VOCES SILENCIADAS

JLS se merece biografía ¿no dijeron que fue maoísta e introductor del posmoderno Lyotard en España? las vueltas que da la vida en España. Como dije y repito para ser alguien en las letras o las palabras en las ondas, es preciso estar a la sombra del poder. Y el poder es el que es. Carandell es el  no opus mejor informado sobre "monse" en el debate de 1992 de la Clave
.

Los demás personajes del debate a distancia de 27 años dan miedo, froid dans le dos. Encuentro particularmente siniestro al periodista de la Vanguardia, parece un pájaro de mal agüero subido en su percha....Según  el informador él habría pescado para od a Rosza Flores, el terrorista húgaro-boliviano que luego del opus se hizo musulmán  y acabó asesinado a tiros por la policía  en Sta. Cruz de Bolivia. Ya comprobé que la biografía era cierta en el libro de Antonio Salas, El Palestino. No te decepcionará. Así como tampoco su novela Operación Princesa. Serio impacto del mundo del tráfico de drogas, corrupción, policía, tráfico de mujeres, políticos en medio...para curarse de espanto definitivamente.

Voces de las que no quedó ni rastro en la historia oficialmente conocida:

Angel Ossorio y Gallardo, católico de profundas convicciones religiosas. Abogado de alto nivel, hizo este llamamiento desde Radio Madrid 24 de agosto de 1936:

“Voces elocuentes del Frente Popular ya han condenado la rebelión fascista. Quizás sea útil explicar por qué los cristianos y conservadores también se han puesto con entusiasmo del lado del Frente Popular y están haciendo lo máximo posible para asegurar su triunfo decisivo.

Los cristianos no pueden ser fascistas, porque el cristianismo simboliza la liberación del espíritu humano y el respeto por la personalidad humana, mientras que el fascismo es la negación de la libertad, el establecimiento de la opresión y el régimen de la fuerza –y todo ello no para servir a los pobres, sino para salvaguardar el privilegio de las clases privilegiadas-. Un cristiano no puede aceptar una doctrina en nombre de la cual sus partidarios afirman la superioridad de una raza y el derecho a exterminar a los judíos, a los masones, a los comunistas y a los liberales porque la esencia de la doctrina de Cristo y la revolución de pensamiento que trajeron sus enseñanzas, comparadas con el mundo antiguo, es justo la obligación de amar a nuestros enemigos como a nuestros hermanos e incluso si los judíos, masones, comunistas y liberales fueran detestables, un cristiano no tiene derecho a exterminarlos, porque está escrito que Dios no encuentra placer en la muerte de los malvados, sino que deben cambiar de camino y vivir.

Los cristianos no deberían tolerar que se abuse del nombre de Dios para atacar a un Estado constituido legalmente, porque al hacerlo, estarían olvidando que Dios ordenó “dad al césar lo que es del césar”.

Los católicos deben respeto y obediencia a la Iglesia, Pero la Iglesia, guardiana inmortal de la doctrina más noble, más pura y generosa que han conocido los siglos, no debe confundirse con la degeneración eclesiástica de los obispos, cargados de joyas, que han arrastrado a Dios a conflictos políticos y piden su intervención con el fin de asegurarse la derrota electoral de la izquierda, degradando a Dios de esta manera a un estatus de beligerancia, sometiéndolo a la ley de la derrota y blasfemando su divinidad. Tampoco ha de confundirse a la Iglesia con las órdenes religiosas que amasan riquezas, de las que sus miembros individuales no obtienen beneficio alguno: ni con los sujetos, sacerdotes o laicos, que disparan de las torres de las iglesias quitándole así al templo su carácter sagrado, lo que explica la posterior destrucción de las iglesias; ni con los sacerdotes, con rifles o ametralladoras en mano, que se lanzan al combate deshonrando así a su vocación sagrada que les impone el deber de rezar por la paz de todos.

Los conservadores deben saber que el conservadurismo no consiste en mantener, inmóviles y rígidas, instituciones que ya no se ajustan a los tiempos modernos, sino en la creación día a día de instituciones que sean más justas, evitando así su imposición por parte de la gente, de forma violenta, improvisada y desordenada. Los buenos conservadores, consecuentemente, en el momento actual por el que pasa España, no son aquellos que se empeñan obstinadamente, en defender normas obsoletas porque son injustas, inadecuadas e ineficientes, sino los que colaboran en la creación de un nuevo orden con el mínimo de dislocación y las máximas garantías de estabilidad. Los conservadores no deberían pensar que las naciones evitan el deterioro y el declive encarcelando a la mayoría en la pobreza y la obediencia, mientras que una minoría disfruta de riquezas y poder. Por el contrario, deberían saber que son las propias personas los elementos esencialmente conservadores. Los conservadores españoles no podrán rechazar el testimonio de Antonio Maura cuando dice: En España, cualquier régimen, no importa cuál sea la forma de gobierno, debe sostenerse en el pueblo y dirigir las multitudes.

Los conservadores pueden defender la propiedad privada como complemento de la personalidad pero deberían saber que en la economía del futuro que ya estamos bordeando, la propiedad privada tendrá que coexistir en armonía con otras formas de propiedad; podrían desean la abolición de la propiedad privada en forma de monopolios, la principal causa de guerras e infortunio de los pueblos y en lugar de enfurecerse contra los partidos colectivistas, los conservadores deben tener en cuenta el hecho de que es el propio Pío XI quien ha proclamado la necesidad de que el Estado conserve ciertas propiedades cuando tales propiedades conllevan tal grado de poder económico que sería imposible concederlas a individuos sin que peligre el propio Estado. Los conservadores deberían respetar las tesis fascistas, como cualquier otras, siempre que busque el triunfo por medio de la propaganda y la persuasión, pero debe desterrar con todas sus fuerzas la acción de un partido político que busque el triunfo provocando la revuelta las fuerzas armadas del Estado contra el propio Estado. Porque es imposible pensar algo más demagógico, más negativo, más destructivo: el movimiento revolucionario más enajenado palidece ante este ejemplo.

Los conservadores no pueden dejar de estar afectados por los crímenes inútiles cometidos por los rebeldes, por los propios crímenes y porque minan la autoridad moral necesaria para la cndenad e represalias que están teniendo lugar, como reacción inevitable, por parte del partido víctima de la agresión.

Estos son en resumen, algunos de los motivos que han inducido a un hombre como yo, sin modificar nada de la doctrina quehe profesado durante un cuarto de siglo, a declararse del lado del gobierno de España y del Frente popular. ¿Por la república? ¡sin duda! ¡Viva la república! Pero también por otros principios que van más allá de la frontera de España y su república: por los valores inmortales del espíritu humano para la civilización crsitiana, por la emancipación política y económica de los obreros, por la autodeterminación de los pueblos y la libertad de la humanidad."