Castilla del Pino, ni punto de comparación con otros

No pensé que Castilla del Pino iba dar para tanto. Pongo la primera parte de la entrevista.

Tengo algunas respuestas a lo que se pregunta Isabel sobre la trayectoria de este psiquiatra, que me parece, con los defectos que quieras Gatopardo, no era un charlatán. Y mucho menos un psiquiatra que aplicaba la teología a su tratamiento de enfermos y tampoco pertenece al gremio de los que se forran tratando a gentes de clase media-alta.
Sobre la fundación familia de Albacete no lo sé, han procurado que no salga nada "distintivo" en el vídeo, me parece que sueltan mucho rollo legislativo, en vez de decir, "soy padre de un esquizofrénico y se nos ocurrió hacer algo..." La gente no está pensando en lo que dice la ONU para poner en marcha una asociación así. Pero Miguel, si nos dijeras el porqué de tus sospechas a lo mejor tendríamos más pistas. Lo de ir con los textos legislativos por delante es muy típico suyo
Isabel, tú que les has visto hacer fundaciones a los Rojas-Estapé para quedarse con la pasta de la gente, mira si quieres y a ver que te parece.

Los psiquiatras opus que yo he conocido han hecho fortuna con sus consultas, mi madre fue una paciente de Carmina Gómez Lavín, numeraria, durante casi ¿dos décadas? y no avanzó en su mejora de la depresión. Se tomó unas empanadas de pastillas que enriquecieron de paso a la industria farmacéutica y pagó religiosamente tras cada visita en su consulta privada, allí en la calle Sangüesa de Pamplona, a dos pasos de mi casa. Ya dudo si la depre de mi madre se la creó el opus o entre el opus y ella, porque es una enfermedad supercorriente en opusdeilandia.

A Gatopardo le diré que el tal Castilla, seguiremos sin saber si es sobrino, pero he descubierto es opusino yrecomienda a la gente rezar el rosario, una piadosa y católica costumbre y visitar los lugares donde se ha aparecido la Virgen, como Medjugorje en Yugoslavia. Por poco más de 1000 euros haces un viaje espiritual y provechoso, para escuchar los consejos de María a los fieles. Aquí pasamos de los secretos de Fátima a los de Medjugorje, me dejo a Nostradamus en la cuneta. Yo no sé si esas apariciones son verdaderas, ya está el Vaticano para dar el certificado de garantía, pero prefiero enseñar a mis alumnos a utilizar las bibliotecas, reflexionar, meditar, asimilar por cuenta propia, intentando aprender las lecciones de la vida, de la historia y de los grandes pensadores.... Debe ser por eso que algunos me odian tanto.

Lo de la no Ilustración de España se paga, y lo peor es que en esta península ibérica hay quien está de vuelta de la Ilustración sin haber pasado por ella. Pagamos todos, el oscurantismo y el aldeanismo en el peor sentido pasa factura.

Por cierto que el founder tuvo muchas conversaciones con personajes divinos según se nos contaba siempre sottovoce y en ocasiones muy escogidas, como se suelen hacer estas cosas allí dentro.

Mi compañera en la asociación andaluza de filosofía, Mari Luz Alcalá-Zamora hizo una entrevista a Castilla del Pino en 2003 que apareció en Alfa 13, la revista de la asociación, pp. 37-49. Ya entonces veía que le quedaba poco tiempo "es probable que muera en esta década" decía a mari Luz. Me impresiona que a sus 80 años este hombre tuviera que "administrar su curiosidad", era consciente de que no podía leer todo, de que debía apartar algunos temas. Y su reflexión sobre que la muerte empieza en la mente, cuando ya todo da igual, luego ya viene la agonía del pulmón, de la cabeza, del corazón...Murió en 2009 después de haber asistido a la muerte de 5 de sus 7 hijos.

Describe la facultad de Madrid que él se encontró tras la guerra civil, insisto en el ambiente de los años 40.

"En san Carlos, mi facultad de Medicina en Madrid, de 30 catedráticos de antes de la guerra civil quedaban media docena, muertos de miedo, en silencio, soportando vejaciones. Lo mismo pasó con las demás facultades, no sólo, claro es, en Medicina. Y la sustitución de todos ellos por arribistas mediocres, hasta de algún pistolero. Y eso también se irradió al mundo intelectual, en la que los mejores fueron marginados. A Ortega le ví ya en su final. Zubiri sabía mucho pero su raigambre era postescolástica y por eso su filosofía alcanza a veces algo así como las finuras del sexo de los ángeles; pero tengo un muy grato recuerdo de él. Aquella España: y sin perspectiva de cambio, porque acabó la guerra mundial y los americanos consolidaron a Franco para treinta años más. ¡Qué vida nos tocó vivir! Yo me salvé intelectualmente de aquel marasmo gracias a mi preceptor, don Federico Ruiz Castilla, influido por la Institución Libre de Enseñanza, que en mi adolescencia me dio a leer a Cajal, Ortega, Baroja, Goethe, Descartes, don Juan Valera... muchos, muy varios. Además era ateo, no agnóstico, como se dice edulcorando la cosa: ateo y anticlerical, aunque de una cortesía y respeto ejemplares."


Desde 1949 dirigió un dispensario de psiquiatría en Córdoba donde atendía a gente de los pueblos, gente sin posibles que venía a la capital, a su dispensario y se tenía que alojar bajo unas latas en el cementerio protestante de Córdoba. Nada de pisar moqueta, como todos los que pasan por las consultas Rojas, Ibor...etc, etc. Sabe de las enfermedades del pueblo: ha trabajado en la salud pública cuando era impensable que los pobres pudieran tratarse una enfermedad psi. La esquizofrenia, que como dice en el vídeo afecta a 1% de la población, sabe de la carga para las familias que estos enfermos suponen, de las depresiones mayores con causa biológica y de las menores surgidas por los problemas de interrelación.

En el Dispensario formó a cuantos pudo, pero en una cátedra hubiera podido dirigir muchas más tesis doctorales. Además tenían en la puerta de dicho dispensario a la policía que a veces impedía la entrada de los colaboradores de Castilla del Pino, enviada por el Gobernador civil compinchado con el jefe de Sanidad.... ¡Cuán familiares me resultan todas estas payasadas! payasadas ahora que están los protagonistas bajo tierra, claro.

Escribió 186 monografías neuropsiquiátricas, pronunció cientos de conferencias y cursos. Dos centenares de ensayos y artículos en prensa. Prologó cuarenta libros, de Freud, Marcuse, Weininger, Sopeña, Vicente Núñez... libros sobre poesía, sexualidad, poesía, pintura. Dirigió un seminario en su pueblo sobre Antropología de la conducta al que llegaban todo tipo de personalidades pretigiosas de literatura, sociología, filosofía... De ahí salieron publicaciones como "El discurso de la mentira" (ese nos suena), "El silencio", "teoría del personaje", "La envidia"...

Además es autor de 40 libros de psiquiatría: La culpa, Cuarenta años de psiquiatría, Celos, Locura, Muerte, La incomunicación, Cuatro ensayos sobre la mujer, Sexualidad y represión....En 1998 le dieron el Premio de Ensayo Jovellanos por "El delirio".

Se interesó por la filosofía del lenguaje, en su "Introducción a la psiquiatría" de 1980 trata del lenguaje como conducta. Tiene también varias novelas y dos libros de memorias.Ya en democracia recogió premios sin cuento, y habrá visto en su vida a unos 100.000 pacientes.

Habla del psicoanálisis como una aportación al conocimiento de mecanismos como represión, proyección, identificación... que ayudaron a superar muchos tabúes y cuya influencia en las artes del siglo XX ha sido extraordinaria. No como método terapéutico, sino como "horizonte de comprensión" para personas sanas que quieren enfrentarse a las oscuras motivaciones de la conducta desconocidas hasta Freud.

Lo que dice sobre la filosofía hoy como "organizadora" de la cabeza y como método de pensamiento, su profundización en Wittgenstein y Austin como autores leídos y asimilados por él que le han cambiado me llama la atención.

Otro"estilico". Lo justo hubiera sido que le dieran la cátedra en 1960, fue la última vez que lo intentó, habría podido formar una escuela de psiquiatras y psicólogos, alejados de la teología y las visiones marianas opusinas. Pero por su filiación comunista se la negaron repetidas veces. Hubo recogida de firmas para pedir que se le nombrara profesor de la facultad en el curso 1975-76 en Córdoba. El gobierno de Felipe González le dió la cátedra en 1983 a sus 60 años, ya por vergüenza, de que era una autoridad científica marginada. Y como tenía que jubilarse con 65 años por la ley Maravall, dejó la cátedra cinco años más tarde.




¿Alguien pregunta por las causas del atraso científico y cultural y por ende político de España?