EXPERIMENTO EDUCATIVO Y LABORAL GLOBAL

No hace falta poner de acuerdo a los poderosos para que abusen del poder: les sale natural. O sea no es necesario un complot, ellos están a lo suyo, la dominación y el beneficio. Y nadie ha dicho aquí que el virus sea un invento, sólo que las medidas implementadas y el dramatismo que se le echa es impostado, exagerado y fuera de lugar.

Lo fácil es dejarse llevar por la sensibilería, lo complicado, prohibido en España desde hace ya, es ponerse al margen e intentar analizar los cómos y los porqués.


Lepage se fija  en el tema de los drones vigilantes de la población: es una vergüenza. ¿Qué hacen drones y helicópteros sobrevolando playas semidesiertas y diciéndole a la gente "métanse en casa"? Es inaceptable. Pero el alcalde de Madrid presumía de su ultramoderno sistema de vigilancia. Un tipo que se pregunta cada mañana como yo lo hago ¿cómo he podido llegar a dirigir la capital del reino?






Si no nos defendemos de esta clase de políticos mediocres que van a lo suyo acabarán con nosotros. Por favor, dignidad, no aplauso. Nos toman el pelo y tratan como si fuéramos un peligro, se ríen de nuestros derechos y encima les aplaudís.

 SEGUNDA PARTE DEL EXPERIMENTO

4 – La gobernanza « científica »

 En un mundo en el que las solicitudes de financiación para la investigación pública sobre el coronavirus quedaron en letra muerta, en el que las multinacionales farmacéuticas tienen más poder que los Estados y en el que quien halle la vacuna se hará millonario, ¿en qué consiste ser experto? ¿Quiénes son los  « científicos » que « aconsejan » a un gobierno enteramente entregado a las multinacionales? (ver Monsanto-Macron, y los miles de cánceres relacionados con Roundup). 


¿Habrá conflicto de intereses? ¿seguirá Macron los pasos de un « consejo científico », creado el   10 de marzo para dictar decisiones. Esta delegación de poder en los expertos “científicos” presenta sus peligros. Apaga toda protesta en nombre del interés superior: borra lo que nosotros, gesticulantes y formadores, militantes de la educación popular hemos aprendido y no dejamos de repetir: todo punto de vista está necesariamente « situado », quien habla lo hace siempre desde  « alguna parte », y con una intención. Pero los expertos escapan a esta condición humana puesto que hablan “desde ninguna parte”  y no tienen más intención que transmitirnos la verdad. Está claro hasta que punto esta delegación de poder facilita el paso a una sociedad donde lo que no está permitido es obligatorio.

 

5 –  COVID19, revelador y acelerador de desigualdades 

Aislamiento de los más vulnerables, explotación de los más precarios, contaminación de los más expuestos, estigmatización de las clases populares, pues el pueblo que debe confinarse es el de los de abajo, quiénes podrían desobedecer, las clases peligrosas …, amontonamiento de los más pobres en viviendas insalubres mientras que los burgueses de los barrios elegantes abandonan su piso de  200 m2 para viajar a su segunda residencia o en una casa alquilada para la ocasión … la crisis sanitaria amplifica el desarrollo de las relaciones de dominación. 

Miremos la condición de las mujeres. Por su posición en la sociedad, las mujeres representan sin duda una clase fragilizada por la crisis sanitaria y el confinamiento impuesto. La situación de las víctimas de la violencia conyugal es alarmante. Las cifras hablan de un aumento del 32 % desde que empezó el encierro. Las situaciones en las que la presencia  permanente del marido violento hace difícil pedir ayuda y medidas de protección.  210 000 mujeres sufren esta violencia por parte de su marido cada año en nuestro país. El confinamiento eleva la cifra al menos  a 300 000. ¡Éxito de confinamiento! También es más difícil acceder al aborto para las adolescentes que no tienen excusa para salir de casa.

Y puesto que en la crisis el mundo del trabajo impone la marcha, en la esfera productiva continúa la explotación de las mujeres. Están las más precarias, que viven justo en el umbral de la pobreza, las que no podrán sino aceptar un trabajo sean cuales sean las condiciones sanitarias, para poder llegar a fin de mes. Están las que crían solas a sus hijos, que al no haber escuela ni niñera padecerán el paro que las terminará de rematar. Cuando acabe la crisis ¿cuál será la actitud de los bancos con esas mujeres?

Lo sabemos, el trabajo de las mujeres es, son los cuidados. El 12 de marzo Macron pedía al personal hospitalario que “siguiera haciendo sacrificios”. La división sexual del trabajo que funciona en nuestra sociedad reporta el sacrificio a una amplia mayoría de mujeres:  90 % de auxiliares son mujeres, 87 % de enfermeras son  mujeres… Los puestos prestigiosos son para los hombres. Ante la penuria de material de protección, ¿quién se quedará la mascarilla? ¿la auxiliar o el cirujano?

El sacrificio se juega entre las clases sociales que están una al lado de la otra en el hospital. El sacrificio se juega entre las clases sociales sin más. Las mujeres forman parte de los dominados del sistema capitalista, a quienes se les pide que la máquina siga funcionando a cualquier precio, que no recibirán más que desprecio (¿una prima de 1000 € ?) cuando los poderosos ya no teman pillar la gripe.

6 –  COVID19, arma de guerra… contra la enseñanza

La puesta en práctica de la escuela a distancia es una bendición para los que intenta destrozar los servicios públicos. Es un auténtico experimento de tamaño natural para terminar por privatizar la escuela, sueño de la  OCDE (Organización de cooperación y de desarrollo económicos) puesto en práctica por los ministros del ramo desde Luc Ferry.

¿Qué mejor que hacer de los profesores  « facilitadores pedagógicos » que aseguran la  « continuidad pedagógica » ? El sueño de la ideología liberal: el enseñante descargado de responsabilidades educativas, del deseo de pensar al alumno como un ser humano completo y complejo. Ya no hay  niños. El sacro santo programa establecido a base de competencias no tiene más que digitalizarse. 

Los profesores nos convertimos en “interventores a distancia”, practicantes del  « e-learning », navegando en plataformas privadas cuyo contenido es controlable y evaluable. El control, herramienta  indispensable para la legitimidad de la dominación. Como prueba el mail de una maestra de infantil que pide a los padres envíen una foto de su hijo haciendo los deberes: « Hemos de asegurar la continuidad pedagógica y la inspección nos pide que confirmemos que los padres se ocupan de ello, sino puede considerarse como absentismo». 

Presiones, controles y amenazas… todos los ingredientes de la famosa ley « por la libertad de escoger el futuro profesional », aprobada en 2018, que permite imponer un  « plan de calidad » a todos los organismos de formación. Calcada sobre los procedimientos de rentabilidad industrial, el plan de calidad ha logrado que todos los organismos de formación compitan entre sí, imponer un vocabulario único, recuperar los contenidos pedagógicos, desmaterializar al máximo reduciendo las relaciones humanas al mínimo. Experimento de tamaño natural que estamos viviendo estos días en la educación pública. 

Podemos pensar que el colegio por Internet es provisional, que  no es una etapa intermedia para transformar la escuela en reservorio de mano de obra del capital en detrimineto de un lugar en el que pensar la sociedad del mañana … sólo que este experimento lleva 30 años haciéndose: menos funcionarios, privatización de la enseñanza superior, descentralización favorecedora de las relaciones con el mercado de trabajo local, empleo de directores transformados en managers, supresión masiva de plazas educativas y de cuidados en los colegios (psicólogos escolares, asistentes sociales, educadores, enfermeros…), organizar la competencia entre colegios atacando el estatuto del enseñante (precarización de la profesión, contratos de duración determinada….) y las enseñanzas especializadas de la ley Blanquer… Las bases están puestas, seguras y afirmadas …No podemos ser ingenuos y pensar que el período será un paréntesis. 

El lugar de los niños, de los alumnos. Sencillo: sustitución de una hora de clase por una hora de trabajo personal… La duración de atención a un alumno en clase va  de 4 minutos en infantil a 35 minutos por hora a un adulto. Transformar una hora de clase en una hora de trabajo personal, significa multiplicar la exigencia de productividad escolar por dos para los alumnos de secundaria.

Además no se tiene en cuenta a cada alumno. Donde el profesor va a evaluar el trabajo que se hace en una hora, a unos les llevará 30 minutos y a otros 1h30. Añádase las condiciones materiales de cada alumno: habitación individual o no, trabajo en ordenador o en smartphone, acceso a impresora o escáner o no, personas en la casa capaces o incapaces de ayudar a hacer los deberes … Sin olvidar que hoy los y las que siguen trabajando y no pueden ocuparse de sus hijos son los asalariados más precarios, obreros, cajeras, ayuda a domicilio …Ahí se ve como se niegan las realidades materiales, cómo por mor de la « continuidad pedagógica », se entierra a los niños de las clases populares para aplaudir a los demás cuando acabe el confinamiento … ¡Bravo chicos, ya veis que se podía: cuando quieres puedes !

Los ultraliberales de la Unión europea y de la OCDE soñaron con ello y el COVID-19 lo hizo realidad: la desmaterialización completa y total de la educación pública. Los tiburones del orden capitalista bizquean con el mercado educativo mundial que tienen por delante, estimado en 20 000 billones de dólares, de los que 7 000 billones de euros en Europa. El fruto está maduro para privatizar el sistema educativo…ya solo queda que editorial Hachette (propiedad del grupo Lagardère) nos venda millones de programas de enseñanza a distancia asegurada por los « uber-profs ». ¿Qué harán los padres ? En el marasmo de la oferta propuesta, en el clima de competición desbocada, las familias pagarán, al menos las que puedan. Para mayor felicidad de la Bolsa. La OCDE anuncia que las perspectivas de beneficio para los inversores en el mercado educativo mundial son de 1 a 7, cuando la fabricación de coches es de 1 a 2.  

 

Y  una vez que la misión educativa de la educación pública esté acabada, haga falta transmitir “saber ser” y “competencias relacionales” a los niños y adolescentes, el mercado del desarrollo personal nos venderá su oferta de conferencias y cursos de coaching y eslóganes a cual más vacío: “sé el mundo que quieres ver”, “la confianza en uno mismo es el primer secreto del éxito”…Como lo muestra Eva Illouz en su libro Happycracia, el desarrollo personal es no solo un mercado apetecible, también el amigo de los poderosos porque ayuda a invisibilizar loas relaciones sociales de dominación (clase, raza, género) en beneficio de un único discurso: « Tienes los recursos en ti para salir adelante», y otras herramientas de culpabilización  individual. Teorizada en Estados Unidos, la « psicología positiva » es la condición de la dominación capitalista en las empresas y en nuestras vidas.

7 – COVID19 y derecho del trabajo

Mientras que nos dicen que nos lavemos las manos sin parar los empresarios se las frotan. Emmanuel Macron es sin duda su gran amigo. Una ley de urgencia frente a la epidemia autoriza al gobierno a actuar por decreto. El texto 52 del último permite al empleador imponer una duración del trabajo semanal de  60 horas, trabajo el domingo, imponer las fecha de las vacaciones pagadas…

Son interesantes los títulos de los decretos: « Decreto sobre medidas de urgencia en materia de vacaciones pagadas, de duración del trabajo, de días de descanso », « Decreto que adapta de modo temporal las condiciones y modalidades de atribución de indemnización complementaria » . Sin duda no es anodino ver que en la segunda aparece la palabra « temporalmente », indicación a la que  Muriel Pénicaud (min. de trabajo) se opuso cuando una enmienda planteó añadirla en el decreto de « vacaciones pagadas y otros… ». De ahí a pensar que esta derogación del código de trabajo vaya a perdurar…. 

Obligados por el relanzamiento de la economía: 60 horas por semana, reducción del descanso cotidiano de 11 a 9 horas, así que 15 horas de trabajo-transporte al día y ya estamos en las condiciones laborales de 1841, fecha de la primera ley sobre el trabajo. Este « esfuerzo » que se va a imponer a todo el mundo del trabajo no recaerá sobre todas las categorías sociales. Una enmienda que pretendía aumentar la contribución excepcional de los ingresos  superiores a 250.000 euros anuales para que pasara del 3 al 5% fue rechazada  sin contemplaciones.

 

En un tweet de 24 de marzo, Bruno Le Maire (min de economía) pide a las empresas más grandes que “sean moderadas en el reparto de dividendos. En este momento todo el dinero ha de emplearse para que las empresas funcionen ». Una simple petición, nada de decretos obligatorios para que el capital participe en el esfuerzo colectivo cuando las empresas europeas van a repartir 359 billones de euros a sus accionistas por cuenta de dividendos de 2019. Sin embargo y a pesar de estas cifras exorbitantes, para paliar la suspensión parcial de la economía, el estado va a sostener esas mismas empresas haciéndose cargo de una parte de los salarios a través del paro parcial y suspendiendo sus obligaciones fiscales y sociales.

Al final Macron la emprende de nuevo contra los trabajadores para sostener la economía, no ataca las deudas de las empresas declarando una moratoria, sino que va contra el derecho del trabajo y las cotizaciones  sociales e impuestos que pagan esas mismas empresas. 

¿Queremos que la guerra de la clase dirigente que ha mostrado su nula preparación frente a la pandemia al haber desmembrado los servicios públicos y la producción de bienes primera necesidad, sea de nuevo ocasión de unión sagrada para salvar la economía atacando al trabajador y apoyándose en los prestamistas capitalistas como pasó en 2007 con los resultados conocidos? Hace 10 años que estamos probando la poción amarga del capitalismo que Macron nos quiere hacer tragar de nuevo cuando es la poción que nos ha llevado donde estamos. ¡Ya basta! 

No nos vamos a dejar engañar otra vez. Sabemos que no podemos esperar más que lo peor de la « movilización general » y de « la unión nacional » en la que nos enrola la clase dirigente sin pedirnos opinión. Solo una movilización que surja de abajo será eficaz contra el regreso periódico de pandemias ligadas a una excesiva división internacional del trabajo y a una relación cada vez más mortífera con lo vivo y la naturaleza en la loca organización capitalista de la producción.

La mediocridad de la respuesta a la pandemia nos hace conscientes del absurdo de que la producción dependa de grupos capitalistas indiferentes al mantenimiento de un tejido productivo equilibrado en un territorio, sea regional o nacional. Los ejemplos de empresas nuevas cerradas aunque producían mascarillas y botellas de oxígeno se han hecho famosas en las redes sociales. Los trabajadores, no el Estado, tienen que ser propietarios de sus herramientas de producción de los bienes comunes, los accionistas han de ser echados sin indemnización y los prestamistas sin que se les devuelvan sus préstamos. 

Otra cosa: los recursos de las personas no tienen que depender de los azares de su empleo. El confinamiento deja sin protección a todos los independientes y genera un paro parcial lleno de agujeros que va a reducir los recursos de los empleados de la empresa privada y de los contratados por el estado. Mientras que los funcionarios conservan su salario que está ligado a su persona no a su empleo. Sólo el salario ligado a la persona (el de los funcionarios, el de los asalariados con un estatuto, el de los pensionistas…precisamente los que se ven atacados por los gobiernos de la UE) nos permitirá salir de la forma capitalista de remuneración , que la liga a la medida de las actividades aleatorias con la red de seguridad del ingreso básico. Nuestras personas deben liberarse de estos azares, y verse reconocidas por un salario de por vida desde los 18 hasta la muerte, un salario que se plantee como un derecho político en una diferencia de 1 a 3. Cada cual cuando llega a la mayoría de edad, sea cual sea su pasado escolar o invalidez, tiene derecho en un primer nivel de cualificación a  1700 euros netos del Smic reivindicado y puede progresar hasta un salario techo de  5000 euros netos : más allá de esa cifra las remuneraciones no tienen sentido. Derecho político de todo adulto que viva en el territorio nacional, el salario puede estancarse pero nunca disminuir o suprimirse. 

Bernard Friot, defensor del salario de por vida

La propiedad de toda herramienta por parte de los trabajadores y el salario ligado a la persona suponen una fuerte socialización del  PIB. Más de la mitad lo está ya en impuestos y cotizaciones sociales. Hay que ir más lejos. El valor añadido de las empresas debe ser dirigido no a remuneraciones directas y al beneficio sino a cajas gestionadas por los trabajadores, como ocurrió con el régimen general de 1947 a 1967. Darás los salarios y subvencionarán inversiones, también creando moneda. Entonces podemos liberar nuestras vidas y nuestro país del capital.

La epidemia ha puesto en evidencia el estado de la salud pública tras 40 años de políticas liberales. Por azares del calendario la epidemia ha obligado al gobierno a suspender la reforma de las pensiones. Enfermedad, vejez: dos ramas de la seguridad social unidas por los acontecimientos. 

Como están haciendo Ambroise Croizat y los demás detenidos en la « Maison carrée » de Argel, ¿prepararemos un plan completo de la seguridad social? ¿aprovecharemos este período para reflexionar sobre las reivindicaciones que haremos cuando acabe el confinamiento? Entre otras una reconstrucción de la seguridad social en sus estructuras revolucionarias de 1946, anulando las exoneraciones de las cotizaciones patronales, reivindicando que aumenten. El aumento  de las cotizaciones permitió a la seguridad social subvencionar la construcción de Centros hospitalarios Universitarios (CHU) a principios de los 60, transformando los mortuorios en fábricas de salud.  

Otras reivindicaciones irrenunciables: planes de nacionalización de la industria farmacéutica y de la investigación científica. Aprovechar la epidemia para reconquistar derechos equivaldrá a darle la vuelta a la “estrategia del choque”. 

1 Alain Badiou : L’hypothèse communiste, Ed Lignes

2 Emmanuel Todd : La lutte des classes en France au 21e siècle. Ed Seuil

3 Naomi Klein : La stratégie du choc. Ed Babel