CURSO ACELERADO DE ESPIONAJE E INFILTRACIÓN
CURSO ACELERADO DE ESPIONAJE E INFILTRACIÓN
Hacían ficha de adictos al régimen de Franco para sacarles
más partido. Carrero Blanco tenía interés en las entrevistas quienes eran “los
que no se definen” o “no están definidos”, sirven para infiltrar organizaciones
estudiantiles, sindicatos, asociaciones…Es exactamente la misma técnica
opusina, “los ni fu ni fa”
son siempre fu.
Cuando un miembro del servicio “se quemaba”, lo mejor era
poner tierra por medio, desviar la atención.
Los colaboradores del Servicio informaban y hacían funciones
de contrapropaganda, en la acción psicológica positiva, fomentando
organizaciones adictas o neutras respetuosas con la legalidad franquista.
La infiltración exigía sacrificios, entrañaba riesgo de detención y cárcel. El infiltrado tenía que hacer
méritos para consolidarse en la organización infiltrada con lo que se llegaba a
situaciones límite de conciencia con las que tenían que cortar.
Las colaboraciones con el Servicio E. llegaban muy arriba en
la escala social y en la mayoría de los casos se hacían por una
contraprestación: “te informo si me consigues una audiencia con una autoridad,
me resuelves mi problema, me dan un cargo o me allanas el camino al cargo.”
La labor de captación fue dando sus frutos y a finales de
1970 disponían de 380 hombres y mujeres distribuidos por toda la geografía. Se
conocían entre sí, pero ignoraban las respectivas misiones.
Hacían “cursos de formación” al término de los cuales se les
daba un sobre con misiones, seudónimos, enlaces…etc. Luego había que hacer
“jornadas de convivencia” para obtener una participación activa, sincera, sin
reservas de los Colaboradores.
En la fase inicial del Servicio Especial se dedicaron todos
los esfuerzos a la agitación el en Sector Educativo, se emprendió una acción psicológica positiva de fomento
de factores susceptibles de despertar una reacción positiva en la masa en un
triple frente:
-impulso de asociaciones de estudiantes y mixtas con
posgraduados.
-orientación de la opinión pública.
-creación de un ambiente propicio para la coordinación de
esfuerzos entre diferentes dep. ministeriales.
Lo único que había era el SEU, el sindicato estudiantil
oficial, pero extinguido a finales de los 60 había que crear otras
asociaciones. “Y así actuamos, impulsando tanto a las nuevas como a las
antiguas, para de esta manera encuadrar y dar cauce legal a las justas
aspiraciones de representación y participación de los estudiantes
universitarios y no universitarios.”
Qué pretensiones, un militar de alta graduación organizando
la “legítima representación estudiantil”
Se estableció un enlace con la Oficina de Información de
Asociaciones, de la que era jefe Javier Ansuátegui, y situaron allí una persona
de la absoluta confianza de San Martín. Ansuátegui si no me equivoco fue
gobernador civil de Navarra en la primera transición, sus hijas estaban
matriculadas en el colegio al que yo acudía, una en mi clase. Las invitamos al
Opus, ya con 10, 12 años hacíamos apostolado entre gentes que eran mucho más del
régimen que nuestras familias ¿se observa qué miseria la nuestra? No sé qué
pasó con Ana Ansuátegui, con esos preliminares familiares no le hacía falta
opus para que le fuera bien. Mucho menos le hacía falta para que le fuera mal.
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