Una de animales

 
Esta es una de las cosas que más me han emocionado en mi viaje del verano: los pingüinos. Sólo hay pingüinos en el polo sur y a principios del siglo XX alguien decidió traerlos a un zoo europeo. También lo he relacionado con la maravillosa película "La marcha del emperador". Es un documental transformado en película por las voces de actores famosos que les han puesto a los pingüinos, y es una maravilla que refleja la dureza de la vida para este animal que cada año tiene que hacerse un montón de kilómetros para reproducirse, enfrentándose al duro invierno austral. El ejemplar que pongo hoy no es el emperador, pero es primo suyo.

A mí el pingüino me emociona, con ese andar torpe que tiene, los pingüinos del polo sur se acercaban sin temor ninguno a los cineastas, y en el zoo donde los he visto este verano los sacan de paseo entre la gente. Es como una pequeña personita y cuando se acerca parece que te va a preguntar algo. Dan ganas de decirle: Nice to meet you!.

Tiene que ver con el tema del blog, porque en el opus no saben qué hacer con los animales, no les encuentran utilidad, no los quieren, los desprecian. No hay nada que sacar de ellos, y es lo que me gusta de los bichos: están vacunados contra los engaños existenciales de los seres humanos. Y para mí que los animales paradójicamente cuando convivimos con ellos y los sabemos entender, nos aportan humanidad.

Ana