FE ADULTA II
Es cierto que es cuestión de fe. Me parece rebajar a la fe y a la esperanza en la justicia llamarlas "mecanismo de defensa".
No sólo de experiencias y recuentos vive el hombre, en gran medida sí, pero no sólo. Tiene que haber más, si sólo nos basáramos en la experiencia de la humanidad, y yo mayormente en la experiencia histórica de todo el que ha osado medio decir algo de la verdad del opus dei, no habría llegado hasta el día de hoy en las condiciones actuales.
Con todo y todos en contra he salido adelante.
No me he quedado en una silla diciendo "tengo esperanza todo se arreglará". He dicho que tengo esperanza y he actuado en consecuencia, defendiéndome y luchando. No parando, a pesar de que algunos, también desde el cariño me decían: "Ana , déjalo, temo que van a poder contigo". A día de hoy son otros los que van al psicólogo y toman pastillas para dormir. No yo. Empezando por las opusianas que están droguis perdidas, con todos los ansiolíticos que se meten en el cuerpo desde la juventud.
Puedo presumir de que como dicen en francés, "duermo sobre mis dos orejas". Incluso, si la vecina no se pone los tacones a las siete de la mañana, me puedo quedar dormida como un lirón.
Si me hubiera a parado al recuento de lo que le había ocurrido a todo aquel que había salido del opus dei, la experiencia histórica existente hasta el momento y el recuento me habrían hundido definitivamente en la miseria. No habría hecho absolutamente nada. Y si por si acaso el recuento no me había "matao", vinieron luego durante unos cuantos años golpes de la derecha, de la izquierda, por el norte y por el sur. Un molimiento que ni don Quijote con molinos, yangüeses y demás aventuras. Me importó bien poco, la experiencia y el recuento. El tiempo va poniéndonos a cada uno en nuestro sitio cuando se lucha y cuando se trabaja.
En este país somos muy dados a decir estas cosas de la fe, que "Dios sabe más", que "Dios lo arreglará", y de que "todo es para bien". En el opus concretamente se usan mucho estas expresiones, como lugar donde se recoge lo más clásico de nuestro catolicismo español. Y sí, es verdad, Dios ayuda cuando te ayudas a tí mismo, las cosas salen adelante cuando se pelea, es decir cuando esa fe en que puede haber una justicia se pone en práctica.
Entonces los golpes que te ha dado la vida, son medallas porque los has resistido, y el que te ha querido hundir, se hunde él. Y pisoteándome y denigrándome han conseguido lo contrario: hacerme famosa.
Sin la ayuda de tantos que me han odiado con frenesí no habría salido adelante nada o muy poco.
Dios arregla si tú misma coges el martillo y te pones a dar golpes. Pero si te quedas mirando Dios no arregla porque eres tú la que tienes que llevar las riendas. Ya sé que esto sirve sólo para quien tiene fe. Pienso que la palabra fe necesita algunos correctivos en la práctica.
Y estoy segura de que si Pinochet se fue de rositas alguien que debía de luchar no lo hizo suficientemente. Es muy duro buscar la justicia, mucho más cómodo ver pasar la vida sentado, y sonriendo a todo el mundo cuando no todo el mundo lo merece, y entonces sí que la frase "todo se paga" se convierte en un consuelo y en un mero mecanismo de defensa.
Pero cuando se pelea no es un mero mecanismo de defensa, se hace real.
La justicia hay que buscarla. No está en la mano, y esa es nuestra lucha por la vida.
Los opusianos tienen también este lado "eficaz", con el cual reconozco que me identifico. Cuando han decidido hacer algo "van a por ello" caiga quien caiga. Efectivamente, eso es lo que vale en la vida. Lo que pasa que ellos hacen cosas malas, como engañar a los adolescentes y para hacer el mal caiga quien caiga, hay que elaborar mecanismos más sutiles de actuación. Si no sería terrible y nadie podría resistir haciendo tanta marranadas, no habría conciencia humana que pudiera soportar engañar a tantos constantemente.
Pero la cosa tiene de pie, porque es toda una sociedad de "bombos mutuos" en los que cuenta muchísimo el grupo, el reconocimiento de los superiores, el lavado cerebral con el que "despersonalizan" y hacen de la gente marionetas a disposición. Un eficacísimo método de aislamiento, ocultamiento del lado más sórdido, una presentación en sociedad impecable. Hay dinero para engrasar los mecanismos que hagan falta. Especialistas en viejitos y viejitas solteras ricachones y moribundos como nos están contando a lo largo y ancho de la geografía del planeta. En quedarse con los fortunones, y luego "sin miseria", pueden comprar voluntades fácilmente. Con la crisis nadie va a renunciar a un trabajo porque el empleador sea el opus dei. Demasiado complicado.
Y sin embargo los miembros del opus dei pagan Isabel, pagan muy caro su poderío. Tienen el miedo asegurado que todo el mundo muestra cuando se pronuncia la palabra opus dei. Son muy temidos porque en esta España hasta el más tonto saben como las gastan. No se habla de ellos por eso. Sabemos que "opus dei no tocar peligro de muerte".
Al mismo tiempo de ese poder económico real, y ese respeto que se les tiene tanto en la iglesia como en la sociedad, está la otra cara de la moneda. El precio en salud y "calidad de vida" de sus miembros, suicidios. De ello no se habla suficientemente tienen poder para ocultarlo y callar bocas. Y la gente no quiere "dejar mal a nadie" y menos al opus dei.
No me parece una bicoca estar enganchada a los ansiolíticos desde los treinta años, dependiente de un psiquiatra aunque seas megadirectora, vivas en Serrano, pases las vacaciones cada año en un parador cinco estrellas cada año diferente, te sirvan la mesa, te hagan la comida, no tengas ni que ir a la compra, y todo el mundo esté a cumplir tus mínimas órdenes.
El poderío opus, difícil de igualar, "tiene su "alto precio". Aquí no regalan nada", como cantaba Julio Iglesias.
Me he ido del tema: todo se paga cuando se lucha hasta el final porque se pague y se muere uno "con las botas puestas".
No sólo de experiencias y recuentos vive el hombre, en gran medida sí, pero no sólo. Tiene que haber más, si sólo nos basáramos en la experiencia de la humanidad, y yo mayormente en la experiencia histórica de todo el que ha osado medio decir algo de la verdad del opus dei, no habría llegado hasta el día de hoy en las condiciones actuales.
Con todo y todos en contra he salido adelante.
No me he quedado en una silla diciendo "tengo esperanza todo se arreglará". He dicho que tengo esperanza y he actuado en consecuencia, defendiéndome y luchando. No parando, a pesar de que algunos, también desde el cariño me decían: "Ana , déjalo, temo que van a poder contigo". A día de hoy son otros los que van al psicólogo y toman pastillas para dormir. No yo. Empezando por las opusianas que están droguis perdidas, con todos los ansiolíticos que se meten en el cuerpo desde la juventud.
Puedo presumir de que como dicen en francés, "duermo sobre mis dos orejas". Incluso, si la vecina no se pone los tacones a las siete de la mañana, me puedo quedar dormida como un lirón.
Si me hubiera a parado al recuento de lo que le había ocurrido a todo aquel que había salido del opus dei, la experiencia histórica existente hasta el momento y el recuento me habrían hundido definitivamente en la miseria. No habría hecho absolutamente nada. Y si por si acaso el recuento no me había "matao", vinieron luego durante unos cuantos años golpes de la derecha, de la izquierda, por el norte y por el sur. Un molimiento que ni don Quijote con molinos, yangüeses y demás aventuras. Me importó bien poco, la experiencia y el recuento. El tiempo va poniéndonos a cada uno en nuestro sitio cuando se lucha y cuando se trabaja.
En este país somos muy dados a decir estas cosas de la fe, que "Dios sabe más", que "Dios lo arreglará", y de que "todo es para bien". En el opus concretamente se usan mucho estas expresiones, como lugar donde se recoge lo más clásico de nuestro catolicismo español. Y sí, es verdad, Dios ayuda cuando te ayudas a tí mismo, las cosas salen adelante cuando se pelea, es decir cuando esa fe en que puede haber una justicia se pone en práctica.
Entonces los golpes que te ha dado la vida, son medallas porque los has resistido, y el que te ha querido hundir, se hunde él. Y pisoteándome y denigrándome han conseguido lo contrario: hacerme famosa.
Sin la ayuda de tantos que me han odiado con frenesí no habría salido adelante nada o muy poco.
Dios arregla si tú misma coges el martillo y te pones a dar golpes. Pero si te quedas mirando Dios no arregla porque eres tú la que tienes que llevar las riendas. Ya sé que esto sirve sólo para quien tiene fe. Pienso que la palabra fe necesita algunos correctivos en la práctica.
Y estoy segura de que si Pinochet se fue de rositas alguien que debía de luchar no lo hizo suficientemente. Es muy duro buscar la justicia, mucho más cómodo ver pasar la vida sentado, y sonriendo a todo el mundo cuando no todo el mundo lo merece, y entonces sí que la frase "todo se paga" se convierte en un consuelo y en un mero mecanismo de defensa.
Pero cuando se pelea no es un mero mecanismo de defensa, se hace real.
La justicia hay que buscarla. No está en la mano, y esa es nuestra lucha por la vida.
Los opusianos tienen también este lado "eficaz", con el cual reconozco que me identifico. Cuando han decidido hacer algo "van a por ello" caiga quien caiga. Efectivamente, eso es lo que vale en la vida. Lo que pasa que ellos hacen cosas malas, como engañar a los adolescentes y para hacer el mal caiga quien caiga, hay que elaborar mecanismos más sutiles de actuación. Si no sería terrible y nadie podría resistir haciendo tanta marranadas, no habría conciencia humana que pudiera soportar engañar a tantos constantemente.
Pero la cosa tiene de pie, porque es toda una sociedad de "bombos mutuos" en los que cuenta muchísimo el grupo, el reconocimiento de los superiores, el lavado cerebral con el que "despersonalizan" y hacen de la gente marionetas a disposición. Un eficacísimo método de aislamiento, ocultamiento del lado más sórdido, una presentación en sociedad impecable. Hay dinero para engrasar los mecanismos que hagan falta. Especialistas en viejitos y viejitas solteras ricachones y moribundos como nos están contando a lo largo y ancho de la geografía del planeta. En quedarse con los fortunones, y luego "sin miseria", pueden comprar voluntades fácilmente. Con la crisis nadie va a renunciar a un trabajo porque el empleador sea el opus dei. Demasiado complicado.
Y sin embargo los miembros del opus dei pagan Isabel, pagan muy caro su poderío. Tienen el miedo asegurado que todo el mundo muestra cuando se pronuncia la palabra opus dei. Son muy temidos porque en esta España hasta el más tonto saben como las gastan. No se habla de ellos por eso. Sabemos que "opus dei no tocar peligro de muerte".
Al mismo tiempo de ese poder económico real, y ese respeto que se les tiene tanto en la iglesia como en la sociedad, está la otra cara de la moneda. El precio en salud y "calidad de vida" de sus miembros, suicidios. De ello no se habla suficientemente tienen poder para ocultarlo y callar bocas. Y la gente no quiere "dejar mal a nadie" y menos al opus dei.
No me parece una bicoca estar enganchada a los ansiolíticos desde los treinta años, dependiente de un psiquiatra aunque seas megadirectora, vivas en Serrano, pases las vacaciones cada año en un parador cinco estrellas cada año diferente, te sirvan la mesa, te hagan la comida, no tengas ni que ir a la compra, y todo el mundo esté a cumplir tus mínimas órdenes.
El poderío opus, difícil de igualar, "tiene su "alto precio". Aquí no regalan nada", como cantaba Julio Iglesias.
Me he ido del tema: todo se paga cuando se lucha hasta el final porque se pague y se muere uno "con las botas puestas".
Comentarios
Cada uno nos ayudamos a nosotros mismos siendo valientes, cualidad extraña en España. En general, somos un país aborregado, salvo excepciones contadas.
Por cierto, ¿por qué en el programa en Onda Cero de Carlos Herrera nunca hablan de los atropellos del Opus? ¿Leerán los correos e informaciones expresadas en esta página y similares? ¿Qué hacen con los correos que llegan a la emisora? ¿Son de su interés?
¿Tendrá que ver con que el presidente de Onda Cero, Javier González Ferrari fue profesor en la Universidad de Navarra? ¿O son las conexiones del grupo Planeta propietaria de la cadena?
¿Alguien me lo puede aclarar?
Comparar la fe o la esperanza con los mecanismos, en absoluto es rebaja para la fe o la esperanza.
Me parece que se ha mezclado la clase de justicia de la que hablaba Kari, que era a la que yo me refería y que se identifica con "Siéntate en la puerta de tu casa a esperar y verás el cadáver de tu enemigo pasar".
En esa clase de justicia es donde digo que si contáramos en una buena muestra, veríamos que unas veces se da y otras no (a veces llueve y a veces no).
Se supone que esta justicia llega sola sin que hagamos nada para que llegue (el pregón sobraría). La entendemos como el pago que da la vida porque sí, sin ayuda de nada (la ley) ni de nadie (denunciantes).
Pienso que con alguien que haya hecho mucho mal, pq tenga un cólico, un simple dolor de cabeza o al final de sus días le den un disgusto dándole un palo a su patrimonio - cuando ya ha disfrutado de él -, no podemos aplicar el san benito "está pagando" o "ha pagado".
Ni siquiera si muere de un mal cáncer. Cuanta gente muere de un mal cáncer u otra enfermedad horrible, sin haber hecho daño.
La esperanza en el "pago", cuando no se ha dado justicia humana, es un mecanismo que ayuda mejor a las víctimas a soportar el daño (creyentes y no creyentes).
La justicia que se busca, poniendo todos los medios humanos para que se dé, mediante tribunales y otros métodos (pongamos "información y difusión de hechos y perfiles de organizaciones e individuos", por ejemplo), es otro cantar. No es la justicia de "Siéntate en la puerta de tu casa a esperar...".
¿Alguno de estos era del Opus?
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/lista/Franco/Holocausto/elpepusocdmg/20100620elpdmgrep_1/Tes
http://www.insurgente.org/index.php?option=com_content&view=article&id=4207:sobre-el-imperio-del-opus-dei-en-navarra&catid=124:patxi-zamora&Itemid=323
¿Estamos de acuerdo que con nuestros impuestos se financie al Opus Dei?