MAQUIAVELO DE LA ESPIRITUALIDAD
Otro que se despeina y pronuncia la impronunciable palabra en sede parlamentaria europea y ante el joven político de moda. Primera vez en que este abogado televisivo, "debatiente" habitual y ahora parlamentario de "Ciudatans" menciona este extremo de su biografía. Ignoraba
su pasado negurítico...
No sé en quien estaba pensando mi admirado Eugen Drewermann cuando hizo esta lectura que hoy presento de la leyenda del Gran Inquisidor. Pero me viene de perlas.
Recuerdo que un cura numerario famoso en Pamplona, sacerdote que fue defenestrado y condenado a pegar sellos en una mazmorra matritense, nos recomendaba leer a Dostoievski. El lo puso de moda en el campus de la universidad de Navarra cuando todavía su estrella brillaba. Me refiero a la estrella del cura como capellán y profesor de teología.
Eugen Drewermann:
"Se acuerda de una vivencia de infancia, del campesino Marai, una vez, de niño corrió lleno de miedo a través de un campo de girasoles, porque había oído que venía el lobo, corrió para salvar la vida a los brazos de Marai un campesino que con sus dedos manchados de tierra dibujó una cruz en la frente del pequeño Dostoievski."
Dostojewski como escritor cristiano
Según Eugen Drewermann, el recuerdo de esa vivencia constituye el nacimiento del Dostoievski escritor, aunque antes del destierro ya había estado trabajando como publicista.
"Nadie tiene derecho a condenar al detenido que está al lado. Todos podrían ser Marai el campesino. Hay que comprender como han llegado a dónde están y quiénes son. Hay que escucharlos. Es preciso escuchar sus historias. Ese es el momento central que hace de Dostojewski un escritor cristiano."
"Dostojevski es un creador de una talla que hay que valorar despacio. Cuanto más claro parece todo, más incomprensible es su dimensión. Pues los personajes que creó no obedecen al escritor, sino que siguen sus propias leyes, y son todavía más profundos que él mismo."
Los hermanos Karamazov proceden del mismo padre, pero fueron criados por distintas madres. De niño Aliosha fue puesto por su madre en un ataque de santa histeria bajo el amparo del icono de la Madre de Dios. Como si quisiera que su hijo estuviera seguro cubierto por el manto de la Virgen María.
Bien instruido, inflexible, orgulloso
Romano Guardini llamó a Aliosha "querubín", más tarde será un monje. Iván sin embargo aparece como un espíritu libre y mefistofélico: culto, inflexible, orgulloso.
"No tiene ningún apoyo, ningún arraigo interior. Es un intelectual que es capaz de pensar en los valores pero de una manera curiosamente esquizofrénica."
Iván es una figura desgarrada, como un gran pensamiento no resuelto. En su esencia hay algo de la actitud de desden del ateo cultivado.
"Iván comienza con la pregunta que el filósofo alemán Schopenhauer planteó con toda su densidad: ¿Qué pasa con el sufrimiento del inocente?."
"¿Amas a los niños pequeños, Aljoscha? Por eso reniego de la armonía superior. No vale la lagrimita de un niño martirizado. Esa armonía es demasiado cara, el precio de la entrada es muy superior a nuestras posibilidades. Por eso me apresuro a devolver mi billete. "
"Eso es revuelta, dijo Aliosha suavemente y cerró los ojos."
Culminación del proceso inquisitorial
En ese momento Iván, el viejo, narra a Aliosha, el joven, la leyenda del Gran Inquisidor, en la que Cristo vuelve a la tierra
"A mi lado en el escenario apareció él. Me ocurrió en España, en Sevilla, en el momento culminante de la Inquisición. Llegó inadvertida y tranquilamente, sin embargo todos le reconocieron. La multitud afluye con violencia incontenible hacia él, le rodean y le siguen. El avanza sin decir una palabra entre la gente, con una tranquila sonrisa de infinita misericordia."
Nos encontramos en el momento más álgido de los procesos inquisitoriales. Cuando cientos de herejes son torturados y ejecutados. El responsable es el todopoderoso Inquisidor que enseguida reconoce a Cristo.
"Entonces apareció en la plaza delante de la catedral el mismo Cardenal y gran Inquisidor. Era un anciano de casi noventa años enfundado en su grueso hábito monacal. Lo veía todo y su semblante se oscureció. Señaló con el dedo a "El" y ordenó a la guardia que lo detuvieran."
Cristo sufre la amenaza de convertirse en víctima de la Inquisición, en víctima de aquellos que dominan en su nombre.
"Los guardias condujeron al preso a una estrecha y oscura mazmorra, un calabozo en la antigua sede del Santo Tribunal. El gran Inquisidor se quedó de pie en la entrada, le miró un buen rato a la cara y le dijo: "¿Eres Tú? ¿Tú? no contestes, calla. No tienes derecho a añadir algo a lo que dijiste antes."
Discurso cínico
A medianoche Cristo es interrogado: ¿Cómo puede el Hijo de Dios atreverse a volver a la tierra y perturbar el orden que la iglesia católica romana ha puesto en pie durante un milenio?
Eugen Drewermann:
"No creemos en Dios, creemos en el Estado. No creemos en el Más Allá, sino en una felicidad de presidio establecida dictatorialmente en la tierra: esos son los pensamientos del Gran Inquisidor."
El discurso del gran Inquisidor es tan cínico como el de un Maquiavelo clerical. Pero no carece de cierta lógica.
"Jesús exigió demasiado a los hombres al confiar en su libertad, dice Iván, Es una carga demasiado pesada."
"Cuando el Gran Inquisidor calló, esperó un momento al que el preso hablara. Pero él se acercó al anciano y le besó con su boca aún sangrante. Esa fue toda la respuesta. El anciano se estremeció e hizo un gesto con brusco con la boca. Fue a la puerta, la abrió y Le dijo: "¡Vete y no vuelvas nunca más!"
Don profético
La parábola del gran Inquisidor ha tenido una larga historia de consecuencias. Filósofos rusos de la religión como Leo Schestow o Nikolai Berdjajew se han referido a ella para explicar la relación de Dios con el hombre, también lo hicieron filósofos como Martin Heidegger o Albert Camus, que le atribuyeron un talento profético:
"Previó el gobierno del Gran Inquisidor y el triunfo del Poder sobre la justicia."
Dostoievski esstuvo influenciado por la corriente contemporánea del paneslavismo, constantemente se observa en él el resentimiento antioccidental de la iglesia oriental. Un acontecimiento lo indignó más que todo. En el momento de la guerra de los Balcanes el Papa envió una felicitación a los turcos victoriosos, para Dostoievsiki fue una monstruosidad.
"Dostoievski vivió la proclamación de la infalibilidad papal de 1870 durante el primer concilio Vaticano. No podría haber sido un mejor modo de hacerle sentir que se confirmaba su Fantasía del Gran Inquisidor."
Amplitud de su imagen del hombre
Durante su tiempo de exilio en Siberia Dostoievski se sintió fascinado por el ruso "Raskol" o los viejos creyentes. En el catolicismo sólo alcanzaba a ver el racionalismo, producto de la unión "no santa" del cristianismo con la idea romana del Estado.
"A Dostojevski se le pasó sin duda por alto, algo que no se puede negar, los estrechos lazos que unían a los Zares con la Iglesia Ortodoxa, el hecho de que en todos los países la fe Ortodoxa constituye una teología nacional. Dostoievski fue ciego a la porción de Constantinismo y Bizantinismo que había dentro de la Ortodoxia. En cierta medida es un ideólogo y también propagandista de esa iglesia."
También con respecto al Judaísmo Dostoievski se expresó de manera dudosa en repetidas ocasiones. Pero Drewermann aconseja no juzgarlo según la ocasionalmente estrecha ideología de su visión del mundo sino según la amplitud de su imagen del hombre.
Friedrich Nietzsche escribió una vez que Dostojevski era el único psicólogo del que había aprendido. Ya fuera de su Príncipe Myschkin en El Idiota con su cristiana fuerza compasiva. O del oscuro hermano de Demonios, una figura satánica con un oscuro carisma que excomulga a los hombres para enviarlos a su perdición con la fría malicia de quien hace un experimento:
En cierta medida Dostoievski se adelantó a los acontecimientos centrales del siglo XX: el psicoanálisis como un intento de entender al hombre en sus tragedias, al existencialismo como la teoría que establece el miedo como el trasfondo de todos los sucesos humanos.
"¿Cómo se calma la intranquilidad en su profundidad? a través de un amor que lo entiende todo. El camino para una integración del hombre en una comprensión infinita."
su pasado negurítico...
No sé en quien estaba pensando mi admirado Eugen Drewermann cuando hizo esta lectura que hoy presento de la leyenda del Gran Inquisidor. Pero me viene de perlas.
Recuerdo que un cura numerario famoso en Pamplona, sacerdote que fue defenestrado y condenado a pegar sellos en una mazmorra matritense, nos recomendaba leer a Dostoievski. El lo puso de moda en el campus de la universidad de Navarra cuando todavía su estrella brillaba. Me refiero a la estrella del cura como capellán y profesor de teología.
El escritor ruso Fjodor Michailowitsch Dostojewski (1821-1881) se sentía particularmente cercano a la tradición cristiana del monacato como lo conoció por la iglesia ortodoxa de su patria. El futuro del cristianismo no estaba en la institución eclesiástica sino que el cristianismo era una disposición interior.
Dostojevski fue deportado a Siberia. De camino, un preso político le regaló una Biblia, quería que fuera su guía en la vida. En su destierro Dostoievski se encontró entre borrachos y asesinos, nunca antes había estado tan cerca del sencillo pueblo ruso. Al principio fue el infierno para él. A través de esos encuentros empezó a conocer el mundo de modo nuevo, y en una mañana de Pascua recordó su infancia:Eugen Drewermann:
"Se acuerda de una vivencia de infancia, del campesino Marai, una vez, de niño corrió lleno de miedo a través de un campo de girasoles, porque había oído que venía el lobo, corrió para salvar la vida a los brazos de Marai un campesino que con sus dedos manchados de tierra dibujó una cruz en la frente del pequeño Dostoievski."
Dostojewski como escritor cristiano
Según Eugen Drewermann, el recuerdo de esa vivencia constituye el nacimiento del Dostoievski escritor, aunque antes del destierro ya había estado trabajando como publicista.
"Nadie tiene derecho a condenar al detenido que está al lado. Todos podrían ser Marai el campesino. Hay que comprender como han llegado a dónde están y quiénes son. Hay que escucharlos. Es preciso escuchar sus historias. Ese es el momento central que hace de Dostojewski un escritor cristiano."
"Dostojevski es un creador de una talla que hay que valorar despacio. Cuanto más claro parece todo, más incomprensible es su dimensión. Pues los personajes que creó no obedecen al escritor, sino que siguen sus propias leyes, y son todavía más profundos que él mismo."
Los hermanos Karamazov proceden del mismo padre, pero fueron criados por distintas madres. De niño Aliosha fue puesto por su madre en un ataque de santa histeria bajo el amparo del icono de la Madre de Dios. Como si quisiera que su hijo estuviera seguro cubierto por el manto de la Virgen María.
Bien instruido, inflexible, orgulloso
Romano Guardini llamó a Aliosha "querubín", más tarde será un monje. Iván sin embargo aparece como un espíritu libre y mefistofélico: culto, inflexible, orgulloso.
"No tiene ningún apoyo, ningún arraigo interior. Es un intelectual que es capaz de pensar en los valores pero de una manera curiosamente esquizofrénica."
Iván es una figura desgarrada, como un gran pensamiento no resuelto. En su esencia hay algo de la actitud de desden del ateo cultivado.
"Iván comienza con la pregunta que el filósofo alemán Schopenhauer planteó con toda su densidad: ¿Qué pasa con el sufrimiento del inocente?."
"¿Amas a los niños pequeños, Aljoscha? Por eso reniego de la armonía superior. No vale la lagrimita de un niño martirizado. Esa armonía es demasiado cara, el precio de la entrada es muy superior a nuestras posibilidades. Por eso me apresuro a devolver mi billete. "
"Eso es revuelta, dijo Aliosha suavemente y cerró los ojos."
Culminación del proceso inquisitorial
En ese momento Iván, el viejo, narra a Aliosha, el joven, la leyenda del Gran Inquisidor, en la que Cristo vuelve a la tierra
"A mi lado en el escenario apareció él. Me ocurrió en España, en Sevilla, en el momento culminante de la Inquisición. Llegó inadvertida y tranquilamente, sin embargo todos le reconocieron. La multitud afluye con violencia incontenible hacia él, le rodean y le siguen. El avanza sin decir una palabra entre la gente, con una tranquila sonrisa de infinita misericordia."
Nos encontramos en el momento más álgido de los procesos inquisitoriales. Cuando cientos de herejes son torturados y ejecutados. El responsable es el todopoderoso Inquisidor que enseguida reconoce a Cristo.
"Entonces apareció en la plaza delante de la catedral el mismo Cardenal y gran Inquisidor. Era un anciano de casi noventa años enfundado en su grueso hábito monacal. Lo veía todo y su semblante se oscureció. Señaló con el dedo a "El" y ordenó a la guardia que lo detuvieran."
Cristo sufre la amenaza de convertirse en víctima de la Inquisición, en víctima de aquellos que dominan en su nombre.
"Los guardias condujeron al preso a una estrecha y oscura mazmorra, un calabozo en la antigua sede del Santo Tribunal. El gran Inquisidor se quedó de pie en la entrada, le miró un buen rato a la cara y le dijo: "¿Eres Tú? ¿Tú? no contestes, calla. No tienes derecho a añadir algo a lo que dijiste antes."
Discurso cínico
A medianoche Cristo es interrogado: ¿Cómo puede el Hijo de Dios atreverse a volver a la tierra y perturbar el orden que la iglesia católica romana ha puesto en pie durante un milenio?
Eugen Drewermann:
"No creemos en Dios, creemos en el Estado. No creemos en el Más Allá, sino en una felicidad de presidio establecida dictatorialmente en la tierra: esos son los pensamientos del Gran Inquisidor."
El discurso del gran Inquisidor es tan cínico como el de un Maquiavelo clerical. Pero no carece de cierta lógica.
"Jesús exigió demasiado a los hombres al confiar en su libertad, dice Iván, Es una carga demasiado pesada."
"Cuando el Gran Inquisidor calló, esperó un momento al que el preso hablara. Pero él se acercó al anciano y le besó con su boca aún sangrante. Esa fue toda la respuesta. El anciano se estremeció e hizo un gesto con brusco con la boca. Fue a la puerta, la abrió y Le dijo: "¡Vete y no vuelvas nunca más!"
Don profético
La parábola del gran Inquisidor ha tenido una larga historia de consecuencias. Filósofos rusos de la religión como Leo Schestow o Nikolai Berdjajew se han referido a ella para explicar la relación de Dios con el hombre, también lo hicieron filósofos como Martin Heidegger o Albert Camus, que le atribuyeron un talento profético:
"Previó el gobierno del Gran Inquisidor y el triunfo del Poder sobre la justicia."
Dostoievski esstuvo influenciado por la corriente contemporánea del paneslavismo, constantemente se observa en él el resentimiento antioccidental de la iglesia oriental. Un acontecimiento lo indignó más que todo. En el momento de la guerra de los Balcanes el Papa envió una felicitación a los turcos victoriosos, para Dostoievsiki fue una monstruosidad.
"Dostoievski vivió la proclamación de la infalibilidad papal de 1870 durante el primer concilio Vaticano. No podría haber sido un mejor modo de hacerle sentir que se confirmaba su Fantasía del Gran Inquisidor."
Amplitud de su imagen del hombre
Durante su tiempo de exilio en Siberia Dostoievski se sintió fascinado por el ruso "Raskol" o los viejos creyentes. En el catolicismo sólo alcanzaba a ver el racionalismo, producto de la unión "no santa" del cristianismo con la idea romana del Estado.
"A Dostojevski se le pasó sin duda por alto, algo que no se puede negar, los estrechos lazos que unían a los Zares con la Iglesia Ortodoxa, el hecho de que en todos los países la fe Ortodoxa constituye una teología nacional. Dostoievski fue ciego a la porción de Constantinismo y Bizantinismo que había dentro de la Ortodoxia. En cierta medida es un ideólogo y también propagandista de esa iglesia."
También con respecto al Judaísmo Dostoievski se expresó de manera dudosa en repetidas ocasiones. Pero Drewermann aconseja no juzgarlo según la ocasionalmente estrecha ideología de su visión del mundo sino según la amplitud de su imagen del hombre.
Friedrich Nietzsche escribió una vez que Dostojevski era el único psicólogo del que había aprendido. Ya fuera de su Príncipe Myschkin en El Idiota con su cristiana fuerza compasiva. O del oscuro hermano de Demonios, una figura satánica con un oscuro carisma que excomulga a los hombres para enviarlos a su perdición con la fría malicia de quien hace un experimento:
En cierta medida Dostoievski se adelantó a los acontecimientos centrales del siglo XX: el psicoanálisis como un intento de entender al hombre en sus tragedias, al existencialismo como la teoría que establece el miedo como el trasfondo de todos los sucesos humanos.
Eugen Drewermann |
"¿Cómo se calma la intranquilidad en su profundidad? a través de un amor que lo entiende todo. El camino para una integración del hombre en una comprensión infinita."
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