enrique rojas, el psiquiatr que dicta instrucciones a maridos
Se acumulan temas, por una parte el asunto de Navarra en manos de PP_UPN_Opus que sí, hace décadas que eso así estamos. Las huestes de la derecha navarra se crían en Miravalles, Redín, Irabia, universidad de Navarra. No saben ni les interesa que hay más mundo a poco que miraran por encima de las murallas de Pamplona o de las montañas del Pirineo, ¡vaya reducto histórico que se ha convertido la comunidad foral! de museo, si no fuera por la mala leche que gastan todos ellos. Cuesta distinguir donde empieza una insitución y donde acaba otra. Que les vaya bien con el congreso. En esto de lebianismo y homosexualidad, ¿por qué damos por supuesto que estas "enfermedades" no les afectan en primer lugar a ellos mismos? yo no lo descartaría tan alegremente. Es la doble moral de toda la vida.
Y por otra manuscritos de Rojas que envía Isabel, un gran testimonio de instrucciones dadas por el doctor al marido y a la hija mayor de Isabel sobre como proceder con ella. Punto de partida: ya sabemos que Isabel no está enferma. Sin embargo, paso 2, "conviene" hacerle creer que lo está, porque en esto de la enfermedad mental hay un componente psicosocial de primera magnitud. ¿Cómo superar las maledicencias generales en torno a tu persona? sé de qué hablo. Y tiene su tela. De forma que Isabel no está enferma pero vamos a actuar como si lo estuviera, y en conclusión, lo normal, porque es de eficacia probada, ¡lo hemos hecho tantas veces y nos ha salido bien! es que al final efectivamente una se ponga enferma por inducción del entorno social. Horrible. Pues sí, pero real. Lo hemos vivido.
Isabel, lo del orfebre es lenguaje opusino, hay que dejarse hacer en las manos del director como la pieza de orfebrería, el director va tallando, y bla, bla, bla... Rojas utiliza muchas expresiones sacadas de la farmacopea opus de almas.
Como anécdota del libro El amor inteligente que Enrique Rojas fue a vender a América casi a final de Octubre de 1997, mientras había dejado hecho un certificado médico prescribiendo mi internamiento psiquiátrico, habiendo partido yo peras con Rojas el 18 de Julio anterior, sin haber vuelto a verlo más, tengo la siguiente, de la cual, seguramente ya habré comentado algo al contar otros trozos de la historia,
A finales de abril - principios de mayo de 1997, Rojas me regaló ese libro y el sin escrúpulos, hasta me lo dedicó
(Rojas me había llamado unos meses antes para que fuera a verlo y le ayudase en la terapia que el entonces marido estaba llevando a cabo en su consulta, me decía que "interiormente", estaba muy mal; la verdad, es que yo sólo notaba que cometía en el día a día bastantes errores extraños, a veces, unos tras otros como si tuviera encima cerveza y copa, pero tampoco me parecía que fuera para tanto, unas temporadas estamos más despistados que otras, ahora sé que lo que tenía encima era la ansiedad y el nerviosismo propio que se debe tener cuando se quiere quitar a alguien de en medio y no se sabe cómo porque no da demasiadas facilidades).
15-20 días después de recibir "el apaño saca dinero de Rojas, dedicado", me fui fuera de Madrid para resolver un asunto mitad laboral, mitad privado. Rojas se alarmó y me acosó inmediatamente por telf.; no le había dicho ni siquiera que me iba pero me llamó y casualmente acertó hasta con mi telf de destino. No tenía móvil entonces, pero que Rojas me llamase sin haberle dicho que me iba - no tenía por qué, era un tipo al por aquel entonces había visto físicamente tres veces en mi vida -, no me extrañaba ni le daba importancia; di por hecho que la información y el teléf. se los había dado el otro, pero no veía ninguna mala intención con ello ni en ello.
Rojas me dijo que tenía que volver inmediatamente "era muy urgente, Juan estaba muy mal", pero estaba ya harta de las paridas de Rojas para después soplarme 25 mil ptas. y como "el Juan", venía a verme todos los fines de semanas e incluso me ayudaba en el proyecto laboral-privado que yo estaba haciendo porque no era sólo mío sino de ambos y no lo veía peor sino como siempre, a Rojas no le hice ni caso. Cuando volví a Madrid a finales de Junio, fui por 1ª vez con "el Juan" a aquella consulta - antes, nunca me habían citado con el ex -.
Así de repente, Rojas dijo que yo estaba muy enferma, debía tomar una medicación e internarme en una "clínica tipo americana para ejecutivos estresados". El Rojas dio una receta bastante larga "al Juan" delante de mis narices y perpleja porque me parecía que estaba soñando, le dije a Rojas que me diese un informe escrito porque iba a pedir una 2ª opinión. El Rojas cogió el maletín que tenía ya preparado al lado del sillón donde estaba sentado se levantó y se fue.
Con toda la cara me quedé sentada sin moverme para que Rojas volviera a darme alguna explicación, pero este tío ya no volvió (las expresiones son las que para mí se merece haciendo muchísimo esfuerzo, ni siquiera pido perdón por ellas, los especialmente sensibles que cierren los ojos, yo, isabel caballero, a estas alturas, a los criminales - en mi opinión ambos dos -, ni respeto ni agua).
Esta operación de "ordenarme" que yo misma me quitase de en medio duró como máx. 5 minutos. Todos los detalles estaban cuidados. El maletín preparado para cogerlo y largarse evitando el turno de preguntas y explicaciones... y otros de no menos importancia.
Todo esto sucedía el 24 de Junio del 97 cuando faltaban 5 días para que prescribiesen los cargos en la pequeña empresa que años antes, mientras "el Juan" trabajaba en un banco, yo había fundado.
No me di cuenta del "detalle" de los cargos, ni siquiera tenía in mente que prescribían, esas cosas las llevaba "el Juan". Al salir vi que la consulta estaba vacía. Eran las 12 de la noche y nos había citado a las 4 de la tarde.
Lo que sucedió entre las 4 y las 12 también es de pértiga. No lo voy a contar ahora para no hacer más larga, esta larga anécdota. Es una técnica con cuatro o cinco ingredientes que aplican a la vez, premeditada y criminal.
Hubiese facilitado mucho las cosas que en esa renovación de cargos, yo hubiese estado internada bajo el control de Rojas sin que "el Rojas" hubiese tenido que emitir ningún certificado. Manos limpias sin pruebas en su contra. Rojas era consciente de lo que había hecho con María Menchaca y conocía lo que había dicho la fiscal que destapó el asunto de María, pensara o no que una condena sobre él se materializaría, no estaba el horno para bollos.
Después entendí por qué Rojas tenía tanto interés en que yo volviera cuando estaba fuera de Madrid. Los cargos prescribían y se quedaba sin tiempo para convencerme de "mi grave enfermedad", de la cual, ya había convencido a mis hijos y parte de mi entorno, pero a día de hoy, casi 14 años después, todavía no ha dado un informe clínico escrito que explique cual es y en que consiste la grave enfermedad que el especialista en hacer creer que existe enfermedad, prodiga.
Y también entendí por qué nunca me habían citado con el ex. El ex, iba allí a recibir "pautas de conducta" como Rojas ha dicho. Es de cajón que ni en las "pautas" ni en la negociación X, pudiera estar yo.
Las primeras "pautas de conducta" dictadas por el Rojas al Juan Cantero", ahora ex, que llegaron a mis manos, me impactaron especialmente y me llenaron de miedo y pavor.
¿Cómo podía este tío dictar pautas de conducta para que otros las aplicaran en mí y sobre todo como podía ordenar que se contabilizaran las horas que yo pasaba con mi hija?. El guión no tiene parangón.
¿Y cómo podía estar regalándome y dedicándome un libro con cara de bueno cuando ya tenía previsto qué iba a hacer conmigo?.
Si quieres, desarróllalo tú en una entrada de esas que tanto te gustan escribir, sobre "la familia" que esta gente, que tiene su máxima representación en Enrique Rojas, cuida y protege.
La caligrafía, es puño y letra del ex y para comprobar que el sin escrúpulos de Enrique Rojas, dictaba, sólo tenéis que meter en google Enrique Rojas, seguido de educere... educare o, tarea de orfebrería y veréis "la jartá" de resultados que aparecen.
Todo esto, nada de esto... está en los Autos del juicio. No sé por qué, pero no está. Y sin embargo, todo esto, en mi opinión, demuestra qué monstruos tenemos sueltos, qué autoridades permiten y qué Colegios de Médicos aceptan "manotazos". No importa que sean del Opus Dei o no, Ana, el ex supongo que no lo es. Éste sólo le hizo el paripé a Rojas para que le ayudara en sus fines, pero tan perverso es el que dicta como el que copia y lleva a la práctica.
¿Alguien de Francia o Bélgica que nos abra un blogstop.com desde allí y podamos empezar en aquellos foros?
Que se ponga en contacto con Ana, mediante un comentario que ponga "NO PUBLICAR"
Y por otra manuscritos de Rojas que envía Isabel, un gran testimonio de instrucciones dadas por el doctor al marido y a la hija mayor de Isabel sobre como proceder con ella. Punto de partida: ya sabemos que Isabel no está enferma. Sin embargo, paso 2, "conviene" hacerle creer que lo está, porque en esto de la enfermedad mental hay un componente psicosocial de primera magnitud. ¿Cómo superar las maledicencias generales en torno a tu persona? sé de qué hablo. Y tiene su tela. De forma que Isabel no está enferma pero vamos a actuar como si lo estuviera, y en conclusión, lo normal, porque es de eficacia probada, ¡lo hemos hecho tantas veces y nos ha salido bien! es que al final efectivamente una se ponga enferma por inducción del entorno social. Horrible. Pues sí, pero real. Lo hemos vivido.
Isabel, lo del orfebre es lenguaje opusino, hay que dejarse hacer en las manos del director como la pieza de orfebrería, el director va tallando, y bla, bla, bla... Rojas utiliza muchas expresiones sacadas de la farmacopea opus de almas.
Como anécdota del libro El amor inteligente que Enrique Rojas fue a vender a América casi a final de Octubre de 1997, mientras había dejado hecho un certificado médico prescribiendo mi internamiento psiquiátrico, habiendo partido yo peras con Rojas el 18 de Julio anterior, sin haber vuelto a verlo más, tengo la siguiente, de la cual, seguramente ya habré comentado algo al contar otros trozos de la historia,
A finales de abril - principios de mayo de 1997, Rojas me regaló ese libro y el sin escrúpulos, hasta me lo dedicó
(Rojas me había llamado unos meses antes para que fuera a verlo y le ayudase en la terapia que el entonces marido estaba llevando a cabo en su consulta, me decía que "interiormente", estaba muy mal; la verdad, es que yo sólo notaba que cometía en el día a día bastantes errores extraños, a veces, unos tras otros como si tuviera encima cerveza y copa, pero tampoco me parecía que fuera para tanto, unas temporadas estamos más despistados que otras, ahora sé que lo que tenía encima era la ansiedad y el nerviosismo propio que se debe tener cuando se quiere quitar a alguien de en medio y no se sabe cómo porque no da demasiadas facilidades).
15-20 días después de recibir "el apaño saca dinero de Rojas, dedicado", me fui fuera de Madrid para resolver un asunto mitad laboral, mitad privado. Rojas se alarmó y me acosó inmediatamente por telf.; no le había dicho ni siquiera que me iba pero me llamó y casualmente acertó hasta con mi telf de destino. No tenía móvil entonces, pero que Rojas me llamase sin haberle dicho que me iba - no tenía por qué, era un tipo al por aquel entonces había visto físicamente tres veces en mi vida -, no me extrañaba ni le daba importancia; di por hecho que la información y el teléf. se los había dado el otro, pero no veía ninguna mala intención con ello ni en ello.
Rojas me dijo que tenía que volver inmediatamente "era muy urgente, Juan estaba muy mal", pero estaba ya harta de las paridas de Rojas para después soplarme 25 mil ptas. y como "el Juan", venía a verme todos los fines de semanas e incluso me ayudaba en el proyecto laboral-privado que yo estaba haciendo porque no era sólo mío sino de ambos y no lo veía peor sino como siempre, a Rojas no le hice ni caso. Cuando volví a Madrid a finales de Junio, fui por 1ª vez con "el Juan" a aquella consulta - antes, nunca me habían citado con el ex -.
Así de repente, Rojas dijo que yo estaba muy enferma, debía tomar una medicación e internarme en una "clínica tipo americana para ejecutivos estresados". El Rojas dio una receta bastante larga "al Juan" delante de mis narices y perpleja porque me parecía que estaba soñando, le dije a Rojas que me diese un informe escrito porque iba a pedir una 2ª opinión. El Rojas cogió el maletín que tenía ya preparado al lado del sillón donde estaba sentado se levantó y se fue.
Con toda la cara me quedé sentada sin moverme para que Rojas volviera a darme alguna explicación, pero este tío ya no volvió (las expresiones son las que para mí se merece haciendo muchísimo esfuerzo, ni siquiera pido perdón por ellas, los especialmente sensibles que cierren los ojos, yo, isabel caballero, a estas alturas, a los criminales - en mi opinión ambos dos -, ni respeto ni agua).
Esta operación de "ordenarme" que yo misma me quitase de en medio duró como máx. 5 minutos. Todos los detalles estaban cuidados. El maletín preparado para cogerlo y largarse evitando el turno de preguntas y explicaciones... y otros de no menos importancia.
Todo esto sucedía el 24 de Junio del 97 cuando faltaban 5 días para que prescribiesen los cargos en la pequeña empresa que años antes, mientras "el Juan" trabajaba en un banco, yo había fundado.
No me di cuenta del "detalle" de los cargos, ni siquiera tenía in mente que prescribían, esas cosas las llevaba "el Juan". Al salir vi que la consulta estaba vacía. Eran las 12 de la noche y nos había citado a las 4 de la tarde.
Lo que sucedió entre las 4 y las 12 también es de pértiga. No lo voy a contar ahora para no hacer más larga, esta larga anécdota. Es una técnica con cuatro o cinco ingredientes que aplican a la vez, premeditada y criminal.
Hubiese facilitado mucho las cosas que en esa renovación de cargos, yo hubiese estado internada bajo el control de Rojas sin que "el Rojas" hubiese tenido que emitir ningún certificado. Manos limpias sin pruebas en su contra. Rojas era consciente de lo que había hecho con María Menchaca y conocía lo que había dicho la fiscal que destapó el asunto de María, pensara o no que una condena sobre él se materializaría, no estaba el horno para bollos.
Después entendí por qué Rojas tenía tanto interés en que yo volviera cuando estaba fuera de Madrid. Los cargos prescribían y se quedaba sin tiempo para convencerme de "mi grave enfermedad", de la cual, ya había convencido a mis hijos y parte de mi entorno, pero a día de hoy, casi 14 años después, todavía no ha dado un informe clínico escrito que explique cual es y en que consiste la grave enfermedad que el especialista en hacer creer que existe enfermedad, prodiga.
Y también entendí por qué nunca me habían citado con el ex. El ex, iba allí a recibir "pautas de conducta" como Rojas ha dicho. Es de cajón que ni en las "pautas" ni en la negociación X, pudiera estar yo.
Las primeras "pautas de conducta" dictadas por el Rojas al Juan Cantero", ahora ex, que llegaron a mis manos, me impactaron especialmente y me llenaron de miedo y pavor.
¿Cómo podía este tío dictar pautas de conducta para que otros las aplicaran en mí y sobre todo como podía ordenar que se contabilizaran las horas que yo pasaba con mi hija?. El guión no tiene parangón.
¿Y cómo podía estar regalándome y dedicándome un libro con cara de bueno cuando ya tenía previsto qué iba a hacer conmigo?.
Si quieres, desarróllalo tú en una entrada de esas que tanto te gustan escribir, sobre "la familia" que esta gente, que tiene su máxima representación en Enrique Rojas, cuida y protege.
La caligrafía, es puño y letra del ex y para comprobar que el sin escrúpulos de Enrique Rojas, dictaba, sólo tenéis que meter en google Enrique Rojas, seguido de educere... educare o, tarea de orfebrería y veréis "la jartá" de resultados que aparecen.
Todo esto, nada de esto... está en los Autos del juicio. No sé por qué, pero no está. Y sin embargo, todo esto, en mi opinión, demuestra qué monstruos tenemos sueltos, qué autoridades permiten y qué Colegios de Médicos aceptan "manotazos". No importa que sean del Opus Dei o no, Ana, el ex supongo que no lo es. Éste sólo le hizo el paripé a Rojas para que le ayudara en sus fines, pero tan perverso es el que dicta como el que copia y lleva a la práctica.
¿Alguien de Francia o Bélgica que nos abra un blogstop.com desde allí y podamos empezar en aquellos foros?
Que se ponga en contacto con Ana, mediante un comentario que ponga "NO PUBLICAR"
Comentarios
No sé si los apoyos de la Universidad de Navarra servirán mucho a Enrique Rojas (pienso q serán mejores los de Madrid y los tiene al volver la esquina de su consulta.
Se me ocurre que de este viaje quizá se traiga seminarios o conferencias para continuar con el lavado que empieza en el Ayuntamiento de Pamplona.
Para el otro anónimo,
y no lo podéis adelgazar en Argentina?