BUENAS Y MALAS VÍCTIMAS
Otra pequeña decepción, González Faus . En su último escrito a propósito de la pedofilia clerical cita pasajes de literatura pornográfica “indigna de su cargo y posición”. Pretende señalar la duda sobre los medios de comunicación que estarían hinchando el perro con el asunto.
“No te extrañe” en el país del opus todo es posible y lo contrario de todo. De todas formas y en cualquier caso:
¿No se ha dado cuenta González Faus de que el temita es patología estructural de la iglesia católica? ¿Tan poco informado está como para no valorar que precisamente lo chocante es que en España han salido relativamente muy pocos casos y el escándalo ha sido minúsculo? Nos alegramos por ello y ojalá responda a la realidad de que por los motivos que sean, habrá que investigar cuáles, en nuestro país no se ha dado esa lacra entre los curas como en Alemania, EEUU, Francia, Australia, Irlanda, Canadá donde los casos denunciados se cuentan por decenas y centenas.
Pues había internados de chicos, seminarios de los de antes y hasta colegios de niños sordos donde los depredadores clérigos se ponían las botas. Precisamente el caso que salpica a Francisco es el de un religioso italiano que tras “depredar” niños sordos en Cremona fue trasladado a la Argentina a un colegio de la misma Orden. No se advirtió a los argentinos y allí continuó agrediendo niños sordos. Uno de ellos se lo contó a su madre, la cual le dió el sopapo de rigor, pero resultó que era cierto y el señor religioso Corradi está hoy en alguna fase de procedimiento judicial.
Por todo ello, y porque para el resto del mundo católico menos para el español esto es asunto viejo que ya estalló con Juan Pablo II hace 20 años provocando la ruina de diócesis por las indemnizaciones, no veo la pertinencia de citar porquerías de Nabokov, Susana Estrada y Sánchez Dragó para ¿contextualizar el asqueroso asunto? Está más que contextualizado.
Tema de poder, de la autoridad que los curas y religiosos han representado para los creyentes, hasta el punto de que se ha podido llegar a la impunidad y el encubrimiento porque el cura era intocable.
Y lo muestran los acontecimientos de estos días en el vecino país.
Antes de empezar con el relato y después de haber leído detenidamente los tiras y aflojas entre víctimas de abusos y jerarquía francesa, sólo se me ocurre aquello de Isaías: si esto pasa en el árbol verde, en el seco ¿que se hará? Siendo el seco España, cuyo nivel democrático y republicano respetuoso de la ley igual para todos es el que viene siendo. Y la posición de la Iglesia católica también, la que viene siendo.
Por no decir, si esto pasa con la pedofilia clerical, que no tiene agarre ninguno, imagínense el miedo que les tiene que entrar de enfrentarse a las poderosas sectas católicas.
Este sábado 3 de noviembre ha tenido lugar la Asamblea de obispos franceses en Lourdes, por vez primera víctimas de abusos han sido convocadas a asistir. Les hubiera gustado hablar en la plenaria de los obispos. No les han dejado, lo han hecho en comisiones a puerta cerrada divididas según temáticas: la herida, la prevención, las consecuencias…
paroissiens-progressiste.over-blog.com
8 víctimas, hombres y mujeres, entre ellos un cura, escogidos por monseñor Luc Crépy, el presidente de la célula permanente de lucha contra la pedofilia:
“Es muy importante, simbólicamente fuerte, que el conjunto de los 120 obispos reciba a este grupo. Es un reconocimiento de lo que vivieron, la Iglesia reconoce la culpabilidad de esos actos. Hablaremos, intercambiaremos, habrá propuestas. Y no es más que un primer paso.”
Hacía mucho que las víctimas solicitaban un encuentro así. “Pero había bloqueo”, reconoce Luc Crépy. “Ya sabe Vd que la Iglesia es un cuerpo social, y un cuerpo social es difícil de convencer y hacer evolucionar”. Olivier Savignac, víctima con 13 años del cura Pierre de Castelet, y cofundador de “Nuestra palabra también libera” llevaba dos años llamando a la puerta de Crépy. “Cuando en junio me llamó, ¡me pareció un milagro!”
Milagro relativo. La lista de las víctimas a las que se iba a invitar fue dura de realizar. “Al principio sólo querían que acudieran 3 ó 4, insistimos para ser más.”
Además en la Iglesia están las buenas y las malas víctimas...El emblemático y revolucionario cofundador de la asociación lionesa “La palabra liberada”, François Devaux, no fue invitado al principio. “Protestamos”, dice Olivier, “nos parecía imposible que no lo invitaran ¡con todo lo que se ha movido!” Hay que recordar que la Parole liberée inició la explosión mediática organizada en torno al cardenal Barbarin y del procedimiento judicial emprendido a raíz del caso Preynat, (el cardenal declarara ante el juez el 9 de enero sospechoso de encubrimiento). Luc Crépy acabó por invitar a François Devaux.
“Nos dimos cuenta de que no tenían nada organizado en previsión de nuestra presencia”; cuenta Olivier Savignac. “En septiembre como no teníamos noticias llamé a Luc Crépy para reunirnos y preparar lo que íbamos a decir.” Efectivamente se establecieron reglas: las víctimas no podrían hablar en la sesión plenaria de los obispos, aunque era lo que querían. Intervendrían en diferentes grupos de trabajo temáticos: Herida espiritual, prevención, reparación...Las víctimas, sí, pero divididas, organizadas, encuadradas...¡No empujen! Hay que ver lo que pesa el cuerpo social de la Iglesia…
Las víctimas contarán por supuesto con la benevolencia de todos los obispos incluido el cardenal Barbarin. Y los 12 obispos que en el día de Todos los Santos y antes de que tuviera lugar la Conferencia de Obispos dimitieron de sus funciones como juez eclesiástico a Pierre Vignon, el cura que inició una petición pidiendo la dimisión de dicho Cardenal y llegó a recoger más de 100.000 firmas.
Las víctimas podrán dialogar, y lo han hecho, con los obispos y arzobispos acusados en el libro “La Iglesia, la mecánica del silencio” de haber encubierto a los curas. Son unos 10. O con monseñor Ravel, obispo de Estrasburgo, que hoy es portavoz de la transparencia en la Iglesia, pero cuando estuvo de obispo castrense entre 2009 y 2016 mantuvo al cura Griffond, condenado por pedofilia, como reveló el Nouvel Observateur.
Las víctimas contarán también con el entusiasmo de monseñor Di Falco, obispo de Gap, acusado varias veces pero nunca condenado. No sabemos si acudirá monseñor Gaschignard que dimitió de la diócesis de Dax en 2017, por haber sido acusado de gestos inapropiados, asunto archivado, y que hoy ejerce de encargado de prensa en la diócesis de Grenoble. ¿Y monseñor Bataille? En junio tuvo la idea de alojar al cura Peynard, agresor convocado por el juez de St Etienne, en la misma casa diocesana en la que vivía una de sus víctimas, también cura.
El obispo sabía lo que había pasado y sabía que en esa casa en la que con escalera y entrada comunes, alojados en sendos apartamentos lo más normal es que agresor y víctima se cruzaran. Se oye todo entre vecinos: la silla, el agua del grifo...Verdugo y víctima durmiendo bajo el mismo techo acabaron por cruzarse. Trauma para el cura con el que hablamos y que prefiere el anonimato. Envió una carta abierta al obispo:
“¡Es demasiado! ¿hasta cuando las víctimas tendrán que recurrir a los medios para denunciar el desprecio al que se han visto sometidas, y esperar a que se las escuche y obtener un mínimo respeto al que tienen derecho?”.
Olivier Savignac tiene dudas. El procedimiento que le concierne acaba de tener lugar en Orleans el 30 de octubre. “Me sorprende la ausencia de empatía con las víctimas, todavía hoy, en estos hombres de Iglesia que protegieron a los agresores”, nos dice. El fiscal pide un año de prisión para el obispo Monseñor Fort, destaca la cobardía del obispo que no compareció. Su abogado alegó convalecencia de una intervención quirúrgica. Ese obispo no estará en Lourdes.
“Siguen comportándose como si estuvieran al margen de la realidad, como si no fueran culpalbes”, dice Olivier, “me doy cuenta de que para ellos cuestionarse a sí mismos después de tantos años de silencio, es complicado. Es lo que hace dudar de que nuestra presencia en Lourdes este sábado sirva de algo.”
Dudas que ya habrá podido compartir con los jefes de la Iglesia católica en Francia, monseñor Vingt Trois, cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal hasta 2013 y monseñor Pontier, actual presidente. Aunque cuando decimos “compartir”… no hay suerte estos dos eclesiásticos protegieron al psicoanalista Tony Anatrella también sospechoso. Ya se ve que el maldito cuerpo social pesa mucho….
Olivier Savignac quiere todavía esperar en la Iglesia a la que pertenece.
François Devaux, el presidente de la Parole Liberée por su parte “no espera nada de ella, a paseo...” Al final lo invitaron a Lourdes pero no fue. Ya que no les iban a dejar hablar en el pleno, no quiere acudir. ¿Ir para qué? “les enviamos un informe hace más de un año con propuestas de acciones concretas y precisas, dijero que sí a todo, pero no han hecho absolutamente nada. La Iglesia sigue siendo una institución super opaca. No arreglarán el problema, han encubierto demasiado.”
Para el presidente de la Parole Liberée, los coloquios y células de escucha establecidas por la Iglesia no son más que tiritas de última hora, puestas por la presión mediática. El no cree más que en la presión externa, la de las víctimas. “Hacen falta mucho dinero para realizar el trabajo de investigación nacional que los políticos no quieren hacer”. Los senadores acaban de rechazar la creación de una comisión de investigación parlamentaria. “Hace falta que los juristas trabajen el asunto de la inmunidad diplomática del Vaticano, de la falta de persona moral en el seno de la iglesia, sobre la posibilidad de realizar una denuncia de las diócesis en lo civil, sobre la indemnización a las víctimas...no nos faltan ideas y propuestas.”
François Devaux tiene la solución pues la Iglesia promete y no hace nada, sólo la presión externa podrá lograr algo. El sufrimiento de las víctimas de los curas pedófilos merece más que tanto desprecio.
“No te extrañe” en el país del opus todo es posible y lo contrario de todo. De todas formas y en cualquier caso:
¿No se ha dado cuenta González Faus de que el temita es patología estructural de la iglesia católica? ¿Tan poco informado está como para no valorar que precisamente lo chocante es que en España han salido relativamente muy pocos casos y el escándalo ha sido minúsculo? Nos alegramos por ello y ojalá responda a la realidad de que por los motivos que sean, habrá que investigar cuáles, en nuestro país no se ha dado esa lacra entre los curas como en Alemania, EEUU, Francia, Australia, Irlanda, Canadá donde los casos denunciados se cuentan por decenas y centenas.
Pues había internados de chicos, seminarios de los de antes y hasta colegios de niños sordos donde los depredadores clérigos se ponían las botas. Precisamente el caso que salpica a Francisco es el de un religioso italiano que tras “depredar” niños sordos en Cremona fue trasladado a la Argentina a un colegio de la misma Orden. No se advirtió a los argentinos y allí continuó agrediendo niños sordos. Uno de ellos se lo contó a su madre, la cual le dió el sopapo de rigor, pero resultó que era cierto y el señor religioso Corradi está hoy en alguna fase de procedimiento judicial.
Por todo ello, y porque para el resto del mundo católico menos para el español esto es asunto viejo que ya estalló con Juan Pablo II hace 20 años provocando la ruina de diócesis por las indemnizaciones, no veo la pertinencia de citar porquerías de Nabokov, Susana Estrada y Sánchez Dragó para ¿contextualizar el asqueroso asunto? Está más que contextualizado.
Tema de poder, de la autoridad que los curas y religiosos han representado para los creyentes, hasta el punto de que se ha podido llegar a la impunidad y el encubrimiento porque el cura era intocable.
Y lo muestran los acontecimientos de estos días en el vecino país.
Antes de empezar con el relato y después de haber leído detenidamente los tiras y aflojas entre víctimas de abusos y jerarquía francesa, sólo se me ocurre aquello de Isaías: si esto pasa en el árbol verde, en el seco ¿que se hará? Siendo el seco España, cuyo nivel democrático y republicano respetuoso de la ley igual para todos es el que viene siendo. Y la posición de la Iglesia católica también, la que viene siendo.
Por no decir, si esto pasa con la pedofilia clerical, que no tiene agarre ninguno, imagínense el miedo que les tiene que entrar de enfrentarse a las poderosas sectas católicas.
Este sábado 3 de noviembre ha tenido lugar la Asamblea de obispos franceses en Lourdes, por vez primera víctimas de abusos han sido convocadas a asistir. Les hubiera gustado hablar en la plenaria de los obispos. No les han dejado, lo han hecho en comisiones a puerta cerrada divididas según temáticas: la herida, la prevención, las consecuencias…
paroissiens-progressiste.over-blog.com
8 víctimas, hombres y mujeres, entre ellos un cura, escogidos por monseñor Luc Crépy, el presidente de la célula permanente de lucha contra la pedofilia:
“Es muy importante, simbólicamente fuerte, que el conjunto de los 120 obispos reciba a este grupo. Es un reconocimiento de lo que vivieron, la Iglesia reconoce la culpabilidad de esos actos. Hablaremos, intercambiaremos, habrá propuestas. Y no es más que un primer paso.”
Hacía mucho que las víctimas solicitaban un encuentro así. “Pero había bloqueo”, reconoce Luc Crépy. “Ya sabe Vd que la Iglesia es un cuerpo social, y un cuerpo social es difícil de convencer y hacer evolucionar”. Olivier Savignac, víctima con 13 años del cura Pierre de Castelet, y cofundador de “Nuestra palabra también libera” llevaba dos años llamando a la puerta de Crépy. “Cuando en junio me llamó, ¡me pareció un milagro!”
Milagro relativo. La lista de las víctimas a las que se iba a invitar fue dura de realizar. “Al principio sólo querían que acudieran 3 ó 4, insistimos para ser más.”
Además en la Iglesia están las buenas y las malas víctimas...El emblemático y revolucionario cofundador de la asociación lionesa “La palabra liberada”, François Devaux, no fue invitado al principio. “Protestamos”, dice Olivier, “nos parecía imposible que no lo invitaran ¡con todo lo que se ha movido!” Hay que recordar que la Parole liberée inició la explosión mediática organizada en torno al cardenal Barbarin y del procedimiento judicial emprendido a raíz del caso Preynat, (el cardenal declarara ante el juez el 9 de enero sospechoso de encubrimiento). Luc Crépy acabó por invitar a François Devaux.
“Nos dimos cuenta de que no tenían nada organizado en previsión de nuestra presencia”; cuenta Olivier Savignac. “En septiembre como no teníamos noticias llamé a Luc Crépy para reunirnos y preparar lo que íbamos a decir.” Efectivamente se establecieron reglas: las víctimas no podrían hablar en la sesión plenaria de los obispos, aunque era lo que querían. Intervendrían en diferentes grupos de trabajo temáticos: Herida espiritual, prevención, reparación...Las víctimas, sí, pero divididas, organizadas, encuadradas...¡No empujen! Hay que ver lo que pesa el cuerpo social de la Iglesia…
Las víctimas contarán por supuesto con la benevolencia de todos los obispos incluido el cardenal Barbarin. Y los 12 obispos que en el día de Todos los Santos y antes de que tuviera lugar la Conferencia de Obispos dimitieron de sus funciones como juez eclesiástico a Pierre Vignon, el cura que inició una petición pidiendo la dimisión de dicho Cardenal y llegó a recoger más de 100.000 firmas.
Las víctimas podrán dialogar, y lo han hecho, con los obispos y arzobispos acusados en el libro “La Iglesia, la mecánica del silencio” de haber encubierto a los curas. Son unos 10. O con monseñor Ravel, obispo de Estrasburgo, que hoy es portavoz de la transparencia en la Iglesia, pero cuando estuvo de obispo castrense entre 2009 y 2016 mantuvo al cura Griffond, condenado por pedofilia, como reveló el Nouvel Observateur.
Las víctimas contarán también con el entusiasmo de monseñor Di Falco, obispo de Gap, acusado varias veces pero nunca condenado. No sabemos si acudirá monseñor Gaschignard que dimitió de la diócesis de Dax en 2017, por haber sido acusado de gestos inapropiados, asunto archivado, y que hoy ejerce de encargado de prensa en la diócesis de Grenoble. ¿Y monseñor Bataille? En junio tuvo la idea de alojar al cura Peynard, agresor convocado por el juez de St Etienne, en la misma casa diocesana en la que vivía una de sus víctimas, también cura.
El obispo sabía lo que había pasado y sabía que en esa casa en la que con escalera y entrada comunes, alojados en sendos apartamentos lo más normal es que agresor y víctima se cruzaran. Se oye todo entre vecinos: la silla, el agua del grifo...Verdugo y víctima durmiendo bajo el mismo techo acabaron por cruzarse. Trauma para el cura con el que hablamos y que prefiere el anonimato. Envió una carta abierta al obispo:
“¡Es demasiado! ¿hasta cuando las víctimas tendrán que recurrir a los medios para denunciar el desprecio al que se han visto sometidas, y esperar a que se las escuche y obtener un mínimo respeto al que tienen derecho?”.
Olivier Savignac tiene dudas. El procedimiento que le concierne acaba de tener lugar en Orleans el 30 de octubre. “Me sorprende la ausencia de empatía con las víctimas, todavía hoy, en estos hombres de Iglesia que protegieron a los agresores”, nos dice. El fiscal pide un año de prisión para el obispo Monseñor Fort, destaca la cobardía del obispo que no compareció. Su abogado alegó convalecencia de una intervención quirúrgica. Ese obispo no estará en Lourdes.
“Siguen comportándose como si estuvieran al margen de la realidad, como si no fueran culpalbes”, dice Olivier, “me doy cuenta de que para ellos cuestionarse a sí mismos después de tantos años de silencio, es complicado. Es lo que hace dudar de que nuestra presencia en Lourdes este sábado sirva de algo.”
Dudas que ya habrá podido compartir con los jefes de la Iglesia católica en Francia, monseñor Vingt Trois, cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal hasta 2013 y monseñor Pontier, actual presidente. Aunque cuando decimos “compartir”… no hay suerte estos dos eclesiásticos protegieron al psicoanalista Tony Anatrella también sospechoso. Ya se ve que el maldito cuerpo social pesa mucho….
Olivier Savignac quiere todavía esperar en la Iglesia a la que pertenece.
François Devaux, el presidente de la Parole Liberée por su parte “no espera nada de ella, a paseo...” Al final lo invitaron a Lourdes pero no fue. Ya que no les iban a dejar hablar en el pleno, no quiere acudir. ¿Ir para qué? “les enviamos un informe hace más de un año con propuestas de acciones concretas y precisas, dijero que sí a todo, pero no han hecho absolutamente nada. La Iglesia sigue siendo una institución super opaca. No arreglarán el problema, han encubierto demasiado.”
Para el presidente de la Parole Liberée, los coloquios y células de escucha establecidas por la Iglesia no son más que tiritas de última hora, puestas por la presión mediática. El no cree más que en la presión externa, la de las víctimas. “Hacen falta mucho dinero para realizar el trabajo de investigación nacional que los políticos no quieren hacer”. Los senadores acaban de rechazar la creación de una comisión de investigación parlamentaria. “Hace falta que los juristas trabajen el asunto de la inmunidad diplomática del Vaticano, de la falta de persona moral en el seno de la iglesia, sobre la posibilidad de realizar una denuncia de las diócesis en lo civil, sobre la indemnización a las víctimas...no nos faltan ideas y propuestas.”
François Devaux tiene la solución pues la Iglesia promete y no hace nada, sólo la presión externa podrá lograr algo. El sufrimiento de las víctimas de los curas pedófilos merece más que tanto desprecio.
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