Patalea pero no nos nombres.

Un seguidor o seguidora habitual del blog según dice me recrimina nombrar a las personas que conozco. "Las familias del Opus Dei viven  conjunto de realidades que sería difícil englobarlas" y además "les podría importunar el ser mencionados aquí". Ellos no han hecho nada, ¡oh claro! es verdad querido/anónimo, ellos no han hecho nada, porque como tantas otras families opusinas a pesar de ser 10, que yo sepa ninguno se hizo numerario.

 ¡Qué azar que de estos hogares luminosos, alegres y numerosos no haya dado para al menos, un numerario!

No digo 4 ó 5 numerarias como ha sido el caso de familias opusinas de Jaén, con menos títulos universitarios, menos renombre, pero más mentalidad de "proletario trabajador en favor de... " Con un solo numerario en tantas familias del Opus Dei nos conformaríamos. ¿Cómo es que no salen numerarios de familia "opusilustre"? ¿Por qué se resiste Dios Nuestro Señor en su infinita sabiduría a elegir personas que han mamado el espíritu del Opus Dei desde el seno materno? Es verdaderamente chocante....observar que niños que desde su concepción han estado asistiendo a círculos, meditaciones, retiros... han ido a confesar en el vientre de su mamá cada semana, y han ido a misa diaria nueve meses quieras que no....más luego la piedad familiar, más luego el cole, más la universidad.... sin embargo, no obstante no acaben de numeraria y de secretaria regional como poco. Me choca mucho.

Sin embargo si tienen para concejal del ayuntamiento de Pamplona, para consejero del gobierno de Navarra y para parlamentario.

Por la novia de uno de ellos nos enteramos de que llevan un nivel de vida que no les corresponde.

Ahora caigo que ese es el Opus Dei conveniente. No el Opus Dei que fue el mío: tener "vocación al celibato numeraril" desde la eternidad.  No merece la pena esa elección que es bien poco práctica. Si Dios te elige para numeraria "ante constitutionem mundi", te alejas de tu juventud, de la diversión, te quedas sin libertad, te deja sin blanca, te separa de tus padres, y te mete en una burbuja. Y te encuentras a los 35 años que no has madurado y mentalmente tienes 16. Horrible.

¡Cuánto mejor ser un pijo de Pamplona, con familia opusina, lustrosa! y estar en las quinielas al ayuntamiento, al parlamento y a lo que se presente. No sólo estar en las quinielas sino tener el número acertado. ¡Cuánto mejor me hubiera ido si hubiera hecho lo que todos en la Pamplona de mi adolescencia!: o divertirme en la travesía de Bayona con los pijos, o divertirme en el casco viejo con el resto de la población. O simplemente haber tenido la oportunidad de divertirme en general... y estar en condiciones de mandar a regar a los mentirosos iluminados que diagnosticaron una vocación que era pura conveniencia de la secta Opus Dei. Ya es mala suerte en la vida...

Yo que he sido calumniada, que se ha ido a los lugares donde se me podía hacer objetivamente daño propagando mentiras, que se me ha intentado echar del trabajo con la complicidad y los alientos del Opus Dei, de un trabajo que conseguí estudiando, sin enchufe ninguno y saltándome todas las zancadillas opusinas en mi vida, ahora yo debo tener "piedad" y no mentar los "sagrados nombres" ¿de quién? ¡por favor!

Mira, estoy de tanta mentira hasta más arriba de la coronilla. Harta de tanta falsa defensa de la familia, de tanto eslogán pasado de moda, de tanta cortina de humo y de tanto silencio cómplice. Si no lo cuento reviento.

No se gana nada describiendo el Opus Dei en abstracto. En abstracto no existe nada. Existen personas como tú y como yo que se benefician de más lejos o de más cerca. Yo no pedí nacer en Pamplona ni toparme con esta secta de una manera tan íntima, pero me ha tocado. Y me ha tocado muchos sufrimientos inútiles, y sacrificios que hice por una quimera.

Si he sobrevivido tengo la obligación de señalar con el dedo. Hay un "resto de la sociedad" que se puede beneficiar... y bien que se le saca partido a todo lo que digo.

Parece que sólo las familias del Opus Dei tienen un conjunto de circunstancias "insuperables".

También mis circunstancias eran insuperables, estaba destinada al manicomio según ellos.

Pero en esta vida el límite de lo insuperable se lo pone cada uno. Así que, querido/a defensor/a de los "derechos de las familias del Opus Dei" que los demás no tenemos, estás contestado/a.