Esclava de la propia luz
A Marie France Hirigoyen llegué hace diez años, precisamente por su libro sobre el acoso moral que me vino muy bien leerlo. Ahí me enteré de mis grandes cualidades como persona, lo que hace que me lleve todos los golpes en el mismo lado de la cara. Gracias a ella he conocido también a esta otra experta española que habla de la envidia sana y la envidia malsana. Hace relativamente poco que se ha empezado a tratar el tema del acoso laboral. Podría también escribir otro libro sobre ello, pero el gran marco de mi vida ha sido el que ha sido, y todo lo que me sucedió cuando me interesó el libro de Hirigoyen, debo de enmarcarlo en el hecho de que ya era una víctima de sectarismo antes de serlo del acoso laboral.
No sabía que era tan importante machacarme y gracias a estos acosadores, además de perder mucho dinero y pasarlo rematadamente mal, comprendí, qué honor, que era superior a ellos. Porque el imbécil de cuna no molesta. Se le deja en un rincón y todos pasan de él. Cuanto te conviertes en el centro de la diana, es que te lo mereces por brillar con luz propia. No se lo deseo a nadie, brillar con luz propia no trae más que disgustos. Y si habéis leído hasta aquí estaréis pensando, "anda, la que no tiene abuela". En efecto, no conocí a ninguna de mis dos abuelas.
Me gusta lo que dice esta mujer, en la actualidad se sobrevalora la pareja más que la persona, cuando lo que vale, dejenme decirlo, es la persona.
En la antigüedad la gente se desfogaba con el esclavo. Hoy las violencias son de la mente. Violencias por el prestigio real o imaginado que uno pierde en mi presencia. Qué fuerte, cuando lo único a que he aspirado en mi vida es a vivir en paz, comiendo de mi sueldo, que no de rentas ni de sobres. Y hacer lo mejor posible mi trabajo de "maestra" que me encanta porque los adolescentes dan guerra y a mí me va la guerra. Esa guerra tiene sentido, la guerra por educar. Hay otras guerras que no tienen sentido ninguno. La guerra por "quien manda aquí, quien es el más listo, el más guapo y el más aclamado". Jamás he aspirado ni a puestos, que nadie me ha ofrecido, ni a vivir haciendo menos y cobrando más que es la ley del buen español enterado.
Ingenuidad me ha sobrado y lo he pagado muy caro.
Ya he medio asumido que como hemos leído esta mañana en Savater por desgracia abundan más los ignorantes y las malas personas que los sabios y buenas personas.
Y recuerdo al profe de francés del instituto que nos hacía leer con devoción "Candide" de Voltaire, con la misma devoción con la que leemos Savater en clase de ética, aunque casi nadie escuche. Pero entonces no podía entender el libro, la burla sobre el dicho de Leibniz de "este es el mejor de los mundos posibles".
Comentarios
Diario de Noticias, Pamplona, 12/06/2013
La CUN niega haber tratado de un tumor cerebral al falso 'monje shaolín'
La Clínica Universitaria de Navarra ha negado haber tratado de un tumor cerebral al falso monje shaolín, Juan Carlos Aguilar, que se encuentra en prisión acusado de la muerte de dos mujeres en Bilbao, según han confirmado a Europa Press responsables del centro sanitario
(...)
Todavía está por determinar si, efectivamente, Juan Carlos Aguilar sufre el tumor en la cabeza. Aguilar ha sido trasladado, por razones de seguridad, de la prisión de la localidad vizcaína de Basauri, a la cárcel de Zaballa, en Alava
ABC, Madrid, 08/06/2013
La crueldad del falso monje shaolín no se justifica por un tumor cerebral
¿Puede un tumor cerebral transformar a una persona en un asesino? «No, no es posible», «no lo justifica», «nunca por sí mismo», contestan expertos en Neurología cuando se les pregunta si es posible explicar el sadismo del falso monje shaolín Juan Carlos Aguilar por el tumor cerebral que padece desde hace al menos dos años y que se estaría tratando en un centro navarro, según fuentes de la Ertzaintza
Desde la Clínica Universitaria de Navarra, que niega haber tratado al profesor de artes marciales, el especialista en Neurooncología Jaime Gallego explica que en el caso de que fuera un tumor maligno y estuviera localizado en el área frontal del cerebro podría provocar un cambio de conducta en la persona, pero «bajo ningún concepto justificaría que perdiera el juicio». Es más frecuente que esos pacientes «sean incapaces de tomar decisiones» y su trastorno se refleje bien en apatía, indiferencia y falta de espontaneidad, o en el extremo contrario de inquietud y actividad constante. «Si hubiera perdido la capacidad para distinguir entre el bien y el mal, sería incapaz de planificar cualquier tarea simple como asearse o vestirse, sería absolutamente dependiente», añade
Interesante uno de los comentarios a la información publicada por Diario de Noticias. Interesante por ser de Pamplona:
Y si lo trataron, habrán desaparecido la historia clinica y silencio total. Si desaparecieron la de miles de niños y niñas robados/as, esto otro no les supone gran problema. Con las nuevas tecnologias, en un click ¡visto y no visto! Estos son especialistas en desaparecer lo que no les conviene