escritos de Lali Riera
Me pasa Lali unos textos para que los ponga aquí.
PARA QUIEN SE ACERCA AL OPUS DEI BUSCANDO UN AMIGO
No busques entre la gente del OD a una amiga, lo más apreciable que puede tener una persona, otro yo. Dios mismo es tu Amigo y tú amiga de El, con quien se comparte todo. No son amigas pero tienen toda la apariencia, la verdad es muy otra. Se acercan a ti desde el primer momento por interés, se hacen las encontradizas y te envuelven con sus amabilidades, les interesa todo lo tuyo pero porque te examinan te cuentan algo de ellas.
Toda la información que saben de ti, todo lo que te van imponiendo y sobre todo “aconsejando” que se les da muy bien, toda tu vida y milagros, todos tus secretos íntimos, lejos de ser guardados como un tesoro, porque son tus amigas, los saben los directores, sus familias, los sacerdotes, todas las numerarias de 5 provincias y los directores que por escala llegan hasta Roma. Es tal el chismorreo que hay so capa de que hay que rezar por las vocaciones que de saberlo no saldrías a la calle.
No buscan tu bien, no te dan lo que necesitas, no te quieren, no se dan, no buscan tus verdaderas necesidades, sino que lo que cuentan es que poco a poco vayas cediendo y cuando te dicen lo que Dios quiere de ti y te imponen la supuesta “voluntad de Dios” para ti que siempre la saben mejor que tú, y te ven apta, van a por ti como vocación. Si no te ven apta para ser del OD te dan esquinazo y se pierden porque pierdes para ellos valor.
Luego intentarán sacarte el dinero so capa de ser cooperadora para unos proyectos maravillosos que en muchas partes pasan a las cajas de los centros de las numerarias para sus voluminosos gastos.
Buscaban de ti que seas uno de ellos, agrandar el OD, más gente, más poder, más dinero y más apoyos en distintos sectores para agrandar influencias y que les ayuden en sus planes y problemas personales y colectivos, Para ellos esto es algo positivo. Según ellos no hay otro camino en la tierra para ir a Dios como el suyo para llegar a la santidad y en realidad la que era tan amiga tuya en quien confiabas por todo lo que te ha enseñado, en realidad buscaba la medalla más codiciada en el OD, llevar vocaciones y con eso se llevan la honra, la veneración, la admiración de todos. Es el trofeo más buscado y cuentan el número de vocaciones que han llevado cada una. Y sino, no vales, no eres “santa”.
¿Más mentiras? Lo que predican y lo que viven porque se las saben todas, están muy bien instruidas. Son la perfección en teorías, te enseñan verdades de la Iglesia como propias, se creen los más doctos, los que más estudian, los más eruditos. Los pioneros, pensadores doctos, la avanzadilla y vanguardia de la Iglesia y de la buena doctrina, los que a la vez están enraizados en los Padres de la Iglesia. Los de siempre y que lo hacen para servir a la Iglesia y a las almas. Mentiras que se creen porque en realidad no he visto camino más selectivo, arcaicos en doctrina, despectivos, ávidos de dinero, consiguiéndolo con astucia, dicen que son de la teología de siempre, a la vez la vanguardia con sus estudios. Que recen más, que sean más humildes, que verán la verdadera caridad y la verdad de lo que necesita la Iglesia y ellos mismos.
Se creen los poseedores de la verdad absoluta. No he visto gente más ciega hacia los valores básicos de la Doctrina y de la humanidad. Se sirven a sí mismos, ni saben que existen otros caminos y si los conocen es para despreciarlos. Repito, como ellos nadie. A todos quieren inculcar su espíritu y su forma de hacer. Será que Dios sólo los mira a ellos. Esta asquerosa soberbia echa para atrás a los caminos que en su sencillez si que alcanzan la santidad. También echa para atrás a Dios. Anclados en sus teorías, ni atisban las necesidades de la Iglesia, hacen y deshacen en la Iglesia lo que se les antoja, pero no lo que realmente necesita la Iglesia actualmente.
Aunque miren no ven lo que Dios pide para el mundo. Por su soberbia los salvadores ciegos necesitan ser salvados. Anclados en el pasado se pierden las mejores, lo que hacen y prohíben a los demás no lo puede hacer un normal ni Dios lo quiere.
Te enseñan a mentir si es cara a los demás, no es trigo limpio, no hay fondo sano. Cuanto bueno predican, qué belleza, qué horizontes, conste que es lo que dice la Iglesia, pero habría que verlas en sus centros. ¡Hipócritas! ¡Qué barbaridades! ¡Qué sonrientes y amables por fuera! y con la gente pero como se apuñalan por detrás entre ellos, se quejan por detrás, ocultos, por la espalda se dicen de todo, se critican, descalifican, fiscalizan, machacan y por delante sonríen y tienen toda clase de amabilidades. Y lo ven tan normal, son traidoras y justicieras, ésta es su verdad. Cierto que lo revisten de toda clase de leyes justas ¡familia! ¡por su bien! ¡para el buen gobierno!
Viven con otras personas que no se conocen, que no se quieren. Sí que quieren, títulos y honra y son clasistas. Una vez me dijeron que no le preguntara a una numeraria por el trabajo de su padre porque era carpintero. Te enseñan a mentir a ser falsos con los demás pero no se te ocurra mentir a los directores, aunque ellos pueden mentir siempre que quieran a los que van a verlos. No vas a hablar con una persona, vas a hablar con un robot programado que se salta toda humanidad.
Qué pena que valoren tanto los títulos, ¡qué pena! Que sólo sirven para colgarlos en la pared porque hay verdaderos desastres con títulos y verdaderas maravillas sin título. ¡Qué ceguera da la soberbia! Conviven con las mentiras por supuesto disimuladas, como algo normal y natural y con derecho a ellas.
Buscando una definición que incluya todo lo que es una numeraria la he encontrado en la palabra zorra. Las retrata, y quien diga que no es que es tonto o no las conoce. Definición: astuta, disimulada, hipócrita, maliciosa, pícara y tramposa.
Y se creen que por ser del OD tienen el cielo ganado. Dios no está nunca entre las mentiras y la soberbia y sus derivados.
Lali Riera
PARA QUIEN SE ACERCA AL OPUS DEI BUSCANDO UN AMIGO
No busques entre la gente del OD a una amiga, lo más apreciable que puede tener una persona, otro yo. Dios mismo es tu Amigo y tú amiga de El, con quien se comparte todo. No son amigas pero tienen toda la apariencia, la verdad es muy otra. Se acercan a ti desde el primer momento por interés, se hacen las encontradizas y te envuelven con sus amabilidades, les interesa todo lo tuyo pero porque te examinan te cuentan algo de ellas.
Toda la información que saben de ti, todo lo que te van imponiendo y sobre todo “aconsejando” que se les da muy bien, toda tu vida y milagros, todos tus secretos íntimos, lejos de ser guardados como un tesoro, porque son tus amigas, los saben los directores, sus familias, los sacerdotes, todas las numerarias de 5 provincias y los directores que por escala llegan hasta Roma. Es tal el chismorreo que hay so capa de que hay que rezar por las vocaciones que de saberlo no saldrías a la calle.
No buscan tu bien, no te dan lo que necesitas, no te quieren, no se dan, no buscan tus verdaderas necesidades, sino que lo que cuentan es que poco a poco vayas cediendo y cuando te dicen lo que Dios quiere de ti y te imponen la supuesta “voluntad de Dios” para ti que siempre la saben mejor que tú, y te ven apta, van a por ti como vocación. Si no te ven apta para ser del OD te dan esquinazo y se pierden porque pierdes para ellos valor.
Luego intentarán sacarte el dinero so capa de ser cooperadora para unos proyectos maravillosos que en muchas partes pasan a las cajas de los centros de las numerarias para sus voluminosos gastos.
Buscaban de ti que seas uno de ellos, agrandar el OD, más gente, más poder, más dinero y más apoyos en distintos sectores para agrandar influencias y que les ayuden en sus planes y problemas personales y colectivos, Para ellos esto es algo positivo. Según ellos no hay otro camino en la tierra para ir a Dios como el suyo para llegar a la santidad y en realidad la que era tan amiga tuya en quien confiabas por todo lo que te ha enseñado, en realidad buscaba la medalla más codiciada en el OD, llevar vocaciones y con eso se llevan la honra, la veneración, la admiración de todos. Es el trofeo más buscado y cuentan el número de vocaciones que han llevado cada una. Y sino, no vales, no eres “santa”.
¿Más mentiras? Lo que predican y lo que viven porque se las saben todas, están muy bien instruidas. Son la perfección en teorías, te enseñan verdades de la Iglesia como propias, se creen los más doctos, los que más estudian, los más eruditos. Los pioneros, pensadores doctos, la avanzadilla y vanguardia de la Iglesia y de la buena doctrina, los que a la vez están enraizados en los Padres de la Iglesia. Los de siempre y que lo hacen para servir a la Iglesia y a las almas. Mentiras que se creen porque en realidad no he visto camino más selectivo, arcaicos en doctrina, despectivos, ávidos de dinero, consiguiéndolo con astucia, dicen que son de la teología de siempre, a la vez la vanguardia con sus estudios. Que recen más, que sean más humildes, que verán la verdadera caridad y la verdad de lo que necesita la Iglesia y ellos mismos.
Se creen los poseedores de la verdad absoluta. No he visto gente más ciega hacia los valores básicos de la Doctrina y de la humanidad. Se sirven a sí mismos, ni saben que existen otros caminos y si los conocen es para despreciarlos. Repito, como ellos nadie. A todos quieren inculcar su espíritu y su forma de hacer. Será que Dios sólo los mira a ellos. Esta asquerosa soberbia echa para atrás a los caminos que en su sencillez si que alcanzan la santidad. También echa para atrás a Dios. Anclados en sus teorías, ni atisban las necesidades de la Iglesia, hacen y deshacen en la Iglesia lo que se les antoja, pero no lo que realmente necesita la Iglesia actualmente.
Aunque miren no ven lo que Dios pide para el mundo. Por su soberbia los salvadores ciegos necesitan ser salvados. Anclados en el pasado se pierden las mejores, lo que hacen y prohíben a los demás no lo puede hacer un normal ni Dios lo quiere.
Te enseñan a mentir si es cara a los demás, no es trigo limpio, no hay fondo sano. Cuanto bueno predican, qué belleza, qué horizontes, conste que es lo que dice la Iglesia, pero habría que verlas en sus centros. ¡Hipócritas! ¡Qué barbaridades! ¡Qué sonrientes y amables por fuera! y con la gente pero como se apuñalan por detrás entre ellos, se quejan por detrás, ocultos, por la espalda se dicen de todo, se critican, descalifican, fiscalizan, machacan y por delante sonríen y tienen toda clase de amabilidades. Y lo ven tan normal, son traidoras y justicieras, ésta es su verdad. Cierto que lo revisten de toda clase de leyes justas ¡familia! ¡por su bien! ¡para el buen gobierno!
Viven con otras personas que no se conocen, que no se quieren. Sí que quieren, títulos y honra y son clasistas. Una vez me dijeron que no le preguntara a una numeraria por el trabajo de su padre porque era carpintero. Te enseñan a mentir a ser falsos con los demás pero no se te ocurra mentir a los directores, aunque ellos pueden mentir siempre que quieran a los que van a verlos. No vas a hablar con una persona, vas a hablar con un robot programado que se salta toda humanidad.
Qué pena que valoren tanto los títulos, ¡qué pena! Que sólo sirven para colgarlos en la pared porque hay verdaderos desastres con títulos y verdaderas maravillas sin título. ¡Qué ceguera da la soberbia! Conviven con las mentiras por supuesto disimuladas, como algo normal y natural y con derecho a ellas.
Buscando una definición que incluya todo lo que es una numeraria la he encontrado en la palabra zorra. Las retrata, y quien diga que no es que es tonto o no las conoce. Definición: astuta, disimulada, hipócrita, maliciosa, pícara y tramposa.
Y se creen que por ser del OD tienen el cielo ganado. Dios no está nunca entre las mentiras y la soberbia y sus derivados.
Lali Riera
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