Momentos decisivos
El criminológo Christian Pfeiffer al que los obispos alemanes habían contratado para esclarecer los escándalos de pedofilia del clero ha declarado: "subestimé a la iglesia". Se refiere a su reciente despido de este encargo. ¿De quién es la culpa de que la investigación no se haya llevado a cabo. En un programa televisivo se defendió de las críticas y confesó que es el mayor fracaso de toda su vida profesional.
En 2010 estalló el escándalo en la iglesia católica alemana, muchas víctimas rompieron el silencio y día a día salían a la luz nuevos casos, que dejaban claro como la iglesia había reaccionado durante muchos años: cambiando de sitio a los clérigos para ocultar los hechos. La credibilidad de la iglesia se vió debilitada.
En julio de 2011 se puso en pie un proyecto de investigación llevado por el Instituto de investigación criminológica de Baja Sajonia con el fin de aclarar los hechos de los clérigos. Ahora, año y medio después, el proyecto ha fracasado.
El obispo Ackerman dijo hace unos días que cuando estalló el escándalo se vieron ante una gran presión y también: "el despido del señor Pfeiffer tiene mucho que ver con la persona." En esta entrevista el criminológo se expresa sobre los motivos por los que el proyecto ha hecho aguas, y la lección que él personalmente ha sacado de todo
SPIEGEL ONLINE: Señor Pfeiffer, ¿por qué ha fracasado la cooperación con la iglesia católica y la superación de los abusos?
Pfeiffer: El Projecto ha fracasado ante el sentimiento de amenaza que nuestros planes de investigación han desatado en la iglesia. Muchos representantes de la iglesia han reaccionado al miedo con el deseo de que hubiera más control. Poco antes de empezar en mayo de 2012 me ví confrontado a la exigencia de que todos los resultados del estudio sólo serían publicados con la aprobación de la iglesia. Desde el punto de vista científico esto es inaceptable.
SPIEGEL ONLINE: El Proyecto empezó con mucho ruido, había mucha esperanzas puestas en él. ¿Ha intentado salvarlas?
Pfeiffer: En los primeros meses intentamos empezar con trabajos concretos de preparación para el análisis de las actas y los cuestionarios a las víctimas, pudimos desarrollar un muy buen plan de protección de datos con los representantes eclesiásticos. Por parte de la Archidiócesis de Munich.Freising se empezó a notar una creciente resistencia. El obispo Ackermann hasta mayo nos aseguro a pesar de ello que el proyecto se llevaría a cabo. Pero a partir de ahí hubo algunos eclesiásticos que querían controlar el proyecto haciendo algunos cambios.
SPIEGEL ONLINE: Se trata sobre todo de quien tiene la interpretación del conflicto. La iglesia le ha denunciado.
Pfeiffer: La iglesia solicitó el 13 de enero en la audiencia territorial de Hamburgo un decreto de resolución provisional contra mí, según el cual no tenía derecho a decir que la iglesia había puesto condiciones de censura previas a la investigación del Instituto (KFN). El 16 llegó nuestro escrito de respuesta a la audiencia. En consecuencia la iglesia retiró su solicitud. Ahora debe pagar las costas incluidas las de nuestro abogado. Y en adelante puedo dar a conocer sin cortapisas lo que desde el principio he designado como como causa del fracaso. La amenaza del cese ha sido un puro show.
SPIEGEL ONLINE: ¿A partir de cuando tuvo usted claro que el proyecto ya no se podía salvar?
obispo Ackermann, encargado de los casos de pedofilia del clero |
Pfeiffer: La ruptura llegó cuando a finales de octubre quise aclarar en dos cartas dirigidas a los obispos si ellos estaban tras el proyecto. La iglesia lo valoró como una ruptura de confianza. No tenía otra salida porque debía preguntar a los obispos en qué medida han triturado documentos. Sólo ellos lo podían contestar.
SPIEGEL ONLINE: Al final pasa como en una relación, queda la pregunta de quien ha puesto punto y final. ¿Es usted el que ha dado por concluida la colaboración con la iglesia o son los obispos?
Pfeiffer: La iglesia ha rescindido el contrato después de que nosotros nos negáramos a firmar un pacto de disolución que nos hubiera obligado al silencio.
SPIEGEL ONLINE: Para la iglesia se trataba de un proyecto de prestigio, cuya realización tenía gran significado tras el escándalo de los abusos. ¿Por qué ha roto la colaboración?
Pfeiffer: Cuando miró hacia atrás veo un momento decisivo. Dí una conferencia ante los representantes de la iglesia sobre porqué los escándalos sexuales del clero habían sido aclarados en Estados Unidos en fechas recientes. Los estudios arrojaban el siguiente resultado: sólo un 5% de los autores del delito era pedófilo, el 95% de los supuestos autores se habían dirigido a niños para satisfacerse porque no disponían de una pareja estable. Esto cambió con la revolución sexual. Los curas que no querían mantener el celibato podrían tener relaciones con la pareja que escogieran. Esta explicación adicional representa para la iglesia una enorme amenaza.
SPIEGEL ONLINE: La explicación hubiera sido una ventaja para la iglesia.
Pfeiffer: La iglesia ha luchado durante años contra esta liberación de la moral sexual. Si mi explicación se confirmara, la revolución sexual hubiera sido una ventaja para la iglesia. Su antiguo bastión se vería amenazado, también el celibato.
SPIEGEL ONLINE: Los abogados de la conferencia episcopal le atribuyen que usted quería publicar los resultados del estudio a bombo y platillo.
Pfeiffer: Lo sentí como una provocación y pensé que quizás era el intento de hacernos dimitir del encargo para que así ellos no tuvieran que echarnos. En las pasadas semanas he sido atacado personalmente. Conscientemente no he contestado. Cuando constantemente se me reprocha que con mi acusación de censura he dicho algo que no es verdad, se muestra que los que dicen eso no toman en serio el octavo mandamiento: "no dirás falso testimonio ni mentirás".
SPIEGEL ONLINE: El obispo Ackermann afirma, "la anulación del encargo tiene mucho que ver con la persona de Pfeiffer".
Pfeiffer: Eso son maniobras de distracción, las encuentro del peor estilo. La iglesia me difama porque no tiene argumentos de peso.
SPIEGEL ONLINE: La iglesia habla de una ruptura de contrato. ¿Qué piensa usted?
Pfeiffer: He sido muy decepcionado por algunas personas. Que el padre Langendörfer tenga la desfachatez de afirmar en el programa de "Beckmann" que no he dicho la verdad, me choca bastante. ¿Bajo qué presiones viven estos hombres inteligentes y cultivados para perder el rumbo de esa manera?
SPIEGEL ONLINE: ¿No hubieran tenido que llegar a hacer las paces en interés de las víctimas? todo se ha echado a perder, sobre todo el proyecto.
Pfeiffer: Las víctimas deben saber los motivos verdaderos del fracaso del proyecto. Por eso se podría llegar a un acuerdo de paz si las dos partes se obligaran al silencio, ni siquiera lo considero.
SPIEGEL ONLINE: Se puede tener la impresión de que en esta batalla cada uno gira en torno a sí mismo. ¿Qué dice usted a las víctimas que habían puesto grandes esperanzas en el proyecto y ahora están enfurecidas?
Pfeiffer: Su enfado está justificado. Pido a las víctimas que comprendan que bajo condiciones de censura no se puede investigar. Les pido que se dirijan a nuestro Instituto y pidan nuestro cuestionario, lo pueden rellenar de manera anónima y enviárnoslo. Podemos descubrir lo que han vivido y como la iglesia las ha evitado. Las víctimas tienen derecho d a que todo se aclare.
SPIEGEL ONLINE: ¿Cómo valora personalmente esta ruptura?
Pfeiffer: Que este proyecto no se lleve a cabo es la mayor frustración de toda mi carrera.
SPIEGEL ONLINE: tras el disgusto, ¿ha aprendido algo de esta discusión?
Pfeiffer: Infravaloré a la iglesia en su complejidad como partenaire. Estaba eufórico Brindamos muy contentos al principio del proyecto. Luego todo ha sido mucho más dificil de lo que pensé, fui ingenuo.
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