Lo que merece y no merece la pena
Te voy a decir lo que no mereció la pena:
Lo que no me mereció la pena en ningún aspecto fue ser captada y engañada. Alejada de mi familia, de mi ambiente, de una vida de adolescente normal. No me mereció la pena que me dijeran que Dios me había escogido y que no podía dejar en la estacada a las 5000 almas a las que iba a fallar si no pitaba. No me lo invento, ese fue el cálculo de Dolores Barettino la directora del club Isaba cuando yo pité. Tampoco me mereció la pena vestir como una vieja de 80 con 20 años, con faldones que barrían el suelo a mi paso, y con medias en lo más crudo del verano en la Bendición y Exposición con el Santísimo, ni las correcciones absurdas sobre mangas y larguras de falda. Ni la pinta que tenía en general cuando era joven y estaba en lo mejor de la vida... La mirada perdida y apagada, recelosa del mundo, enemigo number 1 de mi falsa vocación.
No me mereció la pena estudiar lo que ellas querían, leer sólo y exclusivamente los libros que ellas dejaban a mi alcance, y relacionarme durante veinte años exclusivamente con la gente del entorno del opus dei.
El drama del final de que mis supuestos marido, familia, amor de mis amores, me llevaran al psiquiatra sin necesitarlo eso sí que no mereció la pena. Y que se aliaran con mis acosadores o mi acosador laboral para arruinarme mi carrera de profesora y dejarme en la puta calle sin un duro después de unas oposiciones que ninguna de las directoras han pasado para ser directoras, eso sí que no mereció la pena. No mereció nada la pena las tortas y tomates que me llevé con razón por defender ideas opusianas totalmente alejadas de la realidad y de los problemas de la gente. Ni los plantones que me dieron las pocas amigas que pude tener cuando me decían que iban a venir a una meditación, una charla, una misa del opus dei y no venían. Tampoco mereció la pena tanto tiempo perdido rezando rosarios o en actos litúrgicos o en ceremonias que te llenan el horario y te quitan de tener tiempo para tí, para trabajar, para meditar, para estar con la gente, para descubrir el mundo, para razonar en lo que estás viviendo, para practicar un deporte y admirar la naturaleza o viajar. Para ser humana y disfrutar de la vida. No me merecio la penad darles todo el dinero que cayó en mis manos, desde mis 25 pts de paga que me daba mi tía María con 16 años a mi sueldo de profesora en vez de gastarlo en todas esas actividades que he dicho.
No me mereció la pena tener que soportar las consecuencias del silencio de miles de personas que sólo en mi país conocen el opus dei mucho antes de que nosotros nos topáramos con él. Ni los cilicios que me puse, ni los madrugones, ni las disciplinas, ni que me engañaran y yo engañara a otros con una vocación que no existe más que como anzuelo y como presión.
Ahora entiendo porque me hacían predicar antes del 19 de marzo sobre la vocación y los compromisos con el opus dei ¡por qué me lo creía! ellas no lo creen... ellas creen en su poder y en sus manipulaciones. En su ocultarse y desaparecer, pero no en el sentido religioso de estas palabras, sino en el sentido mafioso de las mismas. Desde la sombra se dirigen los hilos mucho mejor. Que sean otros los que se quemen y cuando las cosas salen mal, los directores opus dei que son los verdaderos inventores de todos sus manejos nunca se queman. ¡Genial! siempre se limpian el culo con los del final de la cadena.... A ver si se va espabilando ya la gente "de tropa"....
Dices Carmen A, que afortunadamente hay supernumerarias que apartan a sus hijos de ser nume. No sé que adverbio emplear en vez del afortunadamente, pero a mí me gustaría que si alguna super de base, no ricachona, lee lo que escribo, que observe. ¿Por qué las numerarias en general son reclutadas en las familias opus de clase media tirando para abajo y con poca frecuencia en las alturas de la sociedad? ¿Por qué si yo he dado una hija numeraria no me sacan la alfombra roja cuando llego al centro como si se la sacan a la mujer de este empresario o de este político o de tal persona de renombre? ¿por qué la supernumeraria ricachona parece que por serlo tiene más derecho que otras a ser celadora o tiene más voz que la que no lo es?
En una "empresa sobrenatural" las madres de las numerarias deberían de ocupar un lugar más alto que las mujeres de los ricos cuyas hijas de 16 años ya tienen su noviete y van de fiesta. Y sin embargo las pequeñas numerarias, salidas en general de familias más modestas, a rezar rosarios, a ponerse el cilicio, de meditación en meditación y de retiro en retiro, y preparándose la confesión o la charla fraterna, o rezar estampas a nuestro padre por la siguiente que va a pitar. ¡Apasionante el plan!
En vacaciones, no nos podemos escapar de Gran Hermano opus. Hay que hacer el curso anual en Alcaste, Eskíbel o Monaita, colegios que el opus dei ha procurado estén bien lejos de los centros urbanos, para que no se te ocurra irte con facilidad a encontrarte con la gente de tu edad cuando estás allí encerrada. ¡Están en todo estos opusianos!
Tanto en Granada como en San Sebastián si querías ir en la hora del deporte al centro de la ciudad, se te iba la mitad del tiempo disponible en esperar el autobús y en el trayecto. No había tiempo de enamorarse en el camino ni del chófer... "Supercontrol"
Me merece la pena contar estas cosas porque sé que no caen en saco roto y hay quien "discretamente" va tomando nota....
Ahora, desde luego al opus dei no le merece nada la pena que no se hayan cumplido sus designios para conmigo, hace tiempo que tenían que habérseme ido las ganas de denunciarlos de lo amargada y depresiva que tenía que estar por todos los males que se iban a abatir sobre mí por abandono de "la barca".¡Un cuerno también para ellos!
He vivido cosas tan surrealistas en un estado de derecho y un país civilizado que esto sólo tiene un camino: contarlo y que se entere cuanta más gente mejor. Eso es lo que merece la pena. Frenar este desastre.
Comentarios
Para que una niña o niño de 14 años y medio pida la admisión como numeraria/o y dure algo más de dos días necesita haber vivido en su familia un mínimo de sacrificio, de exigencia, de austeridad, de piedad.
Seguramente a tí Ana, como a mí, nos educaron así y por tanto el opus dei tenía relativamente fácil la tarea de captación.
Ahora han cambiado muchas cosas, los niños en general tienen de todo. La mayoría de supernumerarios son "blanditos" y eso de andar educando a sus hijos con tánto sacrificio no les va.
Por supuesto que hay excepciones pero son los menos. Familias numerosas convencidas y entregadas en cuerpo y alma a formar desde su casa futuros numerarios conozco algunas pero suelen tener problemas económicos y para ir a los clubs, convivencias y demás actividades y no te digo nada si tienes que ir a estudiar fuera porque el centro de estudios para aprender a ser numeraria está lejos de tu ciudad, HAY QUE PAGAR y entonces...... Ya están la aportaciones económicas de los ricachones. No entregan a sus hijos pero si dinero para que los hijos de los demás puedan ser numerarios. Todo muy bien pensado.
http://www.republica.es/2010/06/01/el-banco-del-vaticano-acusado-de-lavar-dinero-ilicito/
Quiero pensar que ha llegado un momento donde han visto que "encubrir" ya ni siquiera es pan de hoy y hambre de mañana.
Quizás a partir de ahora no se tapen casos donde participa mucha gente o hay muchas víctimas. Los casos que afectan a pocos que no tienen suficiente poder para que el escándalo salte a los medios, creo que se seguirán encubriendo.