CALENTAMIENTO GLOBAL

Si vais a dar nombres de santos opusinos, dad el vuestro.
Dos conversas breves con dos ciudadanos jiennenses, a distancia "Ana cuídate", sí, me cuido de leer la prensa y ver la tele, los principales vectores de virus, el virus del miedo y la histeria generalizada. No nos damos cuenta ni queremos admitir, están hundiendo España y no es de ayer. Llevan años de robo indiscriminado. De todos los colores las camisetas. ¿Quién se mete en política y a qué va la gente a la política?A medrar, si vas a otra cosa te echan. Murió un dictador, quedó uno en cada puesto donde hay una responsabilidad. No nos vamos a sorprender de que con esos mimbres si llegan a lo alto sigan en la misma tónica.

Una vez que han robado, hay que recortar de lo necesario, médicos, hospitales, camas de UCI. Y después a echarle el mochuelo de la mascarilla y las prudencias al pueblo. Y a aumentar impuestos en vez de recortar en políticos.

El desastre es que no sobra un gobierno y un parlamento, sino 18. Es mucha gente viviendo del cuento y del robo. Llevándoselo crudo a nuestra costa y poniendo las fuerzas de seguridad del Estado a su servicio, a proteger su latrocinio.

Ni la guardia civil ni la policía se crearon para multar ciudadanos honrados objetivo de inicuas disposiciones transitorias.

Es todo impresentable.

Con ocasión de la enfermedad a la vista quedan los virus perniciosos que en lugar de gestionar, gobernar, buscar el bien común, se dedican a sembrar el miedo a las multas, a la enfermedad y a la muerte.

 Si tienen que hundir España con sus 50 millones de españoles lo harán.

Nos quitan el trabajo, cierran los pequeños negocios, ponen normas absurdas como si los virus se hubieran inventado hoy España 2020 cuando estamos rodeados y los llevamos dentro,
desequilibran nuestras vidas a todos los niveles, psíquico también, jactándose de los millones de españoles que van a necesitar psicólogo. Mientras las grandes multinac de la distribución que se apañan para no tributar en España a forrarse. Esos no tienen  un guardia civil en la puerta para vigilar donde llevan los millones.

Tranquilos al máximo. En sus dachas con piscina particular, negándole al pueblo el aire y hasta el refresco del verano. De manera centralizada deciden que las piscinas comunitarias no se van a poder abrir en verano porque no hay garantías de que se cumplan los horarios y control del aforo. Sin ver caso a caso, sino decidiendo de manera unilateral.

¿No véis hasta donde es capaz de llegar esta gente que está a los mandos y como parecemos un rebaño de borregos donde no hay una sola voz discordante?

Se destapa de maravilla aquello que Trevijano q.e.p.d tanto repitió: la nación ha sido absorbida por el Estado. El Estado el poder lo controla todo, amén, amén, amén en todas las instancias. Eso no es. 50 millones de personas no somos 50 millones de ovejas todas iguales y con el mismo pensamiento. Las cosas no son así.

Pero no voy a ser la sorprendida cuando llevo tantos años de lucha en solitario y más sola te dejamos todos los que te rodeamos y sabemos que la razón te acompaña aunque no lo hace el poder en ninguna de sus instancias. Sorprendeos los demás de la postdictadura en la que estamos.


Y la extrema fungiendo de libertarios antigubernamentales, no se les ocurre mejor cosa que desfilar en coche el domingo por el centro de la ciudad.  A contaminar lo no contaminado en estos meses.
En fin, resistiré.

Pura pose chicos ¿no os dáis cuenta de que están todos en el mismo saco?

Tras el calentamiento global, disquisiciones filosóficas sobre el lenguaje, porque hay que seguir avanzando y porque hay que reflexionar en que una vez también viví en la cruzada inventada contra el mal. Algo sé de esto:

"LA EXTRE. DCHA FANTASEA CON QUE ESTAMOS EN ESTADO DE GUERRA"

Estudio del lenguaje.

https://www.fr.de/politik/extremismus-forscherin-analysiert-sprache-rechtsextremen-13553622.html

Natascha Strobl (@Natascha_Strobl) | Twitter
Natascha Strobl

Reinterpretar, distorsionar, deshumanizar: el lenguaje es el arma principal en la lucha por una revolución popular. Natascha Strobl investiga las estrategias de la extrema derecha.

La estrategia de lucha por el lenguaje no es nueva. La nueva derecha la formuló en Francia en las décadas de 1950 y 1960. En lugar de luchar por el éxito electoral y los escaños en el parlamento, la lucha se desplazó al nivel cultural. El objetivo ya no era un partido triunfante en las elecciones, sino el logro de la hegemonía cultural. Esta estrategia desde la derecha se basa en las ideas del teórico marxista Antonio Gramsci.

Gramsci formuló su teoría de la hegemonía estando en la cárcel prisionero del fascismo italiano. , No basta llegar al poder, las propias ideas sobre qué es una buena sociedad deben ser aceptadas y consideradas legítimas. No es un debate  a nivel de partido, sino en el área prepolítica, en las mesas redondas, en el mercado, en los medios, en el lugar de trabajo, REDES SOCIALES, etc.

En una sociedad post industrial compleja, se trata de anclar las propias ideas en esos ámbitos. Gramsci, como marxista, no descuidó el nivel económico. Al mismo tiempo, su enfoque era democrático, todos tenían que participar en los debates. La Nouvelle Droite toma la teoría de Gramsci y la adapta, obviando el enfoque económico y democrático. En este Gramscianismo de derechas, la idea de un espacio metapolítico queda libre. No deben entrar en el los marginados, sino las élites ya tradicionales de una sociedad y a ellos se les ha de proporcioar el contenido y las estrategias adecuadas. Porque aparte de actualizar solo marginalmente los temas, lo nuevo es la estrategia en este tipo de extremismo de derecha.

¿Cómo son esas nuevas estrategias de derecha? Fijémonos en el ejemplo de la "crisis de los refugiados".

La extrema derecha encontró su lema con los movimientos de refugiados de 2015. Mientras que la sociedad civil en Europa mostraba ayuda y solidaridad, las revistas y blogs de derecha se opusieron. En el órgano central de la Nueva Derecha de habla alemana, la "Secesión", los movimientos de refugiados y las personas que llegaron ya fueron denominados en 2015 y después como "colonos" o "invasión".

El "Movimiento de Identidad" en particular protestó masivamente contra una política de asilo a los refugiados. Incluyó bloqueos en las fronteras y una campaña a gran escala. Con lemas como "¡Detén el (gran) intercambio", "¡De ninguna manera!" (Basado en una campaña del gobierno australiano que se supone que  los refugiados deben ser devueltos a sus países) o apoyando  "Europa es una fortaleza".

Lo de 2015 nunca debería haber sucedido. Fue una derrota. La hora cero a partir de la cual comienza el momento actual. Martin Sellner, ideólogo jefe del Movimiento Identitario Austria, describe el año 2015 como la  "Revuelta contra el gran intercambio" con textos de Renaud Camus, editado en 2016: "La inundación de refugiados sin precedentes en 2015 es una pesadilla que ha estallado en Europa ".
Con esta narrativa de catástrofe adaptada por los principales actores cambiaron el estado de ánimo público. Sucedió especialmente en la  Nochevieja de Colonia 2015/16, símbolo del desprecio a la mujer supuestamente importado y la  fallida integración de los inmigrantes.

El lenguaje de la derecha: racionalización - "El gran intercambio"

El concepto del "gran intercambio" fue desarrollado por el filósofo  francés Renaud Camus. Se hizo popular a través de la campaña de las identidades. En 2016, apareció en la ed. Antaios un folleto  de Götz Kubitschek  con varios discursos y escritos de Camus, titulado "Revuelta contra el gran intercambio" e ilustrado con banderas de las identidades.

La publicación coincidió exactamente con la crisis de los refugiados en 2015 y las movilizaciones de extrema derecha por la identidad.

La identidad se representó en lucha contra un supuesto intercambio con otros. Lo dejaron claro en pancartas, entrevistas, calcomanías, videos, camisetas y hojas volanderas. El "gran intercambio" como lo describe Camus y la campaña de las identidades es una teoría de conspiración de extrema derecha. Contiene los tres principales impulsos de la extrema derecha actual que lucha por la soberanía sobre el discurso:
antisemitismo, racismo y antifeminismo.

Esta teoría de la conspiración retrata un mundo occidental que debilitado por el feminismo,  causa de las bajas tasas de natalidad y de los hombres débiles y derrotados. Como resultado, Europa está desapareciendo lentamente como área cultural.

El lenguaje de la derecha: "Jóvenes éticamente deseables"


Estas ideas muestran claramente la actitud básicamente étnica de esta idea. Se trata de descendientes étnicamente deseables. Étnicamente deseable significa que los padres son blancos y europeos, no tienen enfermedades, etc. Sin el feminismo, las mujeres no pensarían en la independencia financiera o el trabajo o la anticoncepción y cumplirían su función real, la de tener hijos.



Fuerzas oscuras, que operan en secreto y que disponen de dinero  obligan a la migración a Europa para  destruirla. Los extremistas de derecha suelen representar estas fuerzas siniestras con la ayuda de George Soros. Se puede ver claramente la antigua teoría de la conspiración de los pérficos judíos  basada en "Los Protocolos de los Sabios de Sion". Esta obra es uno de los fundamentos intelectuales más importantes del antisemitismo en los siglos XIX y XX.

Para destruir Europa personas físicamente viriles pero intelectualmente nulos son traídas a Europa en acciones coordinadas. La concepción racista de la masculinidad viril y joven de los refugiados es un contraste directo con la concepción antisemita de judíos ingeniosos pero cobardes y físicamente débiles que actúan en secreto.

Esta peligrosa mezcla se extendió rápidamente por todo el mundo como legitimación para las acciones de la extrema derecha. En Christchurch, un terrorista de extrema derecha asesinó a 51 personas en 2019 y dejó un manifiesto llamado "El Gran Reemplazo". Este supuesto intercambio es la razón de sus acciones. El ataque terrorista en Halle el mismo año con dos muertes también se legitimó con un discurso contra el "gran intercambio".


Incluso un político como Björn Höcke toca la melodía de esta teoría de la conspiración cuando dice lo siguiente en un discurso electoral el 14 de julio de 2019: "La llamada política de inmigración, que no es más que una revolución multicultural prescrita desde arriba,  no es otra cosa, que la abolición del pueblo alemán ".



Estrategia: deshumanización a través de desastres naturales.

Una estrategia que asegura que los refugiados ya no sean vistos como una colección de destinos individuales busca deshumanizarlos. Se hace mediante comparaciones y analogías . Esto significa que se igualan diferentes situaciones. Términos como "tsunami", "inundación" u "ola" se relacionan con las personas. Esto no solo se hace en los titulares de los periódicos, sino que se alimenta activamente de la extrema derecha.
Uno de los memes más conocidos de la extrema derecha hacia 2015 comparó a los refugiados con un rotura de  tuberías.


Estrategia: enmarcado en el lenguaje

El enmarcado es la técnica retórica de enmarcar algo lingüísticamente de tal manera que siempre se piense en conjunto sin tener que establecer explícitamente la conexión. Esto sucede, por ejemplo, cuando se discute de los refugiados usando la palabra  "Seguridad". Esto nos coloca en un marco de seguridad que tiene una lógica interna diferente a un marco de derechos humanos o un marco de caridad. Un ejemplo del marco de seguridad es el marco de la catástrofe natural, que también representa una escalada lingüística. Admitido que los refugiados son  básicamente un problema de seguridad, son un gran desastre del que difícilmente nos vamos  a defender. Muchas imágenes icónicas de desastres naturales se almacenan en la memoria colectiva de las sociedades. Ya se trate de las grandes inundaciones de los años 90 y 00, ya sea los huracanes en los Estados Unidos o los incendios forestales en Australia

Todas estas imágenes desencadenan temor y temblor y recuerdan a las víctimas, los daños y los grandes esfuerzos que requirió la reconstrucción. Después de la guerra y el terror, los desastres naturales son los eventos colectivos más traumáticos. Si los refugiados son colocados en proximidad lingüística al desastre,  se les convierte en un importante factor de miedo contra el cual la sociedad en su conjunto debe oponerse. Nosotros o ellos: imposible la convivencia.


El canciller austriaco, Sebastian Kurz, produce este marco de manera sutil cuando escribe lo siguiente en un hilo de elogios para la policía austriaca en Twitter: “En los últimos años, han surgido nuevas amenazas como movimientos migratorios, fronteras abiertas, desastres naturales o amenazas Emergió la cibernética  y muestra claramente que necesitamos una # fuerza policial moderna con suficiente potencial ”.

La migración y las“ fronteras abiertas ”son seguidas inmediatamente por desastres naturales, que lingüísticamente enmarcan el tema del asilo. Todos estos problemas solo pueden ser solucionados por la policía. Se trata de "nuestra" seguridad, se trata de la dureza y se trata de protegernos de "ellos". "Los" ya no son personas, sino peligro, portadores de miedo y destructores de seguridad. Sin contramedidas resueltas, "ellos" difícilmente pueden ser detenidos, porque "ellos" no son individuos, sino más bien una "inundación", una "ola", un "tsunami", es decir, una catástrofe. Si esta forma de pensar se acepta ampliamente, casi todas las medidas y sanciones podrán justificarse.

Estrategia: neologismos

Una estrategia popular es inventar nuevas palabras para deslegitimar. Un ejemplo en el discurso contra los refugiados son los términos "lanzador de osos de peluche" y "chismes de bienvenida". Ambos desprecian cínicamente la ayuda de muchas personas en el verano de 2015 y las retratan como ilegítimas. Se crea una imagen de personas estúpidas que se emborrachan con su propia ayuda y demasiado estúpidas para ver el panorama general (el "gran intercambio").

Las acciones pueden ser bien intencionadas, pero en última instancia son perjudiciales. Además, no hacen nada sustancial, a pesar de estar motivadas por el afecto. El oso de peluche es arrojado a ciegas, con la esperanza de hacer brillar los ojos de los niños. Aplaudir como una forma de bienvenida y como un gesto de respeto por aquellos solicitantes de asilo que han escapado de la intolerable situación en Hungría se presenta como un gesto estúpido y sin sentido. Al mismo tiempo, se sugiere la histeria y la presión grupal. Por otro lado, están las personas racionales, sobrias y de pensamiento realista que ven  la verdad a través del engaño.

Esta imagen de la situación en el verano de 2015, descrita por términos como "aplauso de bienvenida" o "lanzador de osos de peluche", es una representación muy distorsionada de la realidad. Sella a los actores de la sociedad civil en estúpidos afectos y no menciona que se han proporcionado alimentos y asistencia médica. Esta imagen incluso sugiere que lo que constituye la esencia misma de la sociedad civil es ilegítimo: la reunión espontánea de personas al servicio de una causa humanitaria. Es una estrategia de deslegitimación.

La estrategia también funciona porque el término a menudo se enmarca en contextos violentos, por ejemplo, cuando un solicitante de asilo ha cometido un delito. Eso crea discrepancias en nuestra cabeza. Porque "violencia" y "bienvenida" y "aplausos" u "ositos de peluche" no encajan en nuestros conceptos morales. A través de la constante repetición y contextualización, las referencias positivas a "bienvenida" y "aplausos" o "ositos de peluche" se invierten en la dirección opuesta. Es algo profundamente cínico. Hay una burla de la humanidad y la solidaridad  que se descartan como debilidades.

En cambio, la autoridad y la dureza significan fuerza. El término también es utilizado por los políticos en el parlamento, como el FPÖ en Austria. Sin embargo, el término también migra al uso normal del lenguaje sin contexto. En enero de 2019, el semanario político Profil preguntó al alcalde de Viena si fue un error ser uno de los "que dieron aplausos de bienvenida" en 2015.

Estrategia: imitación

La imitación describe la estrategia de imitar un discurso existente, pero eliminando su significado original y reemplazándolo por otro. Esto lleva al hecho de que el significado original incluso se convierte en exactamente lo contrario. Esto sucede cuando un discurso es tan  relevante que no puede negarse, ignorarse o desaparecer. En el contexto de los refugiados en 2015, se hizo evidente con el discurso sobre la violencia contra las mujeres. En octubre de 2017, este debate alcanzó un nuevo máximo con el movimiento #metoo. Mujeres de todos los ámbitos  comenzaron a denunciar ataques. Empezando por las actrices que se defendieron contra el poderoso productor de Hollywood Harvey Weinstein.

Mientras que los órganos centrales de la extrema derecha organizada escribieron decididamente en contra de esta revuelta feminista y todos, desde el "mundo" hasta el "socio de élite", se preguntaban si este era el final del coqueteo, las identidades eligieron una ruta diferente. Simplemente se abalanzaron sobre el discurso y se presentaron como luchadores contra la violencia contra las mujeres. Para ello, lanzaron la campaña "120db" (el volumen de una alarma de bolsillo). Sin embargo, solo les preocupaba un tipo de violencia contra las mujeres, a saber, en el que los autores eran solicitantes de asilo o migrantes y las víctimas eran europeas.

Con este truco, cambió el enfoque y el patrón explicativo de los desequilibrios de poder y las ideas patriarcales a la idea de que "ellos" son violentos por naturaleza. Y ya la cuestión no es hombres y mujeres, sino  europeos y no europeos. La violencia contra las mujeres no es causada por ciertas concepciones de género, sino que es inherente a ciertas "culturas", a diferencia de otras.

Imitando de modo superficial el discurso existente, es posible generar repercusión en la opinión. Una negación total daría lugar a una reacción violenta en contra. ¿Quién quiere verse al lado de hombres como Weinstein que no representa nada para la extrema derecha? Por el contrario, la izquierda y el "saludo de bienvenida" están al lado de Weinstein. Son los verdaderos culpables de la violencia contra las mujeres porque defienden una política de acogida humana. Entonces, los perpetradores solo pueden ingresar al país.

La intensificación deliberada de la responsabilización de los solicitantes de asilo como perpetradores y el silencio sobre la violencia contra las mujeres per se, cuya característica principal es la cercanía con el perpetrador, distorsiona y cambia el discurso, de modo que al final el objetivo ya no es proteger a las mujeres, sino crear estados de ánimo racistas. contra extranjeros. Esta imitación también significa que el debate nunca puede alcanzar un nivel fáctico, porque el único requisito "fáctico" ("¡Cierre de fronteras!") Es completamente inútil para contener la violencia contra las mujeres y plantea más preguntas que respuestas a nivel fáctico. . (¿Qué pasa con los refugiados que se han convertido en víctimas de violencia sexual? ¿Qué pasa con los perpetradores que no son solicitantes de asilo? ¿Debería haber dinero adicional en la lucha contra la violencia contra las mujeres y hacia dónde debe ir? ¿Qué pueden hacer las escuelas / jardines de infantes / hospitales? etc.?) El enfoque y el mimetismo que hacen de la violencia contra las mujeres un "problema cultural" es, por lo tanto, menos "un extracto" de la realidad que una representación que está distorsionada más allá del reconocimiento, lo que crea un estado de ánimo contra los solicitantes de asilo y al mismo tiempo abre el discurso secuestrado de una manera que ya no se tratan soluciones sensatas para este problema.

Estrategia: reversión

Una estrategia que surge en relación con los  refugiados y que va más allá, es hablar del "fascismo de izquierda". Estos "fascistas de izquierda" se beneficiarían de los movimientos de refugiados, los guiarían conscientemente y prohibirían que todos los demás hablaran, de modo que a partir de entonces tendrían que actuar desde la clandestinidad. Este vaciado de palabras y su llenado con lo opuesto es la estrategia de mimetismo descrita anteriormente. La adición deliberada de "enlaces" convierte esto en una estrategia de inversión.

Con una referencia explícita al nacionalsocialismo o fascismo, no se pueden ganar mayorías en la sociedad. Esto no significa que estas referencias abiertas no existan o que estos grupos no sean peligrosos ni mucho menos. Las derechas parlamentarios e intelectuales eligen otra forma. Alertan contra el nacionalsocialismo y el fascismo al pretender que ese peligro proviene de la izquierda. El fascismo histórico fue malo, pero es cosa del pasado. Ahora son los izquierdistas los que se mantienen en esta tradición y quieren exactamente lo mismo. Esta estrategia de inversión no es más que una trivialización cínica del nacionalsocialismo y el fascismo.

Al mismo tiempo, la extrema derecha se identifica implícitamente con las víctimas. En 2016, por ejemplo, en AfD de Krefeld se fantaseó con que los miembros de AfD pronto tendrían que usar una "estrella azul". El entonces presidente de FPÖ, Heinz-Christian Strache, incluso habló abiertamente en vista de las protestas contra el baile de la fraternidad de extrema derecha en Viena en 2012: "¡Somos los nuevos judíos!" Esta victimización es la narrativa complementaria del término de lucha "fascismo de izquierda".

Hans-Peter Friedrich (CSU) también usó este término en Twitter en 2018 para desacreditar las protestas de izquierda. Esta inversión del concepto diluye el concepto de fascismo y lleva a que las advertencias de tendencias fascistas reales ya no se toman en serio.

El fascismo es y sigue siendo una ideología popular, cuyo objetivo es la pureza de la nación y la eliminación de todas las personas "inapropiadas". Su objetivo es una sociedad autoritaria y jerárquica con un orden de género hiperpatriarcal. La idea de la aniquilación siempre está ahí y se pone en práctica cuando surge la situación real.

Son tres las estrategias: desacreditar al oponente político, autoevaluarse como víctima de proporciones históricas y trivializar el concepto de fascismo, incluida su dimensión histórica.

Estrategia: arrepentimiento equivocado

Otra estrategia es expresar un supuesto arrepentimiento para legitimar que ya nada más se puede hacer por los refugiados. Es como si fueran hacia el otro lado del discurso, solo para consolidar la propia posición inamovible. Se expresa, por ejemplo, en oraciones como "No podemos acogerlos a todos" o la negativa de al menos ayudar a los niños, como fue el caso en la Navidad de 2019 en el caso del campo de refugiados en la isla griega de Moria.

Sugiere que su propia posición difícil puede no ser agradable, pero no hay alternativa. Sin embargo, con esta posición supuestamente lamentable, se cancela el discurso, porque todas las posiciones opuestas quedan relegadas al reino de la imaginación.  Lo que dicen la izquierda o la Iglesia puede sonar bien, pero desafortunadamente no es realista. Solo las derechas asignan el poder de determinar qué es realista y qué no.

Esta estrategia se usa cuando se habla de los hombres jóvenes "invasores". Cuando se trata de mujeres, niños o ancianos que causan más lástima en la economía de atención de los medios, se utiliza la estrategia del falso arrepentimiento. El resultado es el mismo en ambos casos: no se debería ayudar ni a hombres ni a mujeres ni a nadie.

Los identitarios usan esta estrategia cuando simulan compasión por los refugiados a quienes consideran mal utilizados por la ideología de izquierdas, como cuando la obra de Elfriede-Jelinek se vió interrumpida en el Audimax de Viena en abril de 2016. También se recurre a ella si uno lamenta la situación de los niños en los campos de refugiados, pero no quiere que sea una "campaña de relaciones públicas", como dijo la secretaria general del FDP, Linda Teutenberg, el 23 de diciembre de 2019. El canciller austríaco de hoy y el entonces canciller Sebastián Kurz ya racionalizaron las dificultades contra los refugiados en 2016 con  la frase "No funcionará sin que haya imágenes desagradables". En esta declaración hay un vago arrepentimiento emparejado con "no hay alternativa".


El derecho y el lenguaje: una perspectiva

La escalada del lenguaje relacionado con los refugiados desde 2015 hasta ahora es evidente. Los refugiados son deshumanizados y se presentan como una gran amenaza para la seguridad individual y la de todo el continente. Estas estrategias y narrativas del lenguaje provienen de una rama muy dinámica de la extrema derecha, que encontró su misión en 2015.

La arena en la que se lleva a cabo esta lucha cultural son las redes sociales y la calle. Sin embargo, los medios acreditados y establecidos se han apoderado gradualmente de las piezas y solo las han hecho accesibles para una gran audiencia. Si esto se hizo deliberadamente o por ingenuidad es irrelevante para el resultado: el discurso sobre la política de asilo amigable con los humanos ahora difícilmente puede mantenerser fuera del marco de la seguridad.

Sin embargo, todavía no hemos llegado al final de la escalada. La extrema derecha se imagina que está en un estado de guerra, con la ley marcial incluida. Es de esperar que esta lógica no cale en amplios sectores de la sociedad. Sin embargo, sería la consecuencia lógica de la dinámica actual del discurso.

Meses después de este artículo ya me diréis si no estamos en una dinámica "guerrera" implementada desde el otro lado del espectro político.

Comentarios

Ricardo Pérez Roda ha dicho que…
Soy de los que piensan que vivíamos mejor en Occidente con el comunismo de la Unión Soviética. Con la URSS en el poder. El capitalismo tenía verdadero miedo de una insurrección y revuelta obrera o de las clases más desfavorecidas. Por eso mientras estuvo activo el imperio comunista de la Unión Soviética, el capitalismo se autorregulo, se autocontrolaba. Existían medidas reguladoras, de control del capital, de los mercados financieros. Toda una serie de medidas que favorecían en parte a las clases menos favorecidas. Fue desaparecer la Unión Soviética y todas esas normas de control y regulación del capitalismo, desaparecieron a la par. El miedo al comunismo desapareció por completo de Occidente. Hoy vivimos esa falta de miedo y de control. Pese a las reiteradas crisis económicas y sociales. El capital y los mercados financieros, siguen totalmente fuera de control, al revés de lo que ocurría cuando la Unión Soviética estaba en el poder. Así que soy de los que piensan que vivíamos mejor con la Unión Soviética en el Occidente capitalista.
Analógico ha dicho que…
Esto del lenguaje es un tema importante desde luego... Aunque no coincido en el inicio. Para mi lo estamos viendo desde el informe Transforma España y el 15M, movimientos Occupy, primaveras árabes... En 2008 se empezó por derechizar el lenguaje la izquierda para desmembrarla del todo (el joseantoniano lema de "ni de izquierdas ni de derechas". estaba al orden del dia) y desde 2015, es ahora la derecha la que vive su "#revoluciónciudadanista". Al final es todo un proceso que culmina con este evento coronavírico y que lleva inexorablemente a la muerte de la política tal y como la conocíamos. Lo malo es que les dejamos hacer, demasiada gente con miedo, entrampada económicamente de una forma u otra.

Anónimo ha dicho que…
El comunismo desapareció porque no interesaba a los 4 mangantes de siempre.Las comisiones las recibían los adeptos al régimen.Cuando desapareció la URSS era porque interesaba montar el bodrio de la UE (con su Euro) que el tiempo ha demostrado que ha sido el mayor error de la historia.Los chorizos se multiplicaron y la mayoría eran los adeptos al opus que con sus mentiras e invenciones consiguieron poco a poco hacerse con el control y poder de los bancos y de las fortunas de los desgraciados.Y todo bajo el lema de la mentira que es el lema del Opus para poder robar como siempre han hecho los delincuentes de esta secta engañando a los adeptos para que sigan rezando su rosario y sigan leyendo sus estúpidos libros que solo hablan de idioteces.

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