Objeción de conciencia

Esto se pone interesante:
 ahora destacados miembros del Opus Dei, que no reconocerán su pertenencia pública aunque sus compañeros de profesión y antiguos de esta prelatura lo sepan y lo digan, defienden nada menos que la objeción de conciencia.

Me encantaría saber más sobre la historia de esta posibilidad que da la democracia de "refugiarse" en la conciencia para no cumplir determinados deberes cívicos. ¿Quién inventó la objeción? ¿No tenía que ver al menos en España con negarse a hacer el servicio militar? qué tiempos aquellos...

Últimamente la objeción de conciencia ha vuelto a salir a la palestra por estos pagos debido a personas relacionadas con el Opus Dei. Porque supongo que sólo a personas que viven en ese ambiente selecto se les puede ocurrir objetar, no contra la obligación de practicar un aborto, que nadie les está pidiendo eso. Sino contra la obligación que en determinados casos impone la ley española a los médicos de cabecera de informar a sus pacientes embarazadas sobre el aborto. Imagino que esto no se dirá a cualquier embarazada que llegue a la consulta, sino que será en casos puntuales y específicos. Punto número 1.
Parece ser que dos médicos de la zona de Antequera han tenido juicios en el contencioso contra la Admnistración que les obliga a cumplir la ley, por negarse a cumplir con esta función meramente "informativa", por aquello de no colaborar con el mal. De ahí que el otro día en el debate sobre la cuestión localizaran, supongo a una de esas dos médicos objetora que yo reconocí como numeraria.

El caso es que uno de los dos juzgados del contencioso de Málaga le dió la razón al médico "objetor" y el otro se la quitó al otro médico objetor. Y ya estamos todos embrollados con los problemas de conciencia que el Opus Dei plantea a la sociedad.

No otro es el motivo de que se haya organizado este minidebate la mar de civilizado en que la palabra Opus Dei es lo que planea en el ambiente y no debe ser nombrado, porque si fuera nombrado, me da a mí que la película se aclararía bastante. Pero es de mala educación en España hablar del Opus Dei en público, de eso se habla para decir que el fundador es santo y que vamos a Roma, no por favor cuando los debates vienen originados por sus "exigencias" morales. ¡Qué mal gusto llamar al pan pan y al vino vino! qué poca sofisticación la mía....

http://www.redaccionmedica.es/noticia/debate-objecion-8625

Me han asegurado de muy buena tinta que el fiscal que figura en dicho debate es numerario. Y además podría comprobarlo por mí misma por otro cauce, cosa que haré si Dios me da vida.

Cortando pelos en dos, es la impresión que me da este debate, pero claro las conciencias de los miembros del Opus Dei y sus problemas no valen lo mismo que la conciencia de cualquiera que pasa por la calle, hasta ahí podíamos llegar.

Ya digo que no se trata de practicar un aborto, sino de informar sobre la ley española al respecto a la mujer que lo precise.  Que no son la mayoría de las embarazadas también es evidente.

 A mí se me revuelven todos las constantes vitales cuando escucho en palabras de alguien relacionado con el Opus que la "conciencia es ley", que "no es un grano que le sale al derecho, sino que forma parte del derecho". 

Aunque me tranqulizo a mí misma, "ya sabes que de puertas pa fuera se dicen unas cosas y de puertas pa dentro otras." 

Le traiciona el subconsciente al señor fiscal cuando en vez de atenerse al "extraño caso" que ha originado este encuentro trae a colación las excéntricas objeciones de conciencia de los testigos de Jehová en California. Aquello de negarse a las trasfusiones. El paralelismo es demasiado fácil de hacer: tenemos nuestros Jehovás nacionales, calidad española, de la tierra. 

La abogada que representa al colegio de médicos no lo tiene claro, el colegio no se atreven a personarse en el juicio contra a Administración y en favor de la conciencia del colegiado... hay que esperar a ver qué se dictamina: más reglamentación por favor, que todavía no tenemos suficiente con 17 parlamentos trabajando a destajo en cada legislatura. 

Ahora me dirán que exagero, pero qué conciencia tan escrupulosa en unos casos y que conciencia tan laxa en  otros que tienen los médicos "relacionados" con el Opus Dei. (Dios me libre de decir "pertenecientes", auque a una de ellas la haya visto de numeraria en el centro de estudios de Granada). Les hemos visto prescribir internamientos sin tratar siquiera a una persona como  paciente, casi sin conocerla. O recetar calmantes o sedantes o antidepresivos o lo que sea porque la burocracia opusina lo necesitaba. ¿Y ahora hemos de tragarnos sus objeciones de conciencia? "Amos anda...."

Por no hablar de la conciencia de la que esto escribe, que me parece que es lo único de lo mío que ha estado a salvo en toda la trayectoria que llevo en mi lucha por meramente sobrevivir con dignidad. Esta conciencia no se ha merecido muchas contemplaciones....ni debates de objeción, "tú te callas o te encerramos o acabamos contigo". Esos son los románticos defensores de las conciencias ajenas, que como dice el señor Fiscal, hacen crecer la libertad en democracia.