es azarosa. Estamos en 2013 y los de la Sexta no se han enterado, los de la izquierda radical digo.
Este es el país en cuya capital sale más caro llevar al nene a la guardería pública que a la privada, habida cuenta de las ayudas que la segunda obtiene de la comunidad autónoma. Buen ejemplo del liberalismo a la española. Este es el país en el que los actuales "responsables" de la educación, nos dicen que la enseñanza es un pozo negro, que ya está bien de echar euros a ese negro pozo. Hay que asegurarse de que cada euro que se gasta fructifica. Se ve que por ello quitan euros de maestros de la pública y se los dan a los colegios de los que nunca hablo, que nadie sabe son centros de recluta disfrazados de colegios. Los que nunca quisieron verse reducidos a educadores pasando por los mejores educadores en España. Los que más dinero tienen, obteniendo ayuda del Estado. Este es el país en el que la política, la mala política entendida como el poder de hacer y deshacer sin contar con los afectados lo impregna todo. Y al pueblo no le queda más que aguantar con resignación, "que me quede como estoy".
Aunque ¿habrá que alegrarse de que lo hagan y lo digan a las claras? Todavía peor pronunciarse de cara a la galería en contra de la educación elitista y facilitarla por detrás de las cámaras.
Se me quedó colgado hace mucho tiempo esta interesante entrevista a Díaz Salazar en la que habla de no hacer banderas de identidades religiosas o culturales. Demasiado razonable para nuestros estómagos patrios tan ávidos de cuchilladas con cualquier excusa.
Laicismo impulsado por minorías protestantes perseguidas que se refugiaron en Estados Unidos. Laicismo crítico con las castas eclesiásticas que se resisten a quitar su mano de la teledirección del Estado. Laicismo que se implica en la promoción de la virtudes cívicas. Sólo la virtud del ciudadano responsable de su ciudad nos salva de caer en los fundamentalismos. Hay diversidad en la sociedad, hay que reconocerla, no puede ser que se quiera imponer una religión como la Religión, una verdad como la Verdad, una identidad como la Identidad. Conceptos fatales para moverse en la sociedad global. En nuestro caso nos amenaza el catolicismo neointegrista, los intentos de legislar desde la verdad que dicen poseer son rechazables. Sin sentido del límite de las propias creencias vamos derechos a la catástrofe.
Todas las obras de este Díaz Salazar me parecen muy recomendables. Poco escuchado y poco conocido. Se merece más atención una voz pacífica y pacificadora como la suya.
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