EL GRUPO DE PLENCIA

Pues sí, como está el patio de la salud mental, si en tiempos se quemaban brujas, parece que la forma de quitar de en medio actulizada a los individuos que resultan incómodos es la psiquiatría. Desconozco si hay más casos en que un marido se sirva de un psiquiatra para quitar a su mujer de en medio y quedarse con el patrimonio. Todo ello en una labor de zapa que dura años, años en que se va trabajando con los hijos adolescentes, con la familia politica y directa... ¡cuántos esquemas se te vienen abajo escuchando estos casos! y para más inri, protagonizados por individuos que van de grandes defensores de los valores de siempre, la familia, la religión, la patria y no sé qué más. Que no son los colectivos de gays y lesbianas los que van a quitar de en medio a nadie precisamente....sino los defensores de la "moral". ¿Qué entendemos por moral es España? me pregunto.


 A este respecto mi experiencia me dice que en efecto lo que el último infiltrado opusino  en el blog decía se cumple: la razón la lleva entre nosotros quien tiene la sarten por el mango. Cancelación de la discusión. Más que nada porque todos callan ante el uso de la fuerza. Es decir,  por poco si hemos superado el estado de naturaleza hobbesiano...¿lo hemos superado? Para que te respeten hay que hacer demostracón de fuerza, no de razón.

Opus Dei en el País Vasco en los tiempos gloriosos del "gobierno monocolor".

Las olas rompen en el muelle de Plentzia

En 1968 El Correo Español publcaba que el buque Frisia había sido detenido en el muelle de Zorroza por transportar productos siderúrgicos, que debían pagar impuestos, como chatarra, que no pagaba impuestos. Los inspectores de aduanas detuvieron a B. Baterra, A. Camacho y P. Aldaz. Acabaron en la cárcel. Posteriormente se descubrió que desde 1964 más de un centenar de barcos procedentes de Alemania descargaban habitualmente productos siderúrgicos en vez de chatarra. MATESA estaba en el candelero, se habló de las conexiones de los hermanos Erhardt con el ministro de Industria, Gregorio López Bravo. Uno de los opusinos famosos del momento, el que años más tarde se mató en el Monte Oiz.

La famlia Erhardt era uno de los clanes más poderosos. Trabajaban el metal, Mecáncia de la Peña, los seguros, Asepeyo, y la representación de la Krupp en España. Se sentaban en el consejo de administración de ENSIDESA. Y los éxitos en los negocios parece que tenían mucho que ver con su amistad más que profesional con López Bravo.

Entre la oligarquía de Neguri pusieron el nombre de "grupo de Plencia", a ingenieros que veraneaban en este pueblo de la costa vizcaína, (conocí a una numeraria bilbaína procedente de dichas familias). Eran gente advenediza, no procedían de los ricos de toda la vida de Neguri, sino que habían estudiado ingeniería en U. Comercial de Deusto, de ahí el trato despectivo que recibían de los "neguríticos" de raza. El más conocido será Gregorio López Bravo. También los Erhardt pertenecían.

Pero "grupo de Plencia" era un eufemismo que ocultaba la vinculación religiosa de sus miembros: Opus Dei. La Obra tejía un entramado en la industria vasca del que López Bravo, casado con una mujer de Plencia, y Sendagorta, presidente de la comisión de investigación del Plan de Desarrollo eran las cabezas visibles. López Bravo era el eslabón en el comercio internacional desde que el numerario Alberto Ullastres lo colocó en 1959 en la dirección del comercio exterior. Luego, antes de ser ministro, estuvo en el Instituto Español de Moneda Extranjera. 

Los jesuitas de Deusto dejaban la gloria al Opus Dei, parece ser. De todas formas no se entiende bien porqué, a pesar de que Neguri dio más dinero a la universidad de Navarra que a Deusto, el Opus Dei no logró desbancar definitivamente a los jesuitas en Bilbao. Quizás era y es mucho el peso de los jesuitas en Bilbao como para andarse con tonterías. 

El padre Bernaola copó la dirección de la comercial de Deusto desde 1941 a 1973. Por sus manos pasaron nombres de todos conocidos: Sánchez Asiain, Pedro Toledo, Rodríguez Sahagún, Carlos Garaicoechea. Su empresa ideológico-formativa era ORDITRA (Orden, disciplina, trabajo) y duró hasta su jubilación.

La batalla Opus Dei-Jesuitas, o Universidad de Navarra-Deusto alcánzó particularidades cuando Pedro Rodríguez Sahagún, hermano del ex ministro, marchante artístico y dirigente de UCD, fue elegido presidente de la asociación de antiguos alumnos de Deusto al tiempo que era miembro del Opus. Mientras los jesuitas contaban entonces con la única universidad comercial de España, obligando al Opus a introducirse en ella, la Obra se dedicaba a los niños y adolescentes vascos. En el colegio Gaztelueta, en la vieja casa de Neguri que construyó Menchaca, estudiaron los niños ricos entre los que el Opus Dei lanzara sus redes de pesca.

Dice Gregorio Morán, "Los españoles que dejaron de serlo", p. 369, que a poco más se reduce la incidencia del Opus: una casa de retiros (Iztueta) y otras para mujeres (Itxaso y Bertendona). Pero a mí me parece que se deja el palacio de Islabe, aquello lo he visitado y no es una casa, es un palacio, en Derio, y el colegio Ayalde. Seguro que hay bastantes más obras opusinas en Vizcaya.

A lo mejor el trabajo del Opus Dei en aquellos años fue más incisivo con las mujeres de los consejeros y directivos de los grandes bancos, como Juan Aguirre Achútegui, consejero del Bilbao, o Luis María Ybarra, del Vizcaya. A López Bravo le negaron por dos veces entrar en el Club Marítimo de Neguri, el club donde se reunía la créme de la sociedad de Neguri. Pero todo cambió cuando lo hicieron ministro.

Sólo recuerdo de mis tiempos Opus nombrar a una vieja dama de esa alta sociedad vasca: Carito Mac Mahon. Nos la ponían de modelo de supernumeraria entregada a la causa, supongo que ya habrá fallecido hace tiempo. Parece ser que fue en su casa donde al fundador le entró envidia de las criadas con cofia que servían la mesa...