PERVIVENCIAS. HERALDOS

Observo por los comentarios a Ossorio y Gallardo que molesta se publiquen declaraciones  de un católico que denunciaba se tiroteara a la población desde conventos. Persistimos en el franquismo ambiente. Roldán Jimeno ha publicado interesante libro sobre la pervivencia franquista en la legislación, cómo fue aquella ley de amnistía del 77 que sirvió para blanquear el franquismo en lugar de servir para aportar algo de justicia a los que habían sido perseguidos por la dictadura.

En esta provincia fue terrible la persecución y aniquilamiento final de los maquis, como el caso de Cencerro, cuya historia debería de ser patrimonio de todo jiennense. Sánchez Tostado se ha ocupado de escribir su biografía. Hasta 2004 no se organizó el enterramiento de los fusilados en Jaén. En esta pequeña ciudad se ve la sima que se creó desde el poder entre españoles con este asunto de los diferentes entierros según se fuera muerto de derechas o muerto de izquierdas.

...de conformidad con el artículo 15.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, no se puede aplicar el principio de irretroactividad de las leyes penales a los crímenes contra la humanidad... 

Ésta es la contradicción de la situación jurídica en España y que pone en duda el supuesto carácter democrático de este Estado. En realidad, existe un derecho internacional público anterior a la Ley de amnistía y que, huelga decirlo, se ha seguido desarrollando posteriormente hasta hoy. Este derecho concluye claramente que los crímenes cometidos por el Estado franquista no pueden prescribir y, por ello, deberían juzgarse. Y eso no es mera teoría. También se ha podido ver en la práctica, cuando las víctimas han tenido que tomar el camino de la justicia universal, con la querella argentina. Otra cosa es lo que pasa en España. La transición no fue una verdadera transición democrática. En la justicia no hubo transición, la justicia española, en gran medida, aún es franquista. Aquí, los jueces franquistas se convirtieron en demócratas de la noche a la mañana. Y estos jueces, además, han controlado las oposiciones al poder judicial. Por eso tenemos una justicia tan conservadora en el Estado..."

El caso de Heraldos en Brasil, tan parecido, ya ha salido en la prensa. Aquí seguimos esperando. Por si despierta recuerdos juveniles...

HERALDOS

Cinco castillos repartidos por todo Brasil acogen a miles de niños y jóvenes brasileños. Pertenecen a una comunidad religiosa que practica rituales secretos. Un grupo de padres acusan  a esta institución de abusos físicos y psicológicos. Hay investigaciones en curso por parte del Vaticano y la Fiscalía.
 Mirelle Pinheiro y David Ágape
Artículo en portugués, metropoles.com,  23-08- 2019

Vestidos a la medieval, cadenas en la cintura, botas de caballería, los miembros de esta comunidad, hombres y mujeres, caminan ejecutando movimientos meticulosamente repetidos, como si estuvieran en un desfile militar. Construyen basílicas y viven en palacios que recuerdan construcciones europeas. Su vida privada sigue un escrupuloso código de normas, de estudio y oraciones. Se someten a una rigurosa disciplina de pensamiento. Son los Heraldos del evangelio, una comunidad formada por unos 3000 miembros, nacida en Brasil, cuya vida se basa en dogmas católicos y en un estilo de vida arraigado en principios ultraconservadores. Este grupo acoge en sus internados a numerosos niños y adolescentes.  


En 2001, los Heraldos del evangelio se constituyeron en asociación privada de sacerdotes de derecho pontificio. Esta orden religiosa cuyos estatutos fueron aprobados por el Vaticano goza por tanto de reconocimiento de la Iglesia Católica.  En 2017 el movimiento atrajo el interés de la Santa Sede y del procurador de la provincia que investiga sus actividades.
En las últimas semanas, Metropoles ha viajado a las 4 ciudades brasileñas donde están las casas de Heraldos del evangelio. Los periodistas han visitado los castillos y entrevistado a ex miembros y simpatizantes. También fueron recibidos por el Fiscal de São Paulo (MPSP) que dirige una investigación cuyos resultados todavía no se han divulgado. Los testimonios son llamativos.
Hace 2 años se difundieron unos vídeos en los medios de comunicación en los que se veía a responsables de esta orden religiosa practicando exorcismos a los niños. Los vídeos en los que se podía ver a los curas abofetear a los adolescentes durante un ritual de exorcismo, se difundieron como pólvora por las redes sociales. Pero cuando el escándalo mediático acabó las cosas volvieron a su cauce: los Heraldos regresaron al anonimato, al adoctrinamiento de jóvenes en un modo de vida cada vez más cuestionado por las familias que además se ha convertido en objetivo de las autoridades.


Los vídeos de 2017 revelan una realidad escondida y aportan serios indicadores de una posible violación del Estatuto de niños y adolescentes (ECA en portugués), una ley que protege los derechos de los menores.

Los testimonios indican que niños de 7 años son separados de sus familias antes de ser víctimas de manipulación mental, abusos sexuales, violencias físicas y psicológicas, acoso y control de su correspondencia. Los efectos de esta lista de supuestos crímenes han sido relatados en decenas de testimonios a los que han accedido los autores de este reportaje. En general, los jóvenes que abandonan Heraldos se quejan de traumatismo emocional, dificultades para readaptarse a la sociedad y para reintegrarse en la escuela. En efecto hay enormes diferencias entre la formación pedagógica dispensada en los internados de Heraldos y la formación del resto de colegios.

¿CÓMO LLEGAN LOS NIÑOS AL CASTILLO DE HERALDOS?

Todo empieza por el acercamiento a los alumnos y padres. Los Heraldos reclutan sobre todo en parroquias y escuelas. 

En esta comunidad se enseña a sus miembros a presentar un proyecto social del movimiento, en particular las actividades educativas y recreativas. Después seleccionan los niños según un perfil. Si la presentación del proyecto tiene lugar ante todos los chicos sin distinción cuando llega el momento de elegir, supuestamente por azar, los Heraldos escogen según ciertos criterios: en general se trata de niños blancos de clase media o baja.

Los “felices” escogidos son invitados a actividades extraescolares en una casa del movimiento. En Brasilia el Centro de tiempo libre funciona en el QI 25 del Lago Sul, barrio distinguido de la capital federal. Tras 4 semanas de haber frecuentado el centro, algunos niños obtienen beca para estudiar en las escuelas de Heraldos. En el caso de Brasilia, el colegio está detrás de un campo de fútbol de césped artificial 2^a Avenida del Nucleo Bandeirante.

En diciembre de 2018, el colegio obtuvo un permiso del gobierno del Distrito Federal (GDF). Según el Boletín oficial del  GDF,  se trata de un permiso “excepcional y provisional”. La escuela recibe niños de 6 a 14 años. Los métodos de reclutamiento han sido denunciados en una queja presentada en el secretariado de educación del Distrito Federal. El fichero anexo aclara el caso. 

Tras la etapa de enganche por la diversión, viene la etapa escolar. Y tras ella la tercera etapa: se invita a algunos alumnos de los que se han adaptado al ritmo de vida de Heraldos a vivir en uno de los 5 castillos del grupo religioso en Brasil.  Hay 2 en la Serra da Cantareira, cerca de São Paulo. Otro en Ubatuba (SP), en Embu das Artes (SP) y en Maringá (PR). El último inaugurado está en Nova Friburgo, en el estado de Rio de Janeiro.

Hasta que los niños entran en el internado, los padres mantienen contacto con sus hijos y con los profesores. Participan en actividades extraescolares, en reuniones, jornadas de oración, reciben la visita de los religiosos en sus casas. Es una relación simpática y sana que crea un sentimiento de confianza.

Según los relatos de los padres y de antiguos alumnos del internado, los problemas comienzan cuando los jóvenes empiezan a vivir en los castillos. En el de Caieiras (SP), en la Serra da Cantareira, hay 150 chicos confinados. Hay otro para chicas a 4 kilómetros llamado Monte Carmelo. Una vez dentro, los chicos pierden contacto con el mundo exterior. 

Los periodistas de Metropoles estuvieron en el internado masculino donde se puede hacer una visita guiada a la basílica de Nuestra Señora del Rosario que forma parte del complejo. En la casa donde viven las chicas la entrada de visitantes solo es posible durante la misa dominical. 

La VIDA EN LOS CASTILLOS

La vida de los religiosos está marcada por el tañido de las campanas. Hay una hora para levantarse, para rezar, para dormir. Todo se rige por un manual de conducta estricta: el  Ordo - Usos y  Costumbres. Los que no respetan las reglas han de cumplir penitencias tipo pasar horas arrodillados o días enteros en silencio. 

Frecuentemente modificado, este documento presenta un resumen de la historia de Heraldos y proporciona las instrucciones que van desde cómo persignarse correctamente hasta la manera de doblar la servilleta pasando por las formas correctas de alimentarse y vestirse. Todas estas recomendaciones van apoyadas en citas de monseñor João Scognamiglio Clá Dias. Este cura nacido en São Paulo, cumplió 80 años el pasado 15 de agosto.  Es el líder supremo de Heraldos, organización que cuenta con filiales en 78 países. 

Clá Dias se inspiró de Plinio Corrêa de Oliveira, fundador del movimiento Tradición, Familia y Propiedad (TFP), una organización civil católica nacida en 1960 que se presentaba como un movimiento político anticomunista. 

AL TOQUE DE LAS CAMPANAS

Muy temprano en cuanto suenan las campanas, los chicos se levantan asiendo la manta con la mano derecha o la izquierda según el lugar donde se halle la cama. Después se arrodillan para recitar las oraciones. 

Los Heraldos llevan siempre el libro  Preces en el que están las oraciones que han de recitar a lo largo del día. El libro contiene las instrucciones que explican cómo ducharse y lavarse las manos: primero hay que enjabonar cabeza y cara. Luego cuello y tronco, empezando por delante y siguiendo por detrás. El manual precisa que hay que empezar por el lado derecho antes de lavarse el izquierdo. Los adeptos atribuyen una jerarquía a las partes del cuerpo.

Los órganos sexuales son tabú. Nunca se han de mencionar en la conversación, ni en los materiales pedagógicos, eso dicen los ex Heraldos. Se aconseja no mirar el cuerpo desnudo propio o ajeno. La televisión está prohibida. Sólo se permiten cantos religiosos y música clásica. Es obligatorio asistir a misa cada día. 

Las comidas las preparan  una empresa exterior o Heraldos , cuyo único objetivo es según dicen el servicio a los demás. Dicen que no son más que “servidores”. Está prohibido comer entre horas. 

Las salidas ocasionales del castillo se anuncian por la campana. Tras el carillón los chicos han de darse prisa por subirse al vehículo. Si se tardan se quedan sin salir. El comportamiento que se ha de seguir en el interior de los coches también está detallado a la minucia en el Ordo.

La regla exhorta a evitar las distracciones. No se ha de mirar por la ventanilla del coche. Se aconseja  mejor mirar el libro de oraciones o fotos. Al bajarse del coche han de caminar con espalda y cabeza erguidas, sin mover los brazos exageradamente, sin hablar fuerte para llamar la atención “agitándose y riendo”.