ESTRAGTEGIAS DE SALIDA Y CURACIÓN
Lo dice mi estimada
amiga Françoise, hija de un supernumerario muerto en extrañas circunstancias:
OD no deja de
aumentar la presión sobre sus miembros, su poder totalitario va cada vez más
lejos. El
poder les permite rentabilizar en lo financiero al adepto. Y
también lo pueden utilizar al máximo físicamente, intelectualmente,
psicológicamente, afectivamente.
En caso de
fallecimiento del adepto supernume que testó en favor de OD, OD extiende su
poder al resto de su familia, incluso sin que la familia entienda qué está
pasando.
Esto le permite al
OD actuar tranquila y rápidamente. Si la familia comprende la peligrosidad del
OD como fue el caso de mi hermana, mi madre y yo misma, la respuesta
judicial podrá permitir proteger los
intereses familiares y la herencia. Pero hay que estar prevenido de que el OD
empleará todos los medios a su alcance para expoliar la herencia del adepto.
Caso concreto :
Mi padre se hizo del
Opus para formar parte de la élite religiosa y social. En su caso se trataba de
un fantasma de dominación, y de una confirmación de su éxito social, una forma
de poder rozarse con la élite provincial y regional, incluso parisina. El OD
recruta sobre todo pequeña, media, gran burguesía, nobleza, ejecutivos de nivel
superior, Directores Generales de pequeñas y medianas y grande empresas,
banqueros, aparato judicial, educación privada confesional, médicos, altos
funcionarios. Los adeptos al Opus lo viven como un club privado en el que hay
que enseñar « la patita blanca ». Es
un lugar en el que se relacionan gentes con el mismo modo de vivir, los mismos
intereses, las mismas preocupaciones religiosas, las mismas ideologías
políticas. El OD les da legitimidad y una razón para vivir de manera elitista.
Les permite practicar la cooptación, la corrupción, ampliar su red profesional de contactos, afirmar su ideología de corte fascistas, reclutar nuevos simpatizantes financieros incluso nuevos adeptos.
Mi padre se hizo
opusino porque había sufrido abuso sexual por parte de su madre, nunca pudo
hablar del tema y a partir del incesto se produjo en él una violencia fuerte
contra las mujeres, violencia física, psicológica y sexual y que sufrimos mi madre, mi
hermana y yo. Vivía en la omnipotencia
totalitaria al tiempo que se había quedado en una dependencia psicológica y
afectiva de su madre, en la culpabilidad por esa dependencia, en la
culpabilidad del trauma del incesto (como si fuera responsable de lo que su
madre le había hecho padecer) y quiso encontrar en el OD una forma de redención
psicológica, espiritual, afectiva. Quería encontrar una justificación de su violencia contra
las mujeres. Un medio de curación interior también. Una forma de redención.
Más allá de estas
razones mi hermana y yo descubrimos que conoció el OD cuando
estudiaba en la universidad a través de la Federación de
Estudiantes Nacionalistas, unido al grupo Occident, y también a la Cité Catholique de
Jean Ousset, la extrema derecha francesa en una palabra). Más tarde volvió a
toparse con el Opus a través de sus colegas de profesión que eran supernumes. Y por las suscripciones
de prensa: « Valeurs Actuelles » y « le Spectacle du Monde ».
También a través de algunos conocidos que
sin ser del Opus le convencieron para que adhiriera.
Hablo de este
ejemplo personal para que los lectores comprendan que hay muchas razones
personales, imbricadas unas con otras, pero que todas generan dependencia psicoafectiva,
inseguridad interior, dogmatismo. Esta organización integrista, sectaria les da
de momento una respuesta a su angustia existencial y a su expectativa de gran
dependencia afectiva, además de dar valor a su deseo elitista.
El OD
como la mayoría de las sectas juega mucho con el papel de lo afectivo para
captar al adepto, y una vez que el adepto ha sido cazado, la organización juega
con el miedo al abandono pues se constituye a la vez como familia y como centro
de retención y opresión, jugando perpetuamente a poli bueno poli malo como
cualquier manipulador perverso. Llega hasta el punto de desligitimar todas las
expectativas de sus miembros, lo que lleva a sus miembros a cada vez más
dependencia y a una gran fragilidad interior: la mayoría se convencen de que
fuera del redil opusino no hay vida serena y fuente de seguridad.
Todavía peor, el
mundo exterior sin pasar el filtro opusino y las redes opusinas no es más que
peligro y amenazas. Esta situación puede prolongar la adhesión al OD a pesar de
graves sufrimientos durante largos años. Hace falta que algo haga clic en la
persona, que el cuerpo, el psiquismo no
aguante más, puede ser un suceso dramático. En el caso de mi padre fue la
muerte brutal de un colega supernumerario. Mi padre descubrió que el supuesto
suicidio era en realidad un asesinato organizado por el OD. Ese acontecimiento le
llevó a la decisión de salir o retirarse poco a poco del OD.
Dento del Opus se
prohíbe toda forma de afecto, de sentimiento y emoción. Existe la obligación de
desnudarse interiormente cada semana ante el director, en esa charla se fijan
los objetivos de apostolado que hay que llevar a cabo hasta el agotamiento. Esto refuerza el
desarraigo y la impotencia, y da lugar al pánico al aislamiento, no permite
tener intimidad, la persona no tiene legitimidad personal fuera de las
actividades OD, y limita además la percepción del propio sufrimiento y la toma
de conciencia real de su destrucción interior :
Pude constatar
personalmente que muchos adeptos que sufren en los grupos sectarios, por
ejemplo mi padre, consumen antidepresivos, a menudo recetados por médicos
afines a la organización OD.
Los antidepresivos
anestesian el sufrimiento, enmascaran temporalmente el agotamiento nervioso,
psicológico pero sobre todo permiten al OD y a otros grupos católicos sectarios
el mantenimiento de sus adeptos en la sumisión.
Cuando se sale del
grupo los ex adeptos tendrán que salir de esa adicción que funciona como una
droga. Que mantiene a los individuos en un estado de fragilidad, de desarraigo
y denegación, y la « desintoxicación” puede durar varios años. Por tanto
hace falta tiempo para que los ex opusinos se den cuenta plena del desastre y
los traumatismos que su adhesión a OD supuso. Hace falta también mucha valentía
para enfrentarse al desastre interior.
Lo que enlentece este
proceso suele ser la relación indirecta con el Opus en la persona del cónyuge o
de un miembro de la familia. Existe por tanto la nostalgia del pasado opusino,
y también la presencia continua de las redes opusinas alrededor del ex miembro
con la correspondiente ideología. Así la verdadera salida del Opus tarda, tarda
la toma de conciencia de los perjuicios en uno mismo y en los de alrededor. Por
ello es todavía más complicado para el ex adepto rodeado de ese « ambientillo »
tener una visión de conjunto del proyecto opusino que no esté todavía ligado a lo
que el OD le decía en sus tiempos dentro. Harán falta tiempo, análisis sin
complacencia, terapia, intercambios con otras personas sin nexos con OD o que
salieron hace más tiempo y que comprendieron el revés del tapiz, para medir más
directa y precisamente la peligrosidad de este grupo y también el nivel de los
sufrimientos que el OD le hizo pasar.
Este proceso se
parece a una lenta desintoxicación y en realidad lo es. Los abogados especializados y los
psicólogos hablan de exfiltración. No sólo físico sino también psíquico.
Otra fuente de
enlentecimiento e la curación : la vergüenza, el sentimiento profundo de
culpabilidad por haberse dejado engañar por este movimiento integrista y
sectario. Este sentimiento es común a todas las víctimas de violencias físicas,
psicológicas y sexuales.
Para salir de este sentimiento que puede ser muy doloroso, invasivo. A menudo
es necesaria una terapia psi. Para distanciarse, para gestionar el trauma y
reencontrar la posibilidad de hablar sin que afecte de foma desmesurada y sin
culpabilizar y también progresivamente poder serenarse y encontrar la
tranquilidad perdida tras la pertenencia opusina.
Cada víctima ha de encontrar la terapia que le vaya mejor para ayudarle a superar los traumas vividos
en un marco sectario. Hay muchas ofrecidas
por los profesionales de la salud : EMDR, hipnosis ericksoniana, terapias
cognitivas comportamentales que son diferentes del psicoanálisis y la
psicoterapia clásica, en la medida en que todas estas terapias son cortas y
curativas. No sólo analíticas. Dispensadas por psiquiatras diplomados y
comprometidos éticamente, realmente adaptados a los sufrimientos de las víctimas
y solicitadas por ellas, estas terapias son muy eficaces. Y a menudo son el
punto de partida para volver a encontrar una seguridad interior, una dignidad,
una tranquilidad, un equilibrio y el sentimiento de pertenecerse a sí mismo. Restablecer
todos estos elementos es primordial en la curación de todos los sufrimientos
acumulados. Serán la base, el trampolín necesario para superar positivamente
todas estas terribles experiencias.
Al haber sido
brutalizada la personalidad, el comportamiento, la manera de vestir, las
amistades, las ideas, los actos, dictados por el grupo sectario hará falta
tiempo para llegar a ser lo que se era, para reanudar con el ser más íntimo y
darse a sí mismo el derecho a pensar por sí mismo, de pensar diferente a lo que
fue enseñado y metido en el alma por el grupo sectario. Las terapias psi también
ayudan a ello. Y el entorno, los amigos no ligados a la secta e la medida en
que la relación con ellos no se cortó totalmente al adherirse al grupo.
Otra ayuda activa en
la renovación personal es la práctica de una actividad recreativa, deportiva,
cultural, creativa. Este tipo de
actividad despierta en una misma la energía positiva que ayudará a la
reconstrucción y muestra a la ex adepta que tiene todas las claves para salir
adelante. Que no es un niño pequeño ni
alguien incapaz de salir adelante solo. Al contrario, tiene las capacidades,
las competencias, los talentos que le permitirán vivir feliz, en paz y con
plena capacidad para asumirse en todos los sentidos de la palabra.
El OD tiende a no valorar en los supernumerarios más
que lo religioso por supuesto, pero también lo intelectual y todo lo que tiene
que ver con actividades burguesas o nobles. Hay
que ver por tanto lo que fuera de esas actividades aporta placer y emociones
positivas. Recuperar el contacto con aquellas actividades abandonadas al entrar
en el Opus te hace sentir bien.
En las numerarias el OD exalta lo religioso y
deconstruye todo lo que podría suponer dignidad y valor personal a la adepta. Dado que la numeraria se dedica sobre todo a las actividades
domésticas frente a las numerarias jefas y a las supernumerarias, les está
prohibido todo lo que suponga un placer personal. Las lecturas son dirigidas,
no se ve la tele ni se va al cine, toda la formación la dirige el Opus, se vive
en una casa opusina, no hay tiempo para pensar, para vivirse intímamente. El
formateo cotidiano a propósito de la propia indignidad, la humildad
obligatoria, incluidas las mortificaciones físicas, alimentarias, psicológicas,
la necesidad de « estar de servicio » 24 horas incluidos fines de
semana, todas esas presiones laminan gravemente a los adeptos.
Es por ello muy
importante poder hallar el simple placer de tener un lugar para una misma,
tener tiempo propio, para soñar, admirar, hacer algo apasionante sin que haya
ninguna utilidad para otras. Esto te restaura poco a poco la autoestima, aporta
paz, un sentimiento de armonía y da suficiente energía para seguir adelante con
la propia vida y afrontarla sin miedo.
Comentarios
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Repito, pequeños accionistas del POP, los de arriba están preparando una "mascletà" fin de fiesta, vended ahora. Cuando los grandes tenedores inunden el parket, tal como sucedió con ENRON, el escaso valor actual quedará reducido a cero.
Y por favor, no llameis a Marcelo, el dinero es cosa del santo JoseMaría.
"En TORRECIUDAD llevan varios meses si cobrar, desde hace un año en Madrid les han cortado el grifo y no tienen un duro".
Muy interesantes las semejanzas con la Mafia (Roberto Saviano).
Un día, una ocasión obligó a toda la familia a reunirse y, desconociendo sus jerarquías, amonesté a uno que, en ese preciso instante, estaba reconviniendo públicamente a otro por enésima vez en el día. De entonces acá creo que me he vuelto "deliberadamente invisible" para ellos.
Empecé a leer y a entender que lo de mi familia era algo más que ir a misa y comentar entusiásticamente la última encíclica del Santo Padre.
Los amo, me ayudaron a ser feliz, sus obras han sido amores, han sido y son un ejemplo para mi. Me gustaría que supieran que los estoy esperando fuera para ayudarlos cuando se decidan a salir.
¿Creen ustedes que podría decírselo?¿O si lo hiciera les reportaría más problemas?
Muchas gracias.