Para el último testimonio que ha aparecido sobre Enrique Rojas
Para el último testimonio que ha aparecido de Enrique Rojas
(Ha escrito en los comentarios del 11 Oct. 2008 en la entrada "Más sobre psiquiatras")
Si te sirve de consuelo tu relato de hechos es similar al del resto (hay que tener en cuenta que ese "resto" que habla y cuenta son "los salvados", de los que sucumbieron a la trampa de Rojas, no sabemos nada; personalmente dudo mucho que tengan/tuvieran capacidad e información para denunciar).
A tí te distingue que aunque te inyectó, fuiste mucho más precavido que la media y no confiaste nunca totalmente en él (otros fuimos a hablar con Rojas sin ningún tipo de sospechas, yo la primera; como la más imbécil del mundo, creí que podía discutir abiertamente con un individuo que era "catedrático de la UCM " con todas mis cartas sobre la mesa, nunca pensé que estaba ante un criminal sin escrúpulos).
Quería contestarte a lo que dijiste en uno de tus comentarios, a la vez que te aclaro entre informes, certificados y la "falta de improvisación" que le atribuyes,
"No me ha extrañado nada que Rojas se meta en líos, pero con lo de los informes-certificados ha demostrado una torpeza desmedida".
No lo considero "torpeza" sino exigencias del guión. La falta de improvisación es lógica. Enrique Rojas no actúa con improvisación si no con premeditación y alevosía.
El paciente o usuario de una consulta de psiquiatría está en una situación especialmente vulnerable (y si no está, Enrique Rojas hace que la situación se produzca cuando decide que la víctima le interesa).
En el caso de María Menchaca lo consiguió con medicación, en el caso de Saturio le puso a toda la familia en contra, en mi caso se les dijo a mis hijos adolescentes y resto familia que era una enferma mental "que no me hicieran caso y me siguieran la corriente".
A María Menchaca su médico de cabecera le tiró la medicación. María se le escapó al dejar de ir a su consulta. Emitió informe clínico y se ratificó en el mismo aconsejando al Tribunal que no le dieran la guardia y custodia de los hijos a la madre.
Enrique Rojas no tenía que quitarla de en medio ni incapacitarla. Su patrimonio procedía de su herencia y no pasaría a manos de su marido. Tenía un padre culto y entendido que no lo hubiera permitido.
María decía que sólo interesaba la guardia y custodia de los niños porque con la administración de la herencia que éstos tenían de su abuela (la madre de María), ya era más que suficiente.
En mi caso, Rojas tenía que quitarme de en medio para que no siguiese al frente de la empresa. Mi tutor, sin ninguna duda hubiese sido mi entonces marido.
A Rojas no le quedó otra que emitir los certificados prescribiendo internamiento. Le dije que cualquier relación que creyese existiera entre nosotros quedaba rota.
Enrique Rojas sabía que no volvería a aparecer por su consulta, que iba a pedir una 2ª opinión para desemascararlo ante mis hijos y que había descubierto su gran secreto. Su "NO cátedra en la UCM". Me conocía. Era cuestión de que la suerte antes o después, me acompañase para probarlo.
En el caso de Saturio, Rojas no necesitaba emitir ningún documento. Sólo necesitaba que su madre, que tenía el usufructo que Saturio gestionaba, le retirara su confianza.
Malmetió verbalmente con ella (Saturio dice que le dijo que era un esquizofrénico y que cualquier día cometería una locura, la atemorizó; con mi madre también hicieron lo mismo al fallar los intentos de internamiento, la atemorizaron con "lo que le pudiera hacerle yo" para que no me prestase ayuda; con mis hijos ídem; "el ex" llegó a contratar a un "gordo" al que presentaba como "su guardaespaldas", para hacer más real el teatro).
El resumen, es que Enrique Rojas sólo ha emitido documentos cuando no ha tenido otra salida para alcanzar su objetivo. Esos documentos, que en nuestros casos resultaron fallidos, han sido nuestra única prueba para poder sentarlo en el banquillo.
No sabemos si emitió otros con los que pudo culminar el plan previsto y nunca más se supo.
El plan inicial tanto con María Menchaca como conmigo era que nos internáramos voluntariamente al encontrarnos fatal por la intervención que a nuestra espalda había tenido en nuestras vidas (con María mediante medicación, aunque antes quiso inyectarla, se negó), conmigo, por la manipulación de mi entorno.
El resto de afectados que han aparecido, ninguno tiene factura. Aunque "el ex", sí las tenía (yo lo desconocía, a mí nunca me las dio e incluso lo requerí por burofax y con testigos). Las descubrí en la carpeta de la renta (para "el ex", con independencia de lo que pagara a Rojas por los "servicios a medida", la pela era la pela, en esa época se desgravaban los gastos médicos).
Te he contado esto, para que veas que no es "torpeza". La tajada era buena y las circunstancias imprevistas llevaron a que no tuviese otra opción.
Rojas no daba ningún documento escrito. Ten en cuenta que en nuestros casos, estos documentos, se los dio a sus cómplices, no a nosotras.
Tú mismo has dicho lo que te costó que te diese factura de tus más de 250 mil ptas.
Las recetas, es otro cantar. Si no se acompañan de facturas como prueba, puede decir que realizó la consulta gratis y no existe responsabilidad, ya que a todo el entramado Rojas hay que añadirle el tráfico de influencias eclesial y franquista (esto quiere decir que por cualquier resquicio lo salvaran).
No sabes como me alegro que el destrozo de Enrique Rojas en tu vida, se remonte sólo a algo más de 250 mil ptas. Aunque no deja de ser un timo perverso y maquiavélico por la relación de la que se aprovecha, es una gran suerte. ¡Felicidades!
Un saludo, isabel caballero
Nota: Lo que llamas "perfusiones", lo conocemos como "los sueros en vena que chuta Enrique Rojas".
Es imposible saber si a todos os ha metido lo mismo o la misma dosis. Lo único que sabemos es que a todos os ha cobrado un pastón por los sueros (tengo la impresión que vino una 2ª etapa donde empezó a administrar más diluidas estas inyecciones, los mezclaba con suero, tumbaba a la gente en la camilla y se alargaba el tiempo del chute).
Veo que lo llamas "Rojas" (en lugar de Enrique Rojas). Yo también lo conocí como "Rojas".
Hace tiempo que dije que Enrique Rojas, antes, era sólo "Rojas". Se identificaba así para aprovechar el tirón que tenía Luis Rojas Marcos (el profe o quizás ya exprofe de Nueva York), de tal forma que aun mucha gente lo confunde con él. Piensan que es el mismo.
A partir de la sentencia del caso Menchaca, mi demanda, denuncias y querella, al "Rojas" de antes comenzó a auparlo públicamente el PP y pasó a identificarse como Enrique Rojas
Comentarios
Agradezco tu comentario en esta portada.
Me gustaría matizar algunas cuestiones que aquí afirmas:
a)Mis referencias a informes y/o certificados eran a nivel generico, solo queria resaltar que un profesional que miente ó falta a la verdad por escrito es torpe por que deja una prueba material de su falta-delito, con muchas posibilidades de que lo usen en su contra.
b)Respecto a su escasa capacidad de improvisar, creo que lo expuse en alguna entrada anterior, fue por que tras una consulta con la psicóloga Ana, aparecio Rojas con su objetivo psicologico preparado, curiosamente durante la espera mi estado animico cambió y el "señorito" a pesar de que en ese momento no venía cuento y así se lo dije, me dictó el objetivo que tenía preparado. Tenía muchas opciones y sin embargo lo percibí sin recursos.
c)Es un poco duro que digas que el destrzo en mi vida fue solo el económico. Cuando estas realmente deprimido y el "especialista reconocido" te decepciona seriamente el resultado es que te hundes mucho mas, no te puedes ni imaginar cuanto.
A pesar de los años transcurridos siempre tuve curiosidad por ver como acabaría este tipo y la verdad es que me ha demostrado que mis sospechas eran fundadas.
Gracias por tu información.
Un saludo.
Hasta otra.
Copernico.
No desprecio tu daño sino que pienso q a todos nos hubiera gustado ser precavidos como tú, confiar menos y sobre todo que al mostrar desacuerdo y cortar con Enrique Rojas, éste nos hubiera dejado en paz y no siguiera actuando sobre nosotros a n/espalda.
El comentario era un halago. A mí me gustaría haber sabido mantenerme en alerta y no dar por hecho que como era "catedrático UCM", jamás pasaría el límite de la ética; me equivoqué de mucho, pasó con creces hasta el de la ley.
Mi calificación, se debía fundamentalmente a que conozco a una chica que con 20 años estuvo 6 años (en lugar de 6 meses como tú) y éstos, en cama por los sueros (en este caso semanales), además de sacar a su familia todo lo que tenían, humillar, hundir... A los padres, Rojas los aleccionaba y hasta que se dieron cuenta pasó el tiempo... cada día estaba peor ¿cómo se la iban a llevar de la consulta "del catedrático"?.
La madre, fue en persona varias veces a pedir a Enrique Rojas la factura; como se negaba, incluso le ofreció q se la hiciera por menos importe.
Rojas, q sabe bien con quien trata, le dijo que no "que no era costumbre de la consulta dar factura".
También está Saturio, de momento con dos infartos, tardó años en saber q Enrique Rojas estaba detrás de lo que le sucedía; creo, q sin recuperar de las secuelas todavía y con otras dispares q van apareciendo.
Google: "Mi experiencia...Saturio" (su madre lo desheredó de muchos mlls., aunque antes de morir se dio cuenta y volvió a heredarlo, el dolor queda...).
Otros, medicados para "perseverar" en el Opus Dei, casos varios y, los casos de chanchullos con maridos. Aunque no fuésemos allí con depresión sino pq Rojas con una excusa nos hizo ir directa o indirectamente, salimos catastróficamente mal, sin credibilidad, etiquetados por "el catedrático UCM", con la vida rota, robados en mucho más de 250 mil y una dosis altísima de ansiedad por el miedo y la incertidumbre soportada.
En todos hay un daño moral tremendo, tiempo perdido, tiempo irrecuperable... más el sablazo.
La diferencia está en que con unos para alcanzar el objetivo necesitó cometer "torpeza", que fueron y son nuestras únicas pruebas contra "el catedrático Complutense".
Ayer recibí una información, que desde mi sentido común e ignorancia jurídica, interpreto como que ya se han buscado motivos para pedir nueva suspensión en Octubre.
Me gustaría equivocarme, pero quizás a tu curiosidad le quede tiempo.
Un saludo,
Puede que Rojas siga durante meses ó años atrasando los pleitos, pero le encanta presumir, darse autobombo, creo que le vendría muy bien (lo está pidiendo a voces) que se le boicoteen sus actos públicos. Creo que si sintiera esa presencia, preferiría la sentencia judicial ó dejaría los actos públicos.
Alguien tan desleal, mezquino y aprofesional, se merece algo más que una sentencia judicial dentro de unos años.
A Rojas no se le puede solo “jugar limpio”, no es esa la manera de luchar contra el “loquero pijo” y los que lo soportan.
Hasta otra.
Un saludo.
Sobre el boicot q crees se merece Enrique Rojas, de momento, no estoy en la etapa de "darle su merecido". Aunque llevo muchos años esperando, no pierdo la esperanza q sea la justicia española quien se lo dé.
Ahora bien, desde el 1er momento supe q debía impedir que mi caso (q era el único que conocía entonces, lo repitiera en otros).
El único medio a mi alcance para conseguirlo, además de denunciar por las vías oficiales, era y es informar. Por lo q acepto encantada ir a actos protagonizados por Enrique Rojas (ya q tenemos fundamentalmente que ir a "su mercado potencial"), que levantemos las manos, preguntemos, informemos a los asistentes verbalmente y con fotocopias de la documentación q tenemos, a la entrada y/o salida del acto e incluso si se tercia, pongamos una mesita de avituallamiento e información en la acera de enfrente o, en la puerta del vecino del evento (este blog lo frecuenta una partidaria de las mesas de información; Kari, estás?) y si hay que cantarle algo acorde con la ocasión, dentro o fuera pq no nos sirva la marsellesa o el himno nacional, también me apunto a ensayarlo.
Puedes contar conmigo para todo lo q sea informar e incluso para sentarme en el suelo y no moverme aunque me tengan q sacar los seguratas o la policía en volandas. Pero todo esto Copérnico, no es boicotear, sino bien informar a la sufrida ciudadanía que al fin y al cabo es el pueblo soberano al que le están dando gato por liebre.
Si sirve de algo, ya tenemos alguna experiencia. Y si más o menos estás de acuerdo, cuando quieras, puedes proponer lo q te parezca oportuno. Cuenta conmigo, pero no lo hagas por aquí porfa. No se trata de adelantar a Rojas nuestras novedades.
Si en un comentario le dices a Ana NO PUBLICAR y le das tu correo, no lo publicará y te pasaré el mío.
Un saludo, isabel
No se puede solo, al menos yo lo creo, dejar que la justicia haga “su trabajo”, cuando este personaje y los que lo sustentan, utilizan la prevaricación, el cohecho, el tráfico de influencia, de parte de las administraciones y poderes públicos en su beneficio propio y en el del Opus.
El hombre-anuncio, las octavillas a pie de consulta, las sentadas, los cánticos, las pancartas etc.…. son algunas de las formas de informar a los futuros damnificados así como a los fanáticos y proselitistas del vanidoso Rojas.
Por otro lado como ha escrito Francisco, en una entrada anterior, investigando al personal que trabajó en esa consulta debe haber relatos espeluznantes. Si algun/a ex_empleado/a de Rojas lee el blog, tiene una buena oportunidad para que contarnos las fechorías del “loquero pijo” desde la trastienda.
Rojas se merece que la gente conozca lo que hace a sus pacientes así como el trato que le dispensa el Colegio Oficial de Médicos de Madrid y el Ministerio de Justicia.
Esta entrada, más que adelantarle novedades, si la lee, le va suponer mirar a la última fila de la sala de actos y a la puerta de entrada cada vez que sea ponente en un acto público.
Hasta otra.
Saludos.
Copernico
Alguna empleada o exempleada (no recuerdo como se identificaba), ya dijo o confirmó algo.
Hay que tener en cuenta que los empleados o exempleados, son los mismos que han tenido q colaborar en cierta forma, obedeciendo.
Posiblemente tengan más miedo que los afectados. Aunque no son responsables, la desinformación hace mucho (todas las personas q vi allí como empleados, eran mujeres).
Hoy sé que pertenecían al Opus (forma de actuar, vestimenta...). A juzgar por lo que se dice en este blog y en otros sitios, no tienen información de como funciona nuestro mundo.
En cualquier caso, nadie les ha impedido que cuenten más de lo que han contado hasta ahora (si no se me ha escapado nada, ha sido más bien poco).
Mi discrepancia contigo es ninguna en cuanto a hechos.
En el planteamiento, en lugar de "Rojas se merece que la gente conozca...", para mí es, "la gente se merece conocer..." (en mi opinión, Rojas sólo se merece la inhabilitación de por vida y la cárcel).
Un saludo, isabel
He dado un vistazo y aunque no sé con certeza a quien te refieres de los que hemos escrito en este post, bien puede ser a mí, cuando digo que la madre fue en persona a pedir las facturas... recuerdo el caso (me refería a la madre de María, una adolescente a la que Rojas trató y tuvo en la cama unos 6 años, a consecuencia de los sueros que le chutaba).
Le decía constantemente que era una soberbia, bajaba su autoestima y ante los padres la ponía de hoja perejil...
Lo último que sé de María es que se fue de Madrid, bastante lejos, y era feliz.
Clavellina, olvídate de arts. del Cdgo con Enrique Rojas. No me encuentro con fuerzas para rebatírtelo y explicar de nuevo, pero como anécdota, algo muy fácil, que tendré explicado por aquí,
En la última sesión del juicio, uno de mis peritos dijo que Rojas lo había llamado dos veces en la semana anterior, para intentar que cambiase su testimonio.
(Intento de manipulación a un testigo o como quiera que se llame esta acción)
¿Qué crees que hizo el juez? Para empezar, el juez, se hubiese comido al perito por decirlo.
En cuanto a Rojas, ni siquiera lo amonestó, sin embargo sí amonestó al perito por desvelar también algo, creo que muy grave y también está contado, por aquí y por allí (buscaré el enlace).
Con esto te quiero decir, que todo lo que hayas estudiado de derecho, en este caso, servirá o no servirá en función de la rectitud de quien juzgue a Rojas (de momento, no ha servido nada).
Por motivos ajenos a la justicia y al derecho, con Enrique Rojas, creo que se ha visto un tráfico de influencias inusual y descarado.
Un saludo,