Reflexiones al hilo de Zizola
Pues sí, es cierto que es mucho palabrerío y que lo esencial sigue siendo y será lo mismo. Pero la vida real de las personas en la historia es bastante más rica que las "teorías esenciales", que acaban olvidándose bajo un mar de reglas y preceptos que ocultan la "voluntad de dominio" de unos sobre otros. Hay que luchar contra ello, más si se ha sobrevivido a la tiranía.
Los seres humanos tenemos muchos modos de disfrazar nuestra maldad, no se puede parar en este tema.
Hay que ver el mal que se puede hacer y se hace en el mundo con el nombre de Dios por delante. La mentira sigue funcionando de maravilla. Aunque sea agosto y todo esté cerrado, no por eso voy a dejar de escribir.
Acabo de empezar otro libro del periodista italiano Zizola sobre el pontificado de Juan Pablo II, un pontificado con muchas luces y sombras. Justamente enlaza con el tema del emocionado converso Verástegui, porque bajo ese largo papado hubo más gesto, espectáculo y movida de masas que enfrentamiento y solución de los problemas que acucian al catolicismo. Por ejemplo, el papa viajero que hizo tantos gestos ecuménicos con otras religiones, no se mostró nada comprensivo con el hecho de que no se puede imponer una forma cultural del catolicismo, la europea, occidental, escolástica al orbe.
Es raro que no se diera cuenta de la fuerza, el potencial que hay en los países de habla hispana, me parece que constituyen la mayoría de los católicos. Y en vez de entender que en América hay otra sociedad que la polaca y que la europea, que hay unos problemas y circunstancias que no se dan en Europa y que la vivencia y necesidades son otras, y que por supuesto Jesús lo dijo que estará siempre con el enfermo, el débil, el pobre, el miserable... se pusiera de parte de la política de los ricos y poderosos de este mundo en ese continente.
Fue un papa de espectáculo y de gestos, pero con la inquisición buscando herejes, y confiando en el opus dei punta de lanza de la "restauración" no vamos a ninguna parte.
También tuvo poco tacto con los ortodoxos rusos, nombrando allí un obispo que sabía molestaba. Tuvo decisiones de lo más inoportuno. El opus dei lo alabará por los siglos de los siglos, porque les dió todo: prelatura - independencia sancionada desde arriba, canonización exprés y su confianza ciega. Y procurarán que sea magno, doctor de la iglesia y lo que se presente. Pero el mal está hecho y eso no lo va a ocultar ni el opus dei ni nadie.
Es curiosa esa mezcla de su papado, apoyándose en las emociones de las masas, en los cánticos, en lo carismático y espectacular, no creo que haya habido otro líder religioso, cabeza de una iglesia tan viajero y movilizador, con el opus dei, pragmatismo y la mentalidad materialista y empresarial aplicada a la religión.
En más de una diócesis americana se quitó a un obispo amigo del pueblo, por ejemplo en Bahía estaba el famoso Helder Cámara, y se puso a un obispo opus dei.
Los seres humanos tenemos muchos modos de disfrazar nuestra maldad, no se puede parar en este tema.
Hay que ver el mal que se puede hacer y se hace en el mundo con el nombre de Dios por delante. La mentira sigue funcionando de maravilla. Aunque sea agosto y todo esté cerrado, no por eso voy a dejar de escribir.
Acabo de empezar otro libro del periodista italiano Zizola sobre el pontificado de Juan Pablo II, un pontificado con muchas luces y sombras. Justamente enlaza con el tema del emocionado converso Verástegui, porque bajo ese largo papado hubo más gesto, espectáculo y movida de masas que enfrentamiento y solución de los problemas que acucian al catolicismo. Por ejemplo, el papa viajero que hizo tantos gestos ecuménicos con otras religiones, no se mostró nada comprensivo con el hecho de que no se puede imponer una forma cultural del catolicismo, la europea, occidental, escolástica al orbe.
Es raro que no se diera cuenta de la fuerza, el potencial que hay en los países de habla hispana, me parece que constituyen la mayoría de los católicos. Y en vez de entender que en América hay otra sociedad que la polaca y que la europea, que hay unos problemas y circunstancias que no se dan en Europa y que la vivencia y necesidades son otras, y que por supuesto Jesús lo dijo que estará siempre con el enfermo, el débil, el pobre, el miserable... se pusiera de parte de la política de los ricos y poderosos de este mundo en ese continente.
Fue un papa de espectáculo y de gestos, pero con la inquisición buscando herejes, y confiando en el opus dei punta de lanza de la "restauración" no vamos a ninguna parte.
También tuvo poco tacto con los ortodoxos rusos, nombrando allí un obispo que sabía molestaba. Tuvo decisiones de lo más inoportuno. El opus dei lo alabará por los siglos de los siglos, porque les dió todo: prelatura - independencia sancionada desde arriba, canonización exprés y su confianza ciega. Y procurarán que sea magno, doctor de la iglesia y lo que se presente. Pero el mal está hecho y eso no lo va a ocultar ni el opus dei ni nadie.
Es curiosa esa mezcla de su papado, apoyándose en las emociones de las masas, en los cánticos, en lo carismático y espectacular, no creo que haya habido otro líder religioso, cabeza de una iglesia tan viajero y movilizador, con el opus dei, pragmatismo y la mentalidad materialista y empresarial aplicada a la religión.
En más de una diócesis americana se quitó a un obispo amigo del pueblo, por ejemplo en Bahía estaba el famoso Helder Cámara, y se puso a un obispo opus dei.
Comentarios
Se conoce que "santificó" a mucha gente entre ellos a Escrivá. Pero no se sabe a nivel popular, que lo hizo cepillándose a testigos competentes. Tampoco se conoce en la calle que concedió la Prelatura al Opus Dei (el 99% de los católicos no saben que es una Prelatura).
Pensándolo bien ¿qué argumentó para concederla?. ¿En qué beneficia a la Iglesia una Prelatura?
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Papa/cobrara/entrada/misas/oficie/Reino/Unido/elpepisoc/20100806elpepisoc_4/Tes
Por favor, si puede lea con atención la peripecia del Cardenal Newman. Saludos desde Bogotá.
http://www.larazon.es/noticia/240-medios-anticlericales-difunden-que-el-papa-cobra-entrada-a-sus-misas