Mi destino es el que yo decido
No me había dado cuenta de que esta era una de mis canciones de guerra... la versión de Thalia es más popular hoy, pero Alaska es la original. Fue una alumna de Mancha Real que se fue hace ya unos cuantos años del insti la que me puso sobre la pista de la canción.
"...no soy de nadie, no tengo dueño...
mi vida les agobia...
mi destino es el que yo decido, el que yo elijo para mí"
Sobre el link del cura de Génova quiero pedir a nuestra amiga de Italia que traduzca la frase que nos envías, entiendo en general que este cura habla de destapar al opus dei.
A los comentarios sobre la fe que me hace Agustín, te responderé con lo que dice el padre Boulad en su carta de 2007 a Benedicto XVI que circula por internet en todos los idiomas:
5. Esto no podrá hacerse más que mediante una renovación en profundidad de la teología y de la catequética, que deberían repensarse y reformularse totalmente. Un sacerdote y religioso alemán que encontré recientemente me decía que la palabra "mística" no estaba mencionada ni una sola vez en "El nuevo Catecismo". No lo podía creer. Hemos de constatar que nuestra fe es muy cerebral, abstracta, dogmática y se dirige muy poco al corazón y al cuerpo.
8. La Iglesia católica, que ha sido la gran educadora de Europa durante siglos, parece olvidar que esta Europa ha llegado a la madurez. Nuestra Europa adulta no quiere ser tratada como menor de edad. El estilo paternalista de una Iglesia "Mater et Magistra" está definitivamente desfasado y ya no sirve hoy. Los cristianos han aprendido a pensar por sí mismos y no están dispuestos a tragarse cualquier cosa.
Comentarios
http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=46622
¡Cómo esta mi tierra! Como se destape toda la corrupción de "mi amiguito del alma" en palabras del presidente Camps sobre Álvaro Pérez, alias "El bigotes", no hay cloacas ni acequias para desaguar.
#2014:
"El progreso espiritual tiende a la unión cada vez más íntima con Cristo. Esta unión se llama “mística”, porque participa del misterio de Cristo mediante los sacramentos —“los santos misterios”— y, en Él, del misterio de la Santísima Trinidad. Dios nos llama a todos a esta unión íntima con Él, aunque las gracias especiales o los signos extraordinarios de esta vida mística sean concedidos solamente a algunos para manifestar así el don gratuito hecho a todos."