CURSILADAS
No todo lo que dice es genial, hizo una loa de Esperancita, la más famosa del PP, que me resultó incomprensible. Sin embargo a raíz de una carta que Pablemos ha escrito a sus huestes el comentario sobre lo cursi y sus orígenes me ha parecido aplicable al caso que nos ocupa. Me ha recordado cosas
Ya el hecho de escribir una "carta de familia" a los militantes de un partido político es de mal gusto, recuerda a cierto prelado que hace lo mismo mensualmente, cuando ni éramos su familia ni lo seríamos nunca. No distinguimos en España el ámbito de la familia, lo privado privadísimo e íntimo, y el ámbito político o de sociedad civil, el ámbito de los ciudadanos iguales ante la ley, donde no hay el padre y los hijos, sino que todos están a la misma altura. Tampoco un partido político es un grupo de amigos. Ni se debería confundir la sociedad civil con el Estado, cosa imposible en España. Formidable lío que muestra bien a la claras que hasta los nacidos en 1978 y después no son sino generaciones sucesivas de "franquistas". Nos comportamos igual que entonces, aún con la revolucionaria coleta y sin corbata. El fondo de las actuaciones es similar.
Lo cursi viene de los tiempos del fascismo, la cursilería producto de este modo político.
A partir del min. 58:00. Sintetizo los puntos que nos resultarán familiares:
De la misma manera que el SNOB, el que no tiene título nobiliario pero tiene dinero, imita a la nobleza, el CURSI es un representante típico de una determinada clase social que sin conciencia de la clase a la que pertenece quiere exhibir una manera de ser, en su modo de hablar, comportarse y vestir superior a la clase donde está.
Como decía aquel: "qué afán tienen algunos por salirse de su sitio..."
Quien lo decía no se había mirado en el espejo, puesto que él era el vivo ejemplo de dicho afán. Su obra rezuma el espíritu cursi, está poblada de gentes que llegan allí también con afán de salirse de su sitio y "frotarse" con la "high" aunque sea poco.
El cursi no hereda la cursilería, sino que hereda un apellido, un modo de estar en la sociedad que no corresponde con sus aspiraciones.
Cuando oí lo de heredar un apellido que disgusta no pude menos que darme por aludida, como supuesta ex hija de un señor que se cambió no sé cuantas veces de apellido Ministerio de Justicia mediante donde hijos suyos hicieron de mil amores tan santa labor ennoblecedora.
El cursi no está contento con la categoría social a la que pertenece. Por eso suele derribar su casa natal en la plaza del pueblo y edificar en su lugar un "cuasipalacio" digno de sus pretensiones.
Un cursi no admira a los jefes de Estado, sino a la clase inmediatamente superior, la de su "jefe" y quiere vivir como el jefe, imita sus gestos e incluso exagera, era cursi Suárez que ascendió a base de "pasillear" en la administración opusino-franquista, saludando como las clases superiores, separando el codo del cuerpo.
La cursilería se avergüenza de sus padres, del apellido de familia y le pone un DE para parecer más antiguo (de Balaguer, del Portillo, de la Calzada, de y más de....) El cursi reniega de su clase, quiere adular al jefe con un trato deferente.
Esto está lleno de cursis....en suma.
No es que el fascismo haya inventado la cursilería, ni la desaparición del fascismo haga desaparecer la cursilería. Pero seguro que habría menos cursis si maduráramos como colectivo, superando viejos tiempos.
Pero fue el fascismo italiano el que trajo el auge de la cursilería
D'Annunzio, al que no he leído es cursi, empalagoso, adulador, poco inteligente, sólo quiere agradar de inmediato. Gran descripción de lo que nos pasa, sonrisa profidén que en cuanto te das la vuelta se torna en mueca seriedad. El cursi actúa cuando se sabe observado. El cursi no tiene vida interior, sólo exterior, tiene un comportamiento hacia afuera.
Cursi es el comportamiento propio de la clase media baja, no tienen orgullo de clase y se recrean adoptando el estilo de vida, la pose, los modales, el lenguaje, la sonrisa (la mortificación de) de la clase inmediatamente superior. El cursi imitando hace el ridículo, no sabe el lugar que ocupa en la pirámide social, aparentan pertenecer a una clase superior.
"nos tienen envidia porque nuestros ojos brillan cuando hacemos ciertas cosas" frase que si me preguntan de quién es habría pensado que procedía del barbastrense ilustre, y no, es del revolucionario mayor del reino de Felipe, cursi más que cursi....
Y me ha dado la clave de porqué no pude contagiarme del ambiente cursi en el que bañábamos pues era fundacional: nadie que esté orgulloso de su trabajo es cursi. Ni obreros ni artesanos orgullosos de serlo, que no caben en la fundación de los elegidos. Los insatisfechos buscan la satisfacción personal en oficios que no son lo suyo. El cursi quiere distinguirse de la pequeña burguesía a la que pertenece-
Donde no hay autonomía está el suelo abonado para que crezca la cursilería, en la clase obrera no hay cursilería, gente normal, sencilla pero digna, mineros por ejemplo, labradores, camioneros, en los pueblos pocos cursis, muchos más cursis en las capitales de provincia. El fascismo aparece en esa pequeña burguesía con aspiraciones, clase media que tiende al fascismo es cursi, la que tiende al comunismo no es cursi.
El cursi al imitar a los superiores se pone en situación inferior a su propia clase. El cursi es un apestado de su propia clase que se pone colonia para que no se note su olor.
Lo cursi es lo propio de las pretensiones de oficinistas "chupatintas", mancebos de farmacia o dependientes de cualquier tienda. Pequeños abogados, pequeñas profesiones liberales....candidatos a la cursilería, domingueros de hoy, moteros, parroquianos que se visten bien los domingos, el cursi es un dominguero, el que se viste como si tuviese que ir a misa. Suárez prototipo de la cursilería. Acabó duque. Lo consiguió. El que tiene vida interior no puede ser cursi, el cursi manifiesta su vacío de alma en sus gestos vacíos.
El que cree en sí mismo desprecia el teatro, no pretende ni le interesa imitar a nadie.
Coincidencias asombrosas en esta descripción de lo cursi.
Ya el hecho de escribir una "carta de familia" a los militantes de un partido político es de mal gusto, recuerda a cierto prelado que hace lo mismo mensualmente, cuando ni éramos su familia ni lo seríamos nunca. No distinguimos en España el ámbito de la familia, lo privado privadísimo e íntimo, y el ámbito político o de sociedad civil, el ámbito de los ciudadanos iguales ante la ley, donde no hay el padre y los hijos, sino que todos están a la misma altura. Tampoco un partido político es un grupo de amigos. Ni se debería confundir la sociedad civil con el Estado, cosa imposible en España. Formidable lío que muestra bien a la claras que hasta los nacidos en 1978 y después no son sino generaciones sucesivas de "franquistas". Nos comportamos igual que entonces, aún con la revolucionaria coleta y sin corbata. El fondo de las actuaciones es similar.
Lo cursi viene de los tiempos del fascismo, la cursilería producto de este modo político.
A partir del min. 58:00. Sintetizo los puntos que nos resultarán familiares:
De la misma manera que el SNOB, el que no tiene título nobiliario pero tiene dinero, imita a la nobleza, el CURSI es un representante típico de una determinada clase social que sin conciencia de la clase a la que pertenece quiere exhibir una manera de ser, en su modo de hablar, comportarse y vestir superior a la clase donde está.
Como decía aquel: "qué afán tienen algunos por salirse de su sitio..."
Quien lo decía no se había mirado en el espejo, puesto que él era el vivo ejemplo de dicho afán. Su obra rezuma el espíritu cursi, está poblada de gentes que llegan allí también con afán de salirse de su sitio y "frotarse" con la "high" aunque sea poco.
El cursi no hereda la cursilería, sino que hereda un apellido, un modo de estar en la sociedad que no corresponde con sus aspiraciones.
Cuando oí lo de heredar un apellido que disgusta no pude menos que darme por aludida, como supuesta ex hija de un señor que se cambió no sé cuantas veces de apellido Ministerio de Justicia mediante donde hijos suyos hicieron de mil amores tan santa labor ennoblecedora.
El cursi no está contento con la categoría social a la que pertenece. Por eso suele derribar su casa natal en la plaza del pueblo y edificar en su lugar un "cuasipalacio" digno de sus pretensiones.
Un cursi no admira a los jefes de Estado, sino a la clase inmediatamente superior, la de su "jefe" y quiere vivir como el jefe, imita sus gestos e incluso exagera, era cursi Suárez que ascendió a base de "pasillear" en la administración opusino-franquista, saludando como las clases superiores, separando el codo del cuerpo.
La cursilería se avergüenza de sus padres, del apellido de familia y le pone un DE para parecer más antiguo (de Balaguer, del Portillo, de la Calzada, de y más de....) El cursi reniega de su clase, quiere adular al jefe con un trato deferente.
Esto está lleno de cursis....en suma.
No es que el fascismo haya inventado la cursilería, ni la desaparición del fascismo haga desaparecer la cursilería. Pero seguro que habría menos cursis si maduráramos como colectivo, superando viejos tiempos.
Pero fue el fascismo italiano el que trajo el auge de la cursilería
D'Annunzio, al que no he leído es cursi, empalagoso, adulador, poco inteligente, sólo quiere agradar de inmediato. Gran descripción de lo que nos pasa, sonrisa profidén que en cuanto te das la vuelta se torna en mueca seriedad. El cursi actúa cuando se sabe observado. El cursi no tiene vida interior, sólo exterior, tiene un comportamiento hacia afuera.
Cursi es el comportamiento propio de la clase media baja, no tienen orgullo de clase y se recrean adoptando el estilo de vida, la pose, los modales, el lenguaje, la sonrisa (la mortificación de) de la clase inmediatamente superior. El cursi imitando hace el ridículo, no sabe el lugar que ocupa en la pirámide social, aparentan pertenecer a una clase superior.
"nos tienen envidia porque nuestros ojos brillan cuando hacemos ciertas cosas" frase que si me preguntan de quién es habría pensado que procedía del barbastrense ilustre, y no, es del revolucionario mayor del reino de Felipe, cursi más que cursi....
Y me ha dado la clave de porqué no pude contagiarme del ambiente cursi en el que bañábamos pues era fundacional: nadie que esté orgulloso de su trabajo es cursi. Ni obreros ni artesanos orgullosos de serlo, que no caben en la fundación de los elegidos. Los insatisfechos buscan la satisfacción personal en oficios que no son lo suyo. El cursi quiere distinguirse de la pequeña burguesía a la que pertenece-
Donde no hay autonomía está el suelo abonado para que crezca la cursilería, en la clase obrera no hay cursilería, gente normal, sencilla pero digna, mineros por ejemplo, labradores, camioneros, en los pueblos pocos cursis, muchos más cursis en las capitales de provincia. El fascismo aparece en esa pequeña burguesía con aspiraciones, clase media que tiende al fascismo es cursi, la que tiende al comunismo no es cursi.
El cursi al imitar a los superiores se pone en situación inferior a su propia clase. El cursi es un apestado de su propia clase que se pone colonia para que no se note su olor.
Lo cursi es lo propio de las pretensiones de oficinistas "chupatintas", mancebos de farmacia o dependientes de cualquier tienda. Pequeños abogados, pequeñas profesiones liberales....candidatos a la cursilería, domingueros de hoy, moteros, parroquianos que se visten bien los domingos, el cursi es un dominguero, el que se viste como si tuviese que ir a misa. Suárez prototipo de la cursilería. Acabó duque. Lo consiguió. El que tiene vida interior no puede ser cursi, el cursi manifiesta su vacío de alma en sus gestos vacíos.
El que cree en sí mismo desprecia el teatro, no pretende ni le interesa imitar a nadie.
Coincidencias asombrosas en esta descripción de lo cursi.
Comentarios
en favor de continuar dando millones a la escuelas elitistas, el partido laico
votó al lado de la antigua Ciu ahora CDC. Totus opus.
¿Sin el aval de "Opus Dei"podría siquiera existir hoy ERC?
Semejantes canallas no hallarán lugar donde esconderse sobre la faz de la Tierra, así lo demuestra Simon Wiesenthal en la persecución de criminales nazis.
Todo comienza por la información.
El estricto y espartano (porque lo es) espíritu y admiración que suscitó el Opus, que en su día brilló, se ha difuminado como se difumina una bengala.
El Opus es un fenómeno español, y España ha cambiado. Hoy en día es residuo de personas que o bien son mus listas y saben hacer del Opus su forma de vida, o de personas que no saben ser libres.
Urge instituir un Tribunal internacional que juzgue los crímenes contra la Humanidad implicando la secta católica Opus Dei, y ponga manos "en la Obra" de recuperar los activos a nombre de entidades tapadera y supernumerarios, ilícitamente apropiados.