CAMBIAR LA MIRADA
No me digas que el título que le he puesto al otro post, inspirada por un comentarista, no es una buena definición que da en el clavo de lo que somos. Hay miles de motivos para rebelarse, hago lo que está en mi mano y contribuyo en la medida de mis posibilidades. Hoy traigo comentario de un vídeo que un juez mandó retirar.
En él quedaba mal la clerecía abusadora de monjas. El documental lo proyectó Arte en febrero y fue sonado, duró 10 días en las pantallas, un juez ordenó su retirada por denuncia de algún implicado, así que algo del poder real se había tocado con él.
Hay otro estupendo en el que una de esas monjas abusadas, hoy madre de familia y estudiante de teología, se ve cara a cara con el cardenal de Viena que da credibilidad al testimonio. Todavía no he conseguido que se pueda ver en español,
Pocos días después de la primera cumbre vaticana sobre la pedofilia en la iglesia, una investigación difundida por Arte destapa otro tabú: ha habido monjas víctimas de abuso sexual en Francia y otros países.
El realizador Éric Quintin investigó con Marie-Pierre Raimbault durante 2 años en 4 continentes sobre las violaciones de religiosas por parte de sacerdotes.
“La problemática de las monjas abusadas por clérigos existe desde hace décadas, pero nadie se ha atrevido a contarlo. Descubrimos que lo abusadores operaban del mismo modo, instrumentalizando su saber y autoridad para obtener favores sexuales. El modus operandi se ve facilitado por la posición de la Iglesia que da todo el valor a la palabra del hombre y coloca a las religiosas en situación de inferioridad. Nuestro reportaje no es un panfleto contra la fe. Cuestiona tras minuciosa investigación el sistema de una organización que pretende ejemplaridad pero que encubre las acciones de los depredadores y obliga a abortos forzados. Estas derivas plantean la cuestión del lugar de la mujer y de la sexualidad en la Iglesia. Mientras el clero no lo aborde de frente seguirá habiendo abusos.
Más que de lo que diga Francisco, que a pesar de su buena voluntad se ve frenado por la camarilla reaccionaria, el cambio llegará de la palabra libre de las mujeres y la toma de conciencia de la opinión pública."
Apliquémonoslo.
Durante 25 años Michèle-France fue víctima de abuso por parte de dos curas en las comunidades religiosas a las que perteneció. Testimonio impresionante entre otros del reportaje de Arte difundido en febrero.
En 1976 se lo contó al Padre Thomas hermano del abusador…
Estaba desorientada, dejé el convento en 1974, el padre Marie-Dominique me recondujo a la vida religiosa llevándome a un priorato en Saône-et-Loire, cuya superiora era su hermana. Me presentó a su hermano mayor, el padre Thomas. El padre Thomas justificaba los actos de su hermano en virtud de una “gracia mística” y comenzó también a abusar de mí. Ignoraba entonces que ya en 1952 el Vaticano le había retirado de sus funciones por agresiones sexuales. Estaba bajo su control y en esas condiciones fui nombrada asistente en el Arca, una comunidad cristiana dedicada a las personas con discapacidad mental. El padre Thomas era el capellán de esa comunidad, estábamos en 1979. Durante unos 25 años el control de los 2 hermanos sobre mi persona fue tal que no pude escapar. Sólo la amistad de los discapacitados y de algunos que allí colaboraban me permitió ir liberándome de su dominio.
Un día reunió fuerzas para revelar su secreto…
Por vez primera en 2007 se lo conté a Jean de La Selle, ex responsable de la gestión del Arca. 14 años después de la muerte del padre Thomas y 1 después de la de su hermano me atrevo a hablar. En 2014, una mujer que vivía con su marido retirado en la comunidad dió testimonio de que también había sido objeto de abuso por padre del padre Thomas. Se abrió una instrucción canónica post-mortem sobre él. En ese momento conté los abusos cometidos por los dos hermanos y aparecieron 14 víctimas más. La investigación confirmó los hechos. Este reconocimiento me permitió retomar la práctica religiosa que abandoné durante 15 años, había perdido la fe en la Iglesia.
¿Por qué aceptó salir en el reportaje de Arte ?
Quiero dar testimonio en nombre de víctimas que no han podido ni se atreven a expresarse. Hablar es doloroso, a la vez porque revives el abuso y porque te buscas la hostilidad de muchos. La investigación sobre el padre Thomas suscitó una ola de odio por parte de todos los miembros del Arca. Nos dijeron que éramos unas histéricas, mentirosas, se nos acusó de formar un complot contra Dios. Pero los crímenes perpetrados durante tanto tiempo y encubiertos por los jefes religiosos y laicos deben ser dados a conocer. Si se arregla todo internamente y por toda compensación hay buenas palabritas y promesa de oraciones, la Iglesia se hace cómplice por su silencio e inacción.
¿Qué medidas ha de tomar la Iglesia católica para prevenir los abusos ?
Creo que el Vaticano debe empezar por hablar claro del tema como se ha hecho con la pedofilia. Pienso que las comunidades de las que hay queja deberían ser disueltas. Es fundamental cambiar nuestra mirada sobre los curas, dejemos de mirarlos y revestirlos con una autoridad cuasi divina que puede llevar a todo tipo de abusos. Y es preciso que las mujeres tengan más responsabilidades en la Iglesia, sobre todo en los tribunales eclesiásticos que juzgan casos de abusos.
Una ex religiosa, 30 tentativas de suicidio tras ser víctima de abuso. Obligadas a la obediencia, en manos del director espiritual que puede hacer lo que quiera con ellas. Y a menudo las víctimas se sienten culpables.
En él quedaba mal la clerecía abusadora de monjas. El documental lo proyectó Arte en febrero y fue sonado, duró 10 días en las pantallas, un juez ordenó su retirada por denuncia de algún implicado, así que algo del poder real se había tocado con él.
Hay otro estupendo en el que una de esas monjas abusadas, hoy madre de familia y estudiante de teología, se ve cara a cara con el cardenal de Viena que da credibilidad al testimonio. Todavía no he conseguido que se pueda ver en español,
Pocos días después de la primera cumbre vaticana sobre la pedofilia en la iglesia, una investigación difundida por Arte destapa otro tabú: ha habido monjas víctimas de abuso sexual en Francia y otros países.
El realizador Éric Quintin investigó con Marie-Pierre Raimbault durante 2 años en 4 continentes sobre las violaciones de religiosas por parte de sacerdotes.
“La problemática de las monjas abusadas por clérigos existe desde hace décadas, pero nadie se ha atrevido a contarlo. Descubrimos que lo abusadores operaban del mismo modo, instrumentalizando su saber y autoridad para obtener favores sexuales. El modus operandi se ve facilitado por la posición de la Iglesia que da todo el valor a la palabra del hombre y coloca a las religiosas en situación de inferioridad. Nuestro reportaje no es un panfleto contra la fe. Cuestiona tras minuciosa investigación el sistema de una organización que pretende ejemplaridad pero que encubre las acciones de los depredadores y obliga a abortos forzados. Estas derivas plantean la cuestión del lugar de la mujer y de la sexualidad en la Iglesia. Mientras el clero no lo aborde de frente seguirá habiendo abusos.
Más que de lo que diga Francisco, que a pesar de su buena voluntad se ve frenado por la camarilla reaccionaria, el cambio llegará de la palabra libre de las mujeres y la toma de conciencia de la opinión pública."
Apliquémonoslo.
Michel France de monja |
Durante 25 años Michèle-France fue víctima de abuso por parte de dos curas en las comunidades religiosas a las que perteneció. Testimonio impresionante entre otros del reportaje de Arte difundido en febrero.
¿Cómo comenzó el abuso por parte del primero de sus abusadores ?
Michèle-France : En 1971 unos meses después de haber pronunciado mis votos perpetuos en un convento de carmelitas, atravesaba un período difícil, estaba mal. Mi superiora me aconsejó acudir al padre Marie-Dominique, un cura de fama que en 1975 fundaría la Familia Saint-Jean *. Un domingo de julio de 1972, me tomó la mano por vez primera y me besó los dedos, uno tras otro. Cada vez que nos veíamos iba un poco más lejos en la intimidad física para según decía: “hacerme sentir el amor de Jesús”. Estaba desconcertada por sus gestos, pero la Iglesia nos inculca que el cura es el representante de Dios y es inpensable contradecir su autoridad. Pienso que veía en él al sustituto de mi padre que murió cuando yo tenía 9 años. Se aprovechó de mi vulnerabilidad para someterme a su control.
Michèle-France : En 1971 unos meses después de haber pronunciado mis votos perpetuos en un convento de carmelitas, atravesaba un período difícil, estaba mal. Mi superiora me aconsejó acudir al padre Marie-Dominique, un cura de fama que en 1975 fundaría la Familia Saint-Jean *. Un domingo de julio de 1972, me tomó la mano por vez primera y me besó los dedos, uno tras otro. Cada vez que nos veíamos iba un poco más lejos en la intimidad física para según decía: “hacerme sentir el amor de Jesús”. Estaba desconcertada por sus gestos, pero la Iglesia nos inculca que el cura es el representante de Dios y es inpensable contradecir su autoridad. Pienso que veía en él al sustituto de mi padre que murió cuando yo tenía 9 años. Se aprovechó de mi vulnerabilidad para someterme a su control.
En 1976 se lo contó al Padre Thomas hermano del abusador…
Estaba desorientada, dejé el convento en 1974, el padre Marie-Dominique me recondujo a la vida religiosa llevándome a un priorato en Saône-et-Loire, cuya superiora era su hermana. Me presentó a su hermano mayor, el padre Thomas. El padre Thomas justificaba los actos de su hermano en virtud de una “gracia mística” y comenzó también a abusar de mí. Ignoraba entonces que ya en 1952 el Vaticano le había retirado de sus funciones por agresiones sexuales. Estaba bajo su control y en esas condiciones fui nombrada asistente en el Arca, una comunidad cristiana dedicada a las personas con discapacidad mental. El padre Thomas era el capellán de esa comunidad, estábamos en 1979. Durante unos 25 años el control de los 2 hermanos sobre mi persona fue tal que no pude escapar. Sólo la amistad de los discapacitados y de algunos que allí colaboraban me permitió ir liberándome de su dominio.
Un día reunió fuerzas para revelar su secreto…
Por vez primera en 2007 se lo conté a Jean de La Selle, ex responsable de la gestión del Arca. 14 años después de la muerte del padre Thomas y 1 después de la de su hermano me atrevo a hablar. En 2014, una mujer que vivía con su marido retirado en la comunidad dió testimonio de que también había sido objeto de abuso por padre del padre Thomas. Se abrió una instrucción canónica post-mortem sobre él. En ese momento conté los abusos cometidos por los dos hermanos y aparecieron 14 víctimas más. La investigación confirmó los hechos. Este reconocimiento me permitió retomar la práctica religiosa que abandoné durante 15 años, había perdido la fe en la Iglesia.
¿Por qué aceptó salir en el reportaje de Arte ?
Quiero dar testimonio en nombre de víctimas que no han podido ni se atreven a expresarse. Hablar es doloroso, a la vez porque revives el abuso y porque te buscas la hostilidad de muchos. La investigación sobre el padre Thomas suscitó una ola de odio por parte de todos los miembros del Arca. Nos dijeron que éramos unas histéricas, mentirosas, se nos acusó de formar un complot contra Dios. Pero los crímenes perpetrados durante tanto tiempo y encubiertos por los jefes religiosos y laicos deben ser dados a conocer. Si se arregla todo internamente y por toda compensación hay buenas palabritas y promesa de oraciones, la Iglesia se hace cómplice por su silencio e inacción.
¿Qué medidas ha de tomar la Iglesia católica para prevenir los abusos ?
Creo que el Vaticano debe empezar por hablar claro del tema como se ha hecho con la pedofilia. Pienso que las comunidades de las que hay queja deberían ser disueltas. Es fundamental cambiar nuestra mirada sobre los curas, dejemos de mirarlos y revestirlos con una autoridad cuasi divina que puede llevar a todo tipo de abusos. Y es preciso que las mujeres tengan más responsabilidades en la Iglesia, sobre todo en los tribunales eclesiásticos que juzgan casos de abusos.
* Tras varias quejas, el Vaticano reconoció en 2016 “las desviaciones en la vida sexual y afectiva ” del padre Marie-Dominique.
Clara Le QuellecUna ex religiosa, 30 tentativas de suicidio tras ser víctima de abuso. Obligadas a la obediencia, en manos del director espiritual que puede hacer lo que quiera con ellas. Y a menudo las víctimas se sienten culpables.
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