REVELACIONES

Al de Castellón, son tan negaos que no vale la pena ni sufrir por ellos.

En efecto Ossorio y Gallardo relata todos sus nombramientos como algo de lo que nunca supo el motivo, "pasaba por allí y me llamaban para embajador en Buenos Aires, Berna o Bruselas". De ese Lord Cecil no he visto nada  y no sé donde buscar. Al servicio del separatismo como dices, he de leer su libro sobre Compayns. Se queja mucho de que el Comité de No intervención en realidad fue el comité para que intervinieran Alemania e Italia. No sé donde te metes para averiguar tanto, de Ossorio y Gallardo no había oído hablar en mi vida.
Y fue una pieza fundamental entre 1900 y 1939. Una pieza y un pieza según dices. Su libro es ágil y entretenido, y creo que refleja bien el aire de comedia, de la poca seriedad de la política española de aquellos años, de mal en peor hasta la catástrofe final. Pero tal y como lo expresa es divertido. Lo de la ejecución de Ferrer Guardia se sacude el polvo de las sandalias, él no estaba cuando sucedió el crimen.


Muchas gracias por lo de Gregorio Morán, el único deslenguado que conozco. Lo echaron o se fue de La Vanguardia con sus intempestivas del sábado que veo ha trasladado a esta otra publicación. Los intelectuales todos vendidos es aquí, más al norte hay de todo, vendidos y no vendidos. Aquí vendidos.

Morán no me parece vendido, por él nos enteramos de las entretelas de España, que al haber pasado por una dictadura, todos tenían muchas vergüenzas que ocultar. El cura y los mandarines es de nota, como lo son sus 2 libros sobre Suárez, o el que escribió sobre los vascos y el del Partido Comunista de que salió cuando muchos entraban. Informaciones de primera mano que nadie da, no sé si es que se las chivan todas a él, o es el único que se atreve a meterse en charcos.

Está claro que a nadie le gusta que le recuerden su pasado eclesiástico, cuando es una evidencia en un país dominado por una iglesia omnipresente, que hasta hace algunos años las tres cuartas partes de profes de filosofía, latín, griego y similares en institutos y universidades habían pasado por algún tipo de seminario.

El escándalo García de la Concha a propósito de que no quería que se supiese que fue canónigo es tan absurdo...Morán tuvo que cambiar de editorial para no herir los sentimientos del presidente de la Academia de la Lengua, ya que Planeta tenía el contrato del nuevo diccionario de la Real Academia,  demasiados millones en juego como para enfrentarse a de la Concha. Eso ni es académico ni es nada, hay que asumir el pasado que nos constituye, ¿qué manera de vivir es esa poniendo el acomodo por encima de todo? qué gente....honores, honores, honores bien inmerecidos.

Y ahora resulta que Santos Juliá fue párroco y no poco tiempo ¡qué callado se lo tenía! se lo ha tenido él toda su vida....país de truhanes. Que el hermano fuera un pez gordo en Villa Tevere y no se supiera no es tan raro, pues me da la impresión de que debió de irse a Roma joven y seguramente allí habrá fallecido. Estilo el anterior prelado que se fue con 17 y murió  con 80 ¿quién iba a saber nada de él en España? otro que no hizo absolutamente nada, más que vivir a la sombra del founder y sucederle en el cargo fallecido el ingeniero de caminos. Nos ponen de ejemplo y veneración personas que como dicen por aquí "no han dado palo al agua", pero ni coger el palo ni acercarse al agua. Sobre el curriculum académico de ese señor y su facilidad para encadenar licenciaturas y doctorados en tiempo récord ya han hablado otros con más conocimiento de causa.

El hermano "pez gordo" de nombre Ernesto debió de estar muchos años en la ciudad eterna y cuartel general opusino, puesto que era el principal testigo de la santidad de monseñor según las notas a pie de página del libro del Postulador. Era el volumen que se presentó a la santa sede en el que todas hijas e hijos que con él habían convivido daban fe de su caridad herocia, esperanza heroica, fe heroica, valentía heroica, vida de trabajo heroica....un Hércules de la santidad en suma. En cada ejemplo de esas heroicidades venía nota al pie y en dicha nota figuraban los "testigos escogidos", Encarnita por ejemplo era otra testigo...pero  pienso que la palma del testigo de la santidad se la llevaba el tal Ernesto Juliá. Así que ya hizo suficiente para ganarse el pan: ser testigo de uno de los santos con más repercusión.