Nunca hay colmo con el Opus
La paciencia infinita que hay que tener con el Opus. Ahora resulta que no se puede dar la propia opinión en un blog que he creado para decir mis pensamientos. No los de los demás. ¿Por qué toda esa gente que viene aquí a insultar no se molesta en crear su propia página y decir allí lo que les salga? Es la técnica opusina. Destruyamos todo lo que se nos oponga, con las mentiras y patrañas más absolutamente increíbles. Jamás me acerco a los blogs opusinos, no sé ni si existen. Yo no me pongo a insultar en los trabajos de los demás. Y tengo que soportar que vengan a invadir mi espacio con su basura. No me meto en vidas ajenas que desconozco. Cuento la mía. Y es la que es.