APOSTOLADO DE AMISTAD Y CONFIDENCIA
SABINO había estado comprando material para el ejército de
Franco.
Colaborando con los ministros militares, participando en estudios de
una posible fusión de los tres ministerios en uno, con Muñoz Grandes. Presenció
el pulso entre éste y Carrero en 1967 por el puesto 2 en el régimen. Ganó
Carrero. Carrero también intervenía en la reorganización de la industria
militar como ministro subsecretario de Presidencia donde tenía a LLR desde
1956.
Era el apogeo de los tecnócratas, una derecha moderna, más
interesada en hacer dinero que en seguir con la cruzada, dice Sabino. La
preocupación ideológica en segundo plano para ellos, sí y un jamón. Así los
describe Tuñón de Lara en un libro de 1980:
“la llegada de Alberto Ullastres catedrático numerario del
Opus Dei a Comercio y Navarro Rubio (consejero-delegado del Banco Popular hasta
1955, supernumerario del Opus Dei y desde entonces subsecretario de Obras
Públicas) adquiría la máxima significación, así como la ya citada de LLR en un
puesto clave de Presidencia y la de García Moncó (ex director adjunto del Banco
Bilbao) como subsecretario de Comercio. No puede separarse la Ley de Régimen Jurídico de la Administración del
Estado de la creación de la
Oficina de Planificación y Coordinación Económica, la entrada
en escena del Cuerpo de Economistas del Estado y la reorganización de una serie
de organismos de política económica.”
Sabino, sin ser Opus Dei, participó en esta etapa de
reorganización de la Administración.
Dice Tuñón:
“La época azul e imperial de la palabrería fácil y la
improvisación tenía que ser sustituida por el rigor que exigía la defensa de
los intereses del bloque dominante. No hay que olvidar que otro ejecutivo de
altos vuelos, Gregorio López Bravo, era ya nombrado en 1959, por Ullastres,
director general de Comercio Exterior y, al año siguiente, del Instituto
español de la Moneda
extranjera. La invasión tecnocrática no conocería límites.”
Las puertas giratorias son antiguas además de perfectamente
legales y legítimas porque “siempre se ha hecho así” y empezar a ponerle peros, pegas, y sacarle
faltas al sistema es una novedad que no
se lleva nada entre nosotros. Lo natural es, del banco al ministerio del
ministerio al banco. Faltaría más. ¿Quién va a saber más de finanzas sino el
banquero?
Sabino y Armada se entendieron muy bien durante los años en
que coincidieron en la
Secretaría de los ministros del Ejército. No tenían una
amistad de familia, tenían amistades cada uno por su lado, aunque a veces
almorzaban o cenaban juntos o bien en casa de Sabino, calle Hilarión Eslava, o
en la de Armada, calle Sta Cruz de Marcenado. Tenían en común 10 hijos cada
uno.
Pero cultivaron una relación entrañable los dos matrimonios.
Y pasa a contar una broma que le gastaron a “Elenita” la mujer de Sabino que
omitiré por lo tonto y lo mal que quedan las mujeres de los altos cargos del
franquismo.
Entre momentos de risas y de trabajo Armada hacía apostolado
con Sabino en pro de que lo mejor que le podía pasar a España es que a Franco
le sucediera Juan Carlos. Como todos los militares Sabino había sido educado en
un sentimiento antimonárquico y todavía estaba lejos el momento en que Franco
estirara la pata. No le daba importancia. Pero Opus Dei veía mucho más lejos que
el entonces miope Sabino.
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Opus Dei y Poder Judicial
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