Tiene cosas buenas, ser jesuita no es la menor de ellas, puntos a su favor. El nombre, en recuerdo de un gran santo, popular. Pero un Papa como Juan Pablo I, limpio de polvo y paja, es imposible han pasado muchos años desde entonces. Les ha dado tiempo a perseguir, acorralar, que se mueran o enfermen o que sean arrinconados, todos los que no estaban de acuerdo con el curso de las cosas, pompa, boato, sotanas, Trento, sólo cuestiones referidas al sexto y al noveno, y dale periquillo a la misma ruleta, además de muchos escándalos financieros, salpicados con un par de crímenes difícilmente explicables. Con la atmósfera que ya nos han demostrado se respira en esos palacios vaticanos, milagros pocos. A ver que rumbo toman las cosas. No se puede más que estar a la expectativa. A los amigos del blog bien no les ha podido cae. No les gusta que se les recuerde su filiación tan poco divina como decía Estruch, es decir, no les gusta que se les recuerde que desde el minuto cero está...