Gregarismo

Me han preguntado si tras mi experiencia no me he metido en ningún grupo cristiano. La verdad que en esto me siento muy identificada con lo que leí en el libro de Carmen Tapia, dice que ella huye hasta de la G de grupo. También he observado que es una especie de meta en algunas personas que dejan el opus, buscar un grupo de acogida con el que compartir. A veces me pregunto si más que la fe lo que estamos buscando es no sentirnos a la intemperie.

Es difícil iniciar una vida nueva por cuenta propia, creo que es lo que más miedo da de salir adelante. Pero es posible. Yo me he dado cuenta de que antes de "juntarnos" con otros los ex opus necesitamos "ponernos a punto" por dentro. Aclararnos nosotros mismos qué queremos en la vida, y eso necesita su reposo y su tiempo. Al principio de la salida eres un marciano llegando a la tierra, no encuentro otra expresión mejor.

Pienso que una vez que vas encontrándote a tí como la persona que nunca fuiste, todo se va poniendo lentamente en su lugar. Hemos de dejar atrás el gregarismo de creernos personas por formar parte de algo. Cada uno de nosotros valemos aunque no tengamos ni el carné del Real Jaén. No hace falta estar en nada apuntado, esa necesidad del grupo para mí es un resto de nuestra etapa dentro del rebaño. El espíritu está en la vida misma, en cualquier pequeño ser vivo hay espíritu, hay alegría de vivir. Sólo hace falta abrir la mente para captarlo, ese quizás es el ejercicio más complicado.
Ana Azanza