EL DICHO DE ZAMORA
Muy buena entrevista como siempre, de este cura jesuita y teólogo de lo mejor que tenemos.
Para el que dice que no sirve, alguien tiene que empezar por lanzar piedrecitas al monstruo, alguien tiene que atreverse. No se consiguen los objetivos importantes en dos días. Isabel nos dió ejemplo a todos, ha puesto sobre el tapete la cuestión de Enrique Rojas psiquiatra de postín. Gracias a ella sabemos que era un impostor. Otros afectados salieron a la luz a consecuencia de su lucha. Isabel,
me consta, ayudó a otras personas en España envueltas en líos parecidos, de médicos compinchados con familia para deshacerse de persona que en un momento resulta molesta. Fue un ejemplo de coraje cívico inmenso, se enfrentó a todo, probó todas las zancadillas posibles e imaginables. Yo creo que ha pagado tanto sufrimiento con la enfermedad final, es imposible aguantar todo lo que esta mujer ha aguantado.
Además nos plantear cuántas personas afectadas no han podido contarlo.
Las injusticas graves e instaladas requieren un primer paso de lucha. Somos David frente a Goliat. Y así es la vida, no se gana Zamora en una hora. Para mí todos los documentos que Isabel ha sacado a la luz, todo lo que ha conseguido del colegio de médicos, de la universidad complutense, de tantas personas que han tenido un comportamiento bastante vil y cobarde con ella, te da la medida de en qué sociedad estamos y cuánto tenemos que avanzar para cambiarla.
No es quedándonos de brazos cruzados sin luchar y sin sufrir como vamos a dejar un país mejor para las generaciones venideras. Hay que luchar. Si nosotros no lo conseguimos el que venga detrás tendrá un camino andado, y al final recogerá el fruto.
Hay que dar ejemplo. No podemos seguir en la indolencia acostumbrada y esperar como solemos en España que la felicidad nos caiga del cielo. Hace falta pelea, y en la pelea uno se hace digno del premio. El propio pelear y no darse por vencido es en sí mismo un premio. Son años de asentamiento indiscutible e indiscutido. Alguien tenía que dar el primer paso y ha sido ella. Ha hecho lo que ha podido y hasta donde ha podido. Entiendo que eso es lo que se nos pide en la vida. Estar a la altura de nuestras circunstancias. Eso sí que es un proceso de beatificación, la vida que ha llevado, que le han dado hasta en el cielo de la boca como suele decirse.
Me enorgullezco de haber sido su amiga y haber compartido tantas confidencias con ella, en público y en privado. Me admiración total hacia esta mujer que no se hundió ni se dejó comer por los pies como tantos. Ha sido un ejemplo, aunque no haya acabado como nos gustaría que hubiese acabado.
Las cosas ya no están igual que cuando empezamos. Ni en el tema opus ni en el específico Enrique Rojas. Hasta en OL los contribuyentes habituales, ¡al fin! parecen darse cuenta de que Opus sin su contexto histórico no habría existido. Después de venga y dale durante días, semanas, años, los propios afectados se empiezan a enterar del todo de la cuestión.
Durante un período de tiempo Isabel fue coautora de este blog. Le debo mucho, me apoyo cuando nadie lo hacía. Conservaré todo lo que tengo de ella como oro en paño. Menudo legado me ha dejado, que impresionada estoy del valor que tiene la correspondencia que mantuvimos. Tengo muchísimas cosas de ella y sólo lamento no haber podido ayudarla más y no haberla conocido antes. Ha sido una gran amiga y todo lo que me escribió es para mi un tesoro, me ayudó a situarme en un montón de temas.
Espero que me siga ayudando a mí y a este blog que fue el suyo durante cuatro años.
Comentarios
Quiero, desde aquí donde tuve varias charlas con ella, rendir homenaje a su valentía y constancia.
Descansa en paz.
copernico