CONTRA EL OLVIDO

No deberíamos de entrar en la polémica sobre valles y momias. Que no quedara piedra sobre piedra, es un monumento horrible al fascismo español nacionalcatólico. La cruz esa da miedo. Me gustó el final de Balada triste de trompeta allí rodado. Recordaba a los yankis que han hecho parecido con la montaña de los presidentes, poner a un tío colgando sobre el abismo y en la cara de Lincoln. Y como digo apaguen sus teles señores, vayan y  lean. He descubierto a Francisco Espinosa, historiador afincado en Sevilla. Merece la pena dedicar las horas  que hagan falta a ilustrarse en sus libros. Ha sido mucho el esfuerzo político por tergiversar, ocultar y mentir.
Se han destruido documentos, se han puesto trabas en dictadura y en democracia al acceso a los archivos a los investigadores. Todo eso te lo cuenta con pelos y señales Francisco Espinosa. También el miedo en el cuerpo y el pánico para que los testigos de aquellos tiempos ¡60 años después! no se vayan de la lengua. El terror que se ha desplegado en España para callar bocas por generaciones es de nota.

Todo lo que sale en la tele, lamentablemente, no merece un segundo de nuestra atención.Si acaso para reírse  y saber por donde van las tonterías de la semana. La mejor protesta contra la manipulación mediática es ponerse a estudiar, a aprender. Y dejemos de hablar de oídas. Empecemos a hacerlo de leídas.

Como mi tema es el que es me agrada encontrarme con "detallitos". A ver si algún día los ex Opus se dejan de leyendas y de sotanillos y de épocas fundacionales en las que todo era maravilloso y luego se torció. Sí el brainwashing fue intenso, sí yo también pasé por él. Sí es horrible lo que nos hicieron. Pero aceptemos de una vez que opus forma parte del poder como se ha ejercido en España desde la fecha fundacional del 18 de julio. Lo de 1928 está muy bien pensado, hala a retrotraer, para que parezca lo que  no es. Patraña tras patraña.



La perlita que me he encontrado es que también los opus participaron del borrado y adecentado del pasado golpista iniciador del franquismo. En "Contra el olvido", pág. 146 Espinosa Maestre se refiere a que Fraga tuvo que organizar las cosas para contrarrestar a principios de los 60 la obra de historiadores no franquistas (Thomas, Southworth, Brenan, Tuñón de Lara). Encargó a Ricardo de La Cierva un departamento especial que presentaría el franquismo en su cara amable de anticomunista. Se borraba el fascismo,  la necrofilia de sus inicios, el culto a la muerte bajo la protección de un "bando de guerra".

A ello se emplearon opusdeístas, religiosos, guardias civiles y militares. Ellos constituyeron la historiografía de la segunda etapa del franquismo.

 "En uno de esos libros, ensalzado entonces hasta rayar en el absoluto ridículo y ya olvidado hace tiempo,  La guerra civil española y el trust de cerebros (1962) de Vicente Marrero miembro del Opus se podía leer:

Una de las causas que más ha contribuido para que el tema de la guerra haya ido desapareciendo de la conciencia de nuestros intelectuales y de las últimas promociones es creer que si bien se cometieron abusos de un lado también los hubo del otro.

Cuando un significado miembro del poderoso Opus Dei decía esto es que para esa fecha no había ya forma de tapar el terrible secreto del franquismo (que se  había matado a mansalva, procurando que no quedara rastro en los registros civiles ni en los libros de los cementerios). Esta frase de Marrero, escrita el mismo año 1961 en que apareció el primer libro de Ruedo Ibérico y el mismo año en que el franquismo conmemoró los llamados "25 años de paz", demostraba claramente cual seguía siendo el problema: los muertos se negaban a desaparecer.

Thomas y Brenan, gente moderada, no sólo se encontraban a años luz de la visión oficial sobre la guerra, sino que ofrecían suficiente información como para remover el débil andamiaje ideológico fraguado por los vencedores. El montaje sería dinamitado poco después en 1963 con al aparición del antifascista declarado Southworth, El mito de la cruzada de Franco realizaba un análisis demoledor de la propaganda franquista sobre la guerra civil y de sus verdades inmutables basándose en un minucioso análisis historiográfico."

El libro no se publicaría en España hasta 1986, se prohibió su circulación, además de insultar abundantemente  al autor