POLÍTICA DEL OLVIDO

La cruz es el símbolo del cristianismo y la media luna del Islam. Pero esa cruz la puso para que no nos olvidemos de quien manda aquí, entonces no veo porqué hay que decir que es satánico expresar la opinión de que afea y da miedo. Una cruz en una iglesia, en casa, al cuello, está dentro de lo razonable y aceptable. Pero ese pedazo de horror es una provocación y un mal recuerdo de un dictador sanguinario. Casi tanto como su nieta bailando en la tele. Usos de símbolos religiosos para propaganda después de muerto.
Expresa bien que no nos hemos librado de él y su legado.

Tanto hablar del valle que me ha venido a la mente el santuario en el Pirineo oscense, hasta en eso se parecieron, cada uno se hizo su iglesia con cripta y explanada para acoger peregrinos en masa. También el torreón del opussantuario más famoso de Huesca destaca en la lejanía a muchos km de distancia recortándose sobre fondo nevado del Pirineo. Parecían siameses ideológicos.  Hasta en lo arquitectónico tenían parecidos pensares de pasar a la posteridad.

Me comparas el mamotreto ese con les Invalides parisino....tú no has mirado bien una cosa y la otra porque no hay color...no es que sea mi monumento favorito de la ciudad de las Luces pero hay una pequeña diferencia.



La política del olvido favoreció que la historia de los que sufrieron  la dictadura no saliese del ámbito privado y se fuese con ellos a la tumba. Espinosa se mete con el historiador oficial del sistema Santos Juliá, cuyo hermano cura nume sigue en activo. Lo daba por jubilado dado el testimonio tan importante que supuso para la canonizacion, me hacía a la idea de que tenía que ser muy viejo.

Santos Juliá capitaneó un volumen "Víctimas del franquismo" y Espinosa estima que Juliá tergiversa, porque se queja de que parece ignorar que de la represión franquista sólo se ha atisbado la punta del iceberg, que ha costado mucho elaborar listas de muertos y supervivientes.

Juliá confundiría plano histórico y político: que se llegara al acuerdo de no usar la guerra como arma arrojadiza no tuvo  porqué implicar el férreo control de la investigación histórica.

Digo yo que si se hubiese hecho la investigación no habría hecho falta llegar a ese acuerdo tanta veces vulnerado, pues desde que tenemos uso de razón hay discusiones, siempre "desde" la propaganda franquista, que era lo único que se sabía. Política del olvido es decir que fue inútil matanza  y una calamidad colectiva y a dormir. Ha hecho falta superar el olvido para saber que no fue una inútil matanza para los que la ganaron. ¡Cómo me recuerda esto los argumentos opusinos contra los que nos fuimos! la ganancia de nuestros años de trabajo gratis, nuestras herencias, nuestros sueldos entregados se la han quedado entera y verdadera. A parte de nuestra libertad y juventud, no cuantificable pero no menos doloroso. Sólo por quejarte y comunicarlo al mundo, ya es revancha y rencor, cuando es comunicación de información altamente formativa para las generaciones presentes y futuras.

Que en 1977 los vencedores estaban amnistiando a los vencidos despues de la perpetua venganza que fue el franquismo suena a broma pesada (España contra antiEspaña). Y absurdo decir que con esa ley de punto final de 1977 los vencidos amnistiaban a los vencedores cuando ni siquiera se habían establecido los delitos cometidos.

Durante la transi la derecha controló el proceso y la izquierda deseosa de poder transigió con todo, y por encima el ejército controlando y por encima diríamos aquí y es la novedad que no veo recogida en ningún autor, el Opus controlando, también los tanques.

Por el camino del olvido llegó la confusión y el absurdo de la sentencia del Supremo sobre la indemnización a Melitón Manzanas por víctima de Eta, pareciera que según el alto tribunal a este poli franquista de los que daban bien, su asesinato le impidió convertirse en demócrata. Qué cosas.

Se impuso la amnesia por decreto a los españoles.
Los de la transi sabían bien lo que hacían: lo que a ellos convenía.
Santos Juliá dice que los políticos exhortaron a los historiadores a hacer su trabajo, y es irónico decirlo, los mismos políticos que destruyeron los Archivos del Movimiento, de las prisiones provinciales y los que consintieron con que los archivos de la represión militar judicial estuvieran cerrados hasta los años 90.
Dice Espinosa que sólo en Huelva o Badajoz o Sevilla desaparecieron más personas que en el Chile pinochetista. Y espero que no se lo haya inventado. Leo estascosas que dice Juliá y la contestación de Espinosa y alucino con las pantallas puesto que Santos Juliá coordinó ese volumen sobre Víctimas.

Por su parte F. Espinosa pretende que la investigación golpe-guerra-dictadura ha sido un combate por la historia no de héroes engreídos, ¿fue ese el calificativo que le dedicó Juliá?, sino de simples peones de la historia.

En 2004 seguían las dificultades para la investigación, los archivos desordenados, no se sabe lo que hay y lo que no. Un fondo en eterno proceso de catalogación es lo mejor para frenar la investigación.
Pregunta ¿de quién es la memoria histórica? indefinición sobre usos del patrimonio documental en España que obra en manos de militares, instancias judiciales y eclesiásticas y de particulares. No digamos la fundación Franco, una rareza, deberían de ser papeles de la nación. Ese archivo en manos de una fundación que administra y suministra cuando y lo que quiere es el caso más escandaloso.
Ahora recuerdo alguna carta que han sacado en opuslibros.org de Franco al fundador como la gran cosa, ¿la ha suministrado el propio Opus o fue un despiste?