"Deconstruyendo"
Me encanta la gente que no hace nada y da consejos a los demás, un clásico del ser humano.
Al hilo de la confesión he recordado algo que está en Camino, la "tragedia de la mantequilla". Supuestamente un ejemplo de lucha por la santidad, apuntar en tu agenda "hoy tomé mantequilla", "hoy no tomé mantequilla". De ese tenor eran los ejercicios ascéticos a los que supuestamente nos entregábamos en el opus. El corolario de Escrivá: "quien no viva a diario su tragedia de la mantequilla no representará en esta tierra más que una ridícula comedia."
se me ocurre que el opus con sus propuestas consigue la "jibarización" de la persona, haciendo que la atención se concentre en nimiedades.
Cuando la mejora moral del ser humano es una cuestión mucho más difícil que si tomé o no mantequilla, apoyé la espalda en la silla, crucé las piernas en la tertulia, cogí la manzana en vez de la pera que me gusta más.
Es necesario deconstruir la supuesta ascética que se nos enseña ahí dentro, una tomadura de pelo integral. Porque una vez más insisto en que los que predican y vigilan a los demás, no se preocupan en absoluto de si tomaron o no mantequilla. Eso son jueguecitos para distraer al personal, ellos son bien conscientes de que su poder reposa sobre el atontamiento de los que están por debajo.
El opus necesita por el bien de todos una "deconstrucción" a lo Derrida. Por ejemplo, deconstruir su historia, sus pretendidos objetivos. Cuando recién has salido de la caverna pensamos todos más o menos así: "esto es una buena idea que se ha podrido". Es sólo un espejismo de la persona que acaba de sufrir un desengaño vital, hay que darle tiempo a la mente y al corazón, primero para madurar como ser humano, cosa que no se nos permitió durante nuestra cautividad. Y segundo para aprender cómo es realmente la vida en libertad, tener otros puntos de referencia que no sean las habituales citas de "nuestro padre".
No hay que olvidar que dentro la información está muy controlada: te enteras sólo de lo que ellos quieren, en la medida y bajo el punto de vista que a ellos les conviene. En todo, así hablemos de la numeraria que vive en la habitación de al lado como de un suceso de actualidad. Todo está tamizado por la visión opusiana de la existencia. Ignoro si ha existido o existe alguna otra institución que consiga un control tan absoluto de las mentes. Pienso que es prácticamente imposible, ni en España ni en ningún otro país. Especialmente porque el opus combina de maravilla este control férreo con una implantación y acomodo en el país, incluso aceptación social, de los que otras sectas carecen.
Es preciso desmontar el mito: por ejemplo, la pretendida llamada universal a la santidad. ¿cuándo empieza Escrivá a predicarla? no nos pueden vender que en los años 30 porque en aquellos años los adeptos a su persona eran todos estudiantes universitarios varones, de una determinada clase social. La mayor parte de la sociedad, incluidas las mujeres, estaba excluida. La verdadera imagen de Escrivá no la dan las hagiografías de Ana Sastre, Vázquez de Prada o Pilar Urbano. Las afirmaciones del fundador sobre las mujeres en aquellos años y en general a lo largo de su vida son una auténtica vergüenza.
Viendo en youtube el programa de la Clave dedicado a este tema me quedé de piedra por las bolas que nos quieren hacer pasar los dos curas opus que allí intervienen. ¿Cómo nos puede decir Benito Badrinas que la biografía de Vázquez de Prada publicada en Rialp (su editorial) "El fundador del opus dei" es una ocurrencia de ese numerario? en el opus no se permiten las ocurrencias personales, y mucho menos se publican llevando el sello editorial de la casa. Sin embargo dicho esto, ¡ninguno de los presentes rebate semejante impresentable afirmación!
Hay muchas otra incoherencias en ese debate, las dejo para otro día.
Ana Azanza
Al hilo de la confesión he recordado algo que está en Camino, la "tragedia de la mantequilla". Supuestamente un ejemplo de lucha por la santidad, apuntar en tu agenda "hoy tomé mantequilla", "hoy no tomé mantequilla". De ese tenor eran los ejercicios ascéticos a los que supuestamente nos entregábamos en el opus. El corolario de Escrivá: "quien no viva a diario su tragedia de la mantequilla no representará en esta tierra más que una ridícula comedia."
se me ocurre que el opus con sus propuestas consigue la "jibarización" de la persona, haciendo que la atención se concentre en nimiedades.
Cuando la mejora moral del ser humano es una cuestión mucho más difícil que si tomé o no mantequilla, apoyé la espalda en la silla, crucé las piernas en la tertulia, cogí la manzana en vez de la pera que me gusta más.
Es necesario deconstruir la supuesta ascética que se nos enseña ahí dentro, una tomadura de pelo integral. Porque una vez más insisto en que los que predican y vigilan a los demás, no se preocupan en absoluto de si tomaron o no mantequilla. Eso son jueguecitos para distraer al personal, ellos son bien conscientes de que su poder reposa sobre el atontamiento de los que están por debajo.
El opus necesita por el bien de todos una "deconstrucción" a lo Derrida. Por ejemplo, deconstruir su historia, sus pretendidos objetivos. Cuando recién has salido de la caverna pensamos todos más o menos así: "esto es una buena idea que se ha podrido". Es sólo un espejismo de la persona que acaba de sufrir un desengaño vital, hay que darle tiempo a la mente y al corazón, primero para madurar como ser humano, cosa que no se nos permitió durante nuestra cautividad. Y segundo para aprender cómo es realmente la vida en libertad, tener otros puntos de referencia que no sean las habituales citas de "nuestro padre".
No hay que olvidar que dentro la información está muy controlada: te enteras sólo de lo que ellos quieren, en la medida y bajo el punto de vista que a ellos les conviene. En todo, así hablemos de la numeraria que vive en la habitación de al lado como de un suceso de actualidad. Todo está tamizado por la visión opusiana de la existencia. Ignoro si ha existido o existe alguna otra institución que consiga un control tan absoluto de las mentes. Pienso que es prácticamente imposible, ni en España ni en ningún otro país. Especialmente porque el opus combina de maravilla este control férreo con una implantación y acomodo en el país, incluso aceptación social, de los que otras sectas carecen.
Es preciso desmontar el mito: por ejemplo, la pretendida llamada universal a la santidad. ¿cuándo empieza Escrivá a predicarla? no nos pueden vender que en los años 30 porque en aquellos años los adeptos a su persona eran todos estudiantes universitarios varones, de una determinada clase social. La mayor parte de la sociedad, incluidas las mujeres, estaba excluida. La verdadera imagen de Escrivá no la dan las hagiografías de Ana Sastre, Vázquez de Prada o Pilar Urbano. Las afirmaciones del fundador sobre las mujeres en aquellos años y en general a lo largo de su vida son una auténtica vergüenza.
Viendo en youtube el programa de la Clave dedicado a este tema me quedé de piedra por las bolas que nos quieren hacer pasar los dos curas opus que allí intervienen. ¿Cómo nos puede decir Benito Badrinas que la biografía de Vázquez de Prada publicada en Rialp (su editorial) "El fundador del opus dei" es una ocurrencia de ese numerario? en el opus no se permiten las ocurrencias personales, y mucho menos se publican llevando el sello editorial de la casa. Sin embargo dicho esto, ¡ninguno de los presentes rebate semejante impresentable afirmación!
Hay muchas otra incoherencias en ese debate, las dejo para otro día.
Ana Azanza
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leonor lópez