COMO SE HIZO LA CONSTITUCIÓN
Muy interesante lo que comentas sobre que OD usa el asunto masonería como cortina de humo de sus propias "malfaisances" y espantapájaros atribuyéndoles más de la cuenta. El cura
al que te refieres elaboró un cacho tomaco en una de las opus editoras sobre Sectas, fíjate tú la risa, porque la tiene. El libro es un volumen de los que sirven para calzar un mueble, salen todas menos la principal.
COMO SE HIZO LA CONSTITUCIÓN
Dice Castellano que la primera legislatura no franquista se
centró en la redacción de la Constitución. Y
en lugar de ser un debate público y notorio, hubo unos “padres” de la misma que
llevaban con sigilo y secreto sus trabajos, sus renuncias, sus exigencias. Sólo
se sabía de pataletas y portazos.
El País se hizo con los primeros art. ya aprobados por los 7
Padres. Los que exigían secreto eran los primeros filtradores. Por eso
Castellano no dudó en hacerse con el articulado para que lo sacaran los
periodistas de Cuadernos para el diálogo.
Que la
Constitución de 1978 se hiciera en secreto es un dato no
despreciable. ¿Por qué en secreto? Porque no debían ser públicas las
discusiones políticas y doctrinales ni tampoco las presiones de unos y otros
para ver como se constitucionalizaban ventajas y deconstitucionalizaban
desventajas. Aprovechando la constitución se hicieron apaños como fundir en una
sola carrera a los jueces de la justicia municipal, muchos de ellos nombrados
justo después de la Guerra Civil,
con los jueces y magistrados de oposición. En el apartado del poder judicial se
incluyó al Ministerio Público que quedaba como juez y parte. Se redactó de
manera ambigua el párrafo de la pena de muerte para que las leyes militares
dispusieran en caso de guerra. Se privaba de derecho de asociación política a
militares y jueces. Y se dejaban en el aire asuntos que posteriormente más que
impulsar derechos y libertades han servido para todo lo contrario.
La constitución se hizo con miedo a la libertad, recelo a la
participación ciudadana, ansia de protección de anteriores situaciones, y con
la excusa de la estabilidad se quería que durara 100 años, es decir reforzar
privilegios, proteger a los que los tenían heredados del antiguo régimen. Eso
ha sido respetado, pero muchas leyes posteriores se han burlado de la Constitución, dice.
Particularmente piensa que el capítulo III del título I “De los principios
rectores de la vida social y económica” es un sarcasmo.
15 años después la democracia parecía más de escaparate. Por
ejemplo el Defensor del Pueblo, cajetín de desahogo, para mayor gloria del
género epistolar administrativo, que además se ha multiplicado por 17, ridículo
si hace lo mismo que en verdad hicieron conmigo, como bien dice Castellano,
para engrosar el género epistolar administrativo. El primero de los Defensores
fue Joaquín Ruiz Giménez lo hizo tan imparcialmente que Felipe gonzález se lo
quitó de en medio y eso que le había prometido renovación.
Abril Martorell y Guerra-González reunidos en una sala iban
cerrando temas “por paquetes” que entregaban a los de la comisión que lo único
que tenían que hacer era aceptar lo que se les daba hecho.
Explica que la discusión sobre si el PSOE era socialista antes que marxista
fue una falsa polémica, clasificada en la etiqueta bizantinismo nominalista. El
PSOE de González derivó en el culto al líder que parece caracterizar toda vida
asociativa o cívica o laboral o religiosa en España. Al jefe no se le discute
absolutamente nada. Recuerdos de viejos tiempos quizás, y remedando a Franco,
González se paseó en el Azor, qué mal gusto.
La política como lucha por el poder queda demasiado
impúdico, siendo lo que en realidad es, a González ya en el 76 le molestaba que
se supiera que había estado hablando con Suárez o con el rey. Había que
mantener el doble juego: la libertad y la democracia no son negociables, de
cara a la galería, mientras que se dedicaba precisamente a mercadearlas.
Comentarios