EL INVENTOR DE LA CHARLA FRATERNA

Nada que objetar si no fuera porqué se entendía con la obra escrivariana. Al menos eso nos decían hace casi dos décadas, consiguió hacer dinero y encargó objetos litúrgicos, esculturas, ¿iglesias? a Talleres Granda. Marca de la casa. En la misma longitud de onda. Dicen que estas monjas clarisas alían bien con la "obra de Dios".



Hay que ver nuestra ignorancia supina, como si la contemplación, la acción, la necesidad de una vida examinada y los ejercicios espirituales en general los hubiera inventado la iglesia cristiana y más concretamente el catolicismo y más concreto todavía el de Escrivá,  todo lo copió, o San Ignacio.

Los ejercicios espirituales, la necesidad de orientación en la vida, la propuesta de una gimnasia del espíritu, de un entrenamiento mental o espiritual igual que existe el entrenamiento físico, procede de la antigüedad. Ni siquiera los monjes del desierto y luego los monasterios con diferentes formas de vida en común, más en común o más solitaria, con un abad y una renuncia, son hallazgos del cristianismo.

Ya las escuelas filosóficas de la antigüedad  practicaban el "espíritu". Platón fundó una Academia donde acudían alumnos que vivía en un régimen de comunidad más o menos, siguiendo las doctrinas del maestro, "filosofar verdaderamente" no era saberse las frases famosas de Platón, sino poner por obra las enseñanzas morales, empezando por hacer más caso de la virtud que del placer (Carta VII), observar un régimen alimentario y luchar por ser cada día más dueño de uno mismo, ejercitar el intelecto. Incluso Platón daba consejos para no soñar cosas malas: meditar antes de dormir, para calmar el deseo y la cólera. Recomendaba dormir poco, lo útil para la salud.
Otro ejercicio: conservar la calma en la desgracia y por supuesto todos los filósofos de la antigüedad sabían que es preciso meditar de vez en cuando sobre la muerte, la filosofía es una preparación para la muerte, la hora de la verdad. También sabían que el cuerpo da mucha guerra y nos impone necesidades, hay que mantenerlo en sus límites, luchar contra las distracciones.

Las filosofías antiguas hablan con frecuencia de la necesidad de la atención, de la concentración para acceder a la pureza de la inteligencia.
Cada escuela, estoicos, escépticos, epícureos le daba su propio "toque" al camino que debían seguir los discípulos que se unían a ella para una vida mejor.

Epicuro

¿El inventor de la charla fraterna Escrivá? ya, me ha sorprendido descubrirlo pero fue nada más y nada menos que Epicuro: el maestro sabía que la culpabilidad tortura a la conciencia y que necesitamos librarnos de ella confesando nuestras faltas y aceptando la reprimenda. El examen de conciencia, la confesión, la corrección fraterna incluso, son ejercicios necesarios para la curación del alma.
El epicúreo Filodemo en "Sobre la libertad de la palabra", trata de la confianza y la apertura que tiene que reinar entre maestro y discípulos. El maestro tiene que tener libertad para reprochar y el discípulo no tiene que tener miedo de confesar sus faltas o incluso de reconocerlas ante sus amigos. Hasta la enmendatio del círculo es epicúrea. Una de las principales actividades de la escuela epicúrea consistía en un diálogo corrector y formador.

Incluso se había adoptado esta máxima en la escuela: "actúa siempre como si Epicuro te viera" y los epicúreos decían "obedecermos a Epicuro puesto que hemos elegido su forma de vida". Por ello daban importancia a los retratos del fundador de su escuela y lo pintaban o lo reproducían en anillos. Epicuro era "como un dios entre los hombres", era la encarnación de la sabiduría, un modelo que había que imitar.
Estos filósofos sabían que existía el placer del conocimiento y de la contemplación de la grandeza del universo y las maravillas de la naturaleza. En el "opus dei" no se estilan las "contemplaciones de la naturaleza" o si lo permiten es "para manipularte mejor", como el lobo le decía a Caperucita.

Diógenes

Me dejo las enseñanzas de la frugalidad de los cínicos, sabían prescindir de todas las cosas que en general nos atraen y hacen que gastemos más de la cuenta.

Y para acabar con las antigüallas y mediterráneos descubiertos del barbastrense traeré a colación un  texto sobre Heráclito, mi sabio favorito, que está en la "Metafísica" de Aristóteles, por si a alguien le recuerda algo. Aparte de que se ve la pretensión de llamarse obra de Dios, puesto que obra de Dios es el universo entero y mil universos que hubiera, si es que hubiera mil mundos como creían algunos filósofos:

Heráclito

"No hay que sentir repugnancia por el estudio de los animales menos nobles. Pues en todas las obras de la naturaleza hay algo maravilloso. Hay que retener lo que dijo Heráclito a unos visitantes extranjeros que cuando entraron en su casa se extrañaron de verlo calentarse en el horno; les invitó a entrar sin miedo diciéndoles que también HAY DIOSES EN LA COCINA. Lo mismo que hay que saber estudiar con la misma dedicación y sin repugnancia los animales con la convicción de que cada uno realiza su parte de naturaleza y de belleza."

La gracia del supuesto "Opus Dei" está en utilizar todos estos antiquísimos medios de perfeccionamiento personal como medio de manipulación y de ejercer el poder más terrible. "Charla fraterna", confesión, corrección fraterna, "enmendatio" , desprendimiento personal de las cosas, tienen sentido en el respeto a la libertad de cada conciencia, en la amistad y la sinceridad por ambas partes. No tienen ningún sentido cuando una parte confía total y ciegamente y la otra engaña total e intencionadamente utilizando el doble discurso y la info para hundir, manejar, manipular y a fin de cuentas hacer acopio de poder.