EL ATRASO ESPAÑOL
Como sugirió Noelia he leído a E. Subirats. Su "Después de la lluvia" es un alegato escrito en los 90 con el partido socialista en el poder. Creían que por el hecho de llegar ellos, España iba a cambiar. Y
lamentablemente se comportaron "de manera franquista". Que es de dónde habían salido, sin reciclar.
Los fallos culturales que nos llevan a los sucesivos desastres y desesperanzas vienen todos del mismo lado, falta de espíritu crítico y de reflexión.
Cultivada falta de memoria, "como pollo sin cabeza". La gallina ciega que dijo Max Aub me parece una acertada metáfora que nos describe. Ignorancia, corrupción, desprecio por el trabajo, sea manual o sea intelectual.
El atraso multisecular español perdura porque se cambian la apariencias pero no cambia la ética, la cultura la moral de fondo del país. Perduran los privilegios de "casta". La casta no es una palabra inventada por los chicos de Podemos ni por el italiano politólogo que dicen que la inventó. Tampoco se refiere a los toros. Américo Castro fue el descubridor del "casticismo". La antigua casta de caballeros hijosdalgo, que se definían como "dos dedos de cristiano viejo" se instituyó en especial expulsando al hispanojudío. Diferenciándose del converso, del recién converso o del falso converso. La expulsión de 1492 fue una necesidad ideológica del imperio español. Aquí se quedaban los "pura casta".
Atraso español definido por costumbres de inflexibilidad e intolerancia, falta habitual de espacio para la crítica y la reflexión. Incompetencia y autoritarismo, el combinado más frecuente en España que te lo encuentras y se repite como un mantra donde quiera que pisemos. Vida académica, admnistrativa, vida política.
Autoritarismo que sigue hoy. El tema de los madrileños candidatos (echado e ida) lo pone de rabiosa actualidad. Autoritarismo ligado al concepto dogmático de creencia religiosa y estado despótico con ambiciones imperiales. Noción sustancialista de identidad y poder. Si no mando en alguien y mando mucho no soy nadie, preciso es tratar a la gente como si de marionetas se tratase.
Elitismo invertido
Incompetencia, o élitismo invertido de los peores (Ortega y Gasset). Ignorancia y mezquindad como santo y seña de nuestros ambientes más selectos académicamente hablando. Es pena pensar que por cada inútil encumbrado hay una ristra o larga fila de gente valiosa preterida en las tinieblas exteriores . Subirats lo escribió hace 20 años, entonces era yo estudiante y no veo que haya cambiado: mezcla de vulgaridad, ignorancia y mala saña que rige los ministerios culturales, nuestras aulas y nuestra vida intelectual, la misma ausencia de crítica, la misma falta de respeto hacia la inteligencia. Esta última característica es llamativa entre los que se supone que trabajan y viven de ella, el mismo culto a un poder sustancial y opaco, la misma desconfianza gregaria a todo aquel que piense diferente, el mismo principio solapado de intolerancia.
Ortega, Unamuno, Ramón y Cajal, Américo Castro, Ganivet, Zambrano, Feijoo y Jovellanos han comentado el atraso español.
Se podía hablar del estilo arcaico de enseñanza a pesar de las inversiones hechas en democracia en edficios, equipamientos, personal. No sirvieron para cambiar la "cultura universitaria" de las relaciones caciquiles. Subirats denuncia el estancamiento intelectual y moral de la universidad española en el que no me introduciré. Cuentas sus propias peripecias vitales en una Escuela de Arte barcelonesa. He oído historias parecidas, centros en los que reina la inteligencia mediocre incapaz de crítica y de innovación verdadera.
Se queja de que la mediocridad tomó el poder en esa escuela. El atraso se vistió de vanguardia. Habían sido formados o deformados en la Cataluña franquista, se revistieron de progreso y cuando comprobaron sus límites se volverion tan represivos, controladores e inquisitoriales en aras de la conservación de sus privilegios como lo habían aprendido en las universidades franquistas en las que se formaron.
Las escuelas y universidades son espejo en que se refleja una sociedad. La desinteligencia en guerra sin cuartel contra la sociedad civil española: urbanismo salvaje, ineficacia, irresponsabilidad, corrupción administrativas, arquitectura monumental y vacía destinada a festejar al "nuevo poder democrático".
Los fastos de 1992, fastos olímpicos y fastos de la Expo. Siempre los dispendios flor de un día. La poca cabeza y la mala cabeza de los gestores públicos que nos lleva dando tumbos. Ya entonces la economía abandonada en manos de los intereses especulativos en lugar de dirigirla hacia un desarrollo racional y productivo. Derroche en un concepto espectacular de cultura. Su referencia eran los años del primer socialismo que gobernó en España. ¿Qué ha cambiado?
También me gusta la clave que no había hallado en otros autores para entender "el gusto por lo extranjero" que caracterizó a los filósofos españoles de los 60 y 70. Siempre la misma idea en lugar de reflexionar y criticar la propia realidad, evasión. Tras la España autárquica, aislada y sometida por el clericalismo, el militarismo franquista, los universitarios se lanzaban en plancha a lo extranjero huyendo de la grisura y la inquisición. De la que nuetros Opus Dei eran dignos representantes. De ahí la necesidad de inventar 1928. Retrotraer lo más posible la fecha originaria para sacudirse la propia realidad histórica. Huir de sí mismo. Lo mismo que esa juventud española huyendo del franquismo.
Subirats piensa que cambiaron de autoritarismo: el franquista por el de los partidos marxistas. El marxismo español del tardofranquismo tenía un concepto de élite tan autoritario como el de J. A . Primo de Rivera.
¿Les está jugando una mala pasada el maldito elitismo y centralismo a los de Podemos una vez más?
Destape y movida en vez de crítica y reflexión seria
Muy buen capítulo sobre el sueño europeo de España.
Años 80, culto al poder, al mercado y al diseño. El diseño no es lo mismo que cultura.
Y en relación con España entre Europa y América lanza una grave acusación. España ha sido barrera que ha separado América de lo más avanzado de Europa. A España Europa le ha llegado por América. ¡Y será verdad! Veáse la literatura americana en lengua española que ha puesto en contacto las vanguardias literarias de Norteamérica y Europa.
Ha fallado la cultura como crítica, como diálogo, como participación. Tras el arrasamiento que supuso el franquismo, se esperaba otra cosa y vino el "Destape" y la "movida". Todo ramplón y vulgar. Siempre la misma falta de profundidad.
Se explaya sobre los intelectuales españoles de la democracia que cierran filas en torno al poder político. Savater portador de todas las esperanzas de la oposición antifranquista, escritor brillante, decepcionó a Subirats ya en su primer existoso ensayo "Nihilismo y acción" porque suplantaba la necesaria reforma del pensamiento español por un concepto retórico y pedante, vacío conceptualmente e inoperante. Le hace una crítica feroz a este filósofo metido a político y seguidor de Rosa Díez. Se me escapa porque no he leído todo Savater y no es el tema que me interesa más en este libro.
Por mi parte seguiré admirando a Savater y agradeciendo sus libros que tan útiles me resultan.
Más de acuerdo con Subirats en las identidades micronacionalistas y la construcción de identidades soñadas, con su inmensa carga de insolidaridad y ejercicio de mirarse el ombligo y creerse el centro del mundo, o "superespeciales" y "superdiferentes" cuando en el fondo adolecen de los mismos defectos que el resto de españoles, corregidos y aumentados si me apuran.
La desmemoria institucionalizada
Por supuesto estoy con él: se ha olvidado voluntariamente la ocupación militar española por el aparato bélico de Italia y Alemania. Que se ha olvidado la represión. La vulgaridad, la mediocridad de la vida española. Y gracias a ese olvido continúan los privilegios de casta, y es imposible una verdadera democracia social.
Los propios socialistas que iban a cambiar España cojearon del mismo pie: leyes restrictivas de libertades civiles (lo mismo que hoy el opusino Jorge Fdez. Díaz y su ley mordaza), disfuncioanmiento del aparato judicial, violencia civil, controles sociales extraconstitucionales, intervencionismo estatal en la cultura, caudillismo y centralismo como disciplina normal del partido en el poder, imposición velada o semivelada de censura.
Se ha dado por zanjado el "tema de España" por el hecho de firmar una Constitución. Se daba por hecho que la sociedad española había sido siempre liberal, abierta, democrática. Se ignoraba la larga y profunda tradición de la España negra, la España eterna a la que pertenecemos con todas las de la ley. La indisciplina y la corrupción y sus correlatos, el autoritarismo y el bajo nivel cultural. El dilema tradicionalismo y renovación no se ha superado. POr eso se dan tantos pasos en falso.
Un paso adelante sería la crítica de la España dogmática y totalitaria que de nada nos suena en el blog. Intolerante y violenta. La España que latía en la concepción trágica de Unamuno y que resucitó el nacionalcatolicismo. Desde la raíz Subirats quiere destruir esa quimera de una España inmaculada, trascendente y sustancial. Creada en las sucesivas reconquistas para la iglesia (la de la Edad Media, pero luego la de los Jesuitas en centroeuropa recuperando terreno frente al protestantismo o la del Duque de Alba persiguien herejes en Holanda), más la persecución a hispanoárabes e hispanojudíos, más la historia del exilio y persecución que no cesa ni siquiera hoy. Y recuperar la crónica de la España reformadora, desde la Escuela de traductores de Toledo hasta el exilio de 1939.
La cuestión judía nos toca muy de cerca. Es el reverso de la construcción imperial cuyo fundamento religioso necesitó expulsarlos. Se extirpó la espiritualidad hispanojudía, su hermenéutica rigurosa, su utopía social y su espíritu cosmopolita. En los llamados humanistas hebraizantes perseguidos en el siglo XVI, la Inquisición atacaba no solo lo "judío", también la independencia de juicio, la libertad intelectual.
Leer la Biblia en hebrio y griego, interpretarla y comentarla públicamente era ponerse en peligro de herejía.
Cierta culpa, cierta nostalgia de la expulsión. Y la destrucción de lo judío que se llevó a cabo en nuestro suelo como fundamento para el imperio español resultó un jalón privilegiado para el antsemitismo europeo.
La cuestión americana
La madre patria se portó mal en América. Los fastos del 92 fueron controvertidos por ese lado. Por supuesto el Opus Dei al que entonces supuestamente pertenecía, emprendió una enésima cruzada publicando y haciendo publicar a sus huestes teológicas e historiadoras para defender la versión de España evangelizadora y protectora de los indios, España civilizadora. Estuve muy cerca de aquellas publicaciones y publicadores aunqe todavía no era investigadora y no me incluyeron en ningún proyecto. Pero recuerdo bien que el Gobierno vasco dió generosos donativos a la facultad de teología de Navarra con este motivo. También Mapfre, aunque yo no lo sabía entonces, ya que "es de ellos". Ocultando la explotación social y cultural, el expolio, el despotismo, el atraso que nos une.
Restaurar la memoria, no se trata de perdones y culpas. La memoria transparente otra vez.
Y donde más he recordado al Opus Dei en este libro es cuando Subirats señala que es lo que más ha unido a América y España desde los tiempos de la colonia. No ha sido un sentimento de solidaridad, ni los lazos de afinidad cultural o cercanía histórica. Lo que ha unido a las élites españolas con las de América latina ha sido tradicionalmente un credo antiliberal. España ha sido el principio legitimador de los proyectos social, cultural y políticamente más retrógrados en la historia moderna de América a partir de la independencia.
Las dictaduras americanas del siglo XX a imagen de la nuestra, militares más jerarquía eclesiástica perseguidores furibundos de comunistas, marxistas, socialistas. En primera línea.
La casta, postulado mítico de Ganivet o Unamuno, fue reformulado por Américo Castro. La "casta dirigente" escribe, "creyó poder vivir sola, aferrada a su creencia y su sentimiento de ser superior y notaba el vacuum irremediable en que estaba sumida al intentar salir de su encerramiento personal. Asido al nimbo de su creencia, confiado en si mismo y ansiando expresar lo sentido por su alma, el español se lanzó a henchi el planeta de azañas heroicas."
Profusión de héroes y caudillos ("voluntad de fundar" lo llamaba Azaña........)integralismo y absolutismo de la persona, hidalguismo, identidad basada en la posesión de una creencia mejor que los demás pueblos, avidez de oro, desprecio e incapacidad hacia las actividades intelectuales y productivas, voluntad de señorío y de imperio y también anarquismo, son las condiciones históricas específicas bajo las que la España cristiana trató de defender su identidad frente a las culturas españolas intelectualmente superiores, a las que sin embargo, había rechazado militar y políticamente, en nombre de valores racistas y religioso-doctrinarios."
No sé qué pensar ¿Castro había leído Camino? ¿el founder había leído a Castro? porque es asombroso el retrato robot que hace Américo Castro del fundador del Opus Dei y de muchos Opus Dei pata negra, de la idiosincrasia original y originaria en la que se nos crió y educó. Seguíamos en las mismas que los que habían fundado el imperio cristiano empezando por expulsas judíos y moriscos, e iban por el mundo adelante exigiendo limpieza de sangre.
Como siempre que alguien da en el clavo le llovieron las tortas a Castro por doquier: Sánchez Albornoz, Maravall la emprendieron.
Pero en lo que a mí respecta diré que lo que Castro sacó de sus estudios de historia y literatura yo lo he conocido por experiencia, ese ambiente rancio, de fundadores y cruzadas intelectuales, morales, religiosas. El mundo nos está esperando, somos su sal y su luz.
Hay otra parte en la que explica que el ambiente de judíos que se convierten a la fuerza por no marcharse de España, y luego tienen que demostrar día a día que han dejado atrás las antiguas prácticas, hizo de la religión un expediente social, algo externo, sin ninguna hondura en la persona. Sigue sin decirme nada.
lamentablemente se comportaron "de manera franquista". Que es de dónde habían salido, sin reciclar.
Los fallos culturales que nos llevan a los sucesivos desastres y desesperanzas vienen todos del mismo lado, falta de espíritu crítico y de reflexión.
Cultivada falta de memoria, "como pollo sin cabeza". La gallina ciega que dijo Max Aub me parece una acertada metáfora que nos describe. Ignorancia, corrupción, desprecio por el trabajo, sea manual o sea intelectual.
El atraso multisecular español perdura porque se cambian la apariencias pero no cambia la ética, la cultura la moral de fondo del país. Perduran los privilegios de "casta". La casta no es una palabra inventada por los chicos de Podemos ni por el italiano politólogo que dicen que la inventó. Tampoco se refiere a los toros. Américo Castro fue el descubridor del "casticismo". La antigua casta de caballeros hijosdalgo, que se definían como "dos dedos de cristiano viejo" se instituyó en especial expulsando al hispanojudío. Diferenciándose del converso, del recién converso o del falso converso. La expulsión de 1492 fue una necesidad ideológica del imperio español. Aquí se quedaban los "pura casta".
Atraso español definido por costumbres de inflexibilidad e intolerancia, falta habitual de espacio para la crítica y la reflexión. Incompetencia y autoritarismo, el combinado más frecuente en España que te lo encuentras y se repite como un mantra donde quiera que pisemos. Vida académica, admnistrativa, vida política.
Autoritarismo que sigue hoy. El tema de los madrileños candidatos (echado e ida) lo pone de rabiosa actualidad. Autoritarismo ligado al concepto dogmático de creencia religiosa y estado despótico con ambiciones imperiales. Noción sustancialista de identidad y poder. Si no mando en alguien y mando mucho no soy nadie, preciso es tratar a la gente como si de marionetas se tratase.
Eduardo Subirats (1947) |
Elitismo invertido
Incompetencia, o élitismo invertido de los peores (Ortega y Gasset). Ignorancia y mezquindad como santo y seña de nuestros ambientes más selectos académicamente hablando. Es pena pensar que por cada inútil encumbrado hay una ristra o larga fila de gente valiosa preterida en las tinieblas exteriores . Subirats lo escribió hace 20 años, entonces era yo estudiante y no veo que haya cambiado: mezcla de vulgaridad, ignorancia y mala saña que rige los ministerios culturales, nuestras aulas y nuestra vida intelectual, la misma ausencia de crítica, la misma falta de respeto hacia la inteligencia. Esta última característica es llamativa entre los que se supone que trabajan y viven de ella, el mismo culto a un poder sustancial y opaco, la misma desconfianza gregaria a todo aquel que piense diferente, el mismo principio solapado de intolerancia.
Ortega, Unamuno, Ramón y Cajal, Américo Castro, Ganivet, Zambrano, Feijoo y Jovellanos han comentado el atraso español.
Se podía hablar del estilo arcaico de enseñanza a pesar de las inversiones hechas en democracia en edficios, equipamientos, personal. No sirvieron para cambiar la "cultura universitaria" de las relaciones caciquiles. Subirats denuncia el estancamiento intelectual y moral de la universidad española en el que no me introduciré. Cuentas sus propias peripecias vitales en una Escuela de Arte barcelonesa. He oído historias parecidas, centros en los que reina la inteligencia mediocre incapaz de crítica y de innovación verdadera.
Se queja de que la mediocridad tomó el poder en esa escuela. El atraso se vistió de vanguardia. Habían sido formados o deformados en la Cataluña franquista, se revistieron de progreso y cuando comprobaron sus límites se volverion tan represivos, controladores e inquisitoriales en aras de la conservación de sus privilegios como lo habían aprendido en las universidades franquistas en las que se formaron.
Las escuelas y universidades son espejo en que se refleja una sociedad. La desinteligencia en guerra sin cuartel contra la sociedad civil española: urbanismo salvaje, ineficacia, irresponsabilidad, corrupción administrativas, arquitectura monumental y vacía destinada a festejar al "nuevo poder democrático".
Los fastos de 1992, fastos olímpicos y fastos de la Expo. Siempre los dispendios flor de un día. La poca cabeza y la mala cabeza de los gestores públicos que nos lleva dando tumbos. Ya entonces la economía abandonada en manos de los intereses especulativos en lugar de dirigirla hacia un desarrollo racional y productivo. Derroche en un concepto espectacular de cultura. Su referencia eran los años del primer socialismo que gobernó en España. ¿Qué ha cambiado?
También me gusta la clave que no había hallado en otros autores para entender "el gusto por lo extranjero" que caracterizó a los filósofos españoles de los 60 y 70. Siempre la misma idea en lugar de reflexionar y criticar la propia realidad, evasión. Tras la España autárquica, aislada y sometida por el clericalismo, el militarismo franquista, los universitarios se lanzaban en plancha a lo extranjero huyendo de la grisura y la inquisición. De la que nuetros Opus Dei eran dignos representantes. De ahí la necesidad de inventar 1928. Retrotraer lo más posible la fecha originaria para sacudirse la propia realidad histórica. Huir de sí mismo. Lo mismo que esa juventud española huyendo del franquismo.
Subirats piensa que cambiaron de autoritarismo: el franquista por el de los partidos marxistas. El marxismo español del tardofranquismo tenía un concepto de élite tan autoritario como el de J. A . Primo de Rivera.
¿Les está jugando una mala pasada el maldito elitismo y centralismo a los de Podemos una vez más?
Destape y movida en vez de crítica y reflexión seria
Muy buen capítulo sobre el sueño europeo de España.
Años 80, culto al poder, al mercado y al diseño. El diseño no es lo mismo que cultura.
Y en relación con España entre Europa y América lanza una grave acusación. España ha sido barrera que ha separado América de lo más avanzado de Europa. A España Europa le ha llegado por América. ¡Y será verdad! Veáse la literatura americana en lengua española que ha puesto en contacto las vanguardias literarias de Norteamérica y Europa.
Ha fallado la cultura como crítica, como diálogo, como participación. Tras el arrasamiento que supuso el franquismo, se esperaba otra cosa y vino el "Destape" y la "movida". Todo ramplón y vulgar. Siempre la misma falta de profundidad.
Se explaya sobre los intelectuales españoles de la democracia que cierran filas en torno al poder político. Savater portador de todas las esperanzas de la oposición antifranquista, escritor brillante, decepcionó a Subirats ya en su primer existoso ensayo "Nihilismo y acción" porque suplantaba la necesaria reforma del pensamiento español por un concepto retórico y pedante, vacío conceptualmente e inoperante. Le hace una crítica feroz a este filósofo metido a político y seguidor de Rosa Díez. Se me escapa porque no he leído todo Savater y no es el tema que me interesa más en este libro.
Por mi parte seguiré admirando a Savater y agradeciendo sus libros que tan útiles me resultan.
Más de acuerdo con Subirats en las identidades micronacionalistas y la construcción de identidades soñadas, con su inmensa carga de insolidaridad y ejercicio de mirarse el ombligo y creerse el centro del mundo, o "superespeciales" y "superdiferentes" cuando en el fondo adolecen de los mismos defectos que el resto de españoles, corregidos y aumentados si me apuran.
La desmemoria institucionalizada
Por supuesto estoy con él: se ha olvidado voluntariamente la ocupación militar española por el aparato bélico de Italia y Alemania. Que se ha olvidado la represión. La vulgaridad, la mediocridad de la vida española. Y gracias a ese olvido continúan los privilegios de casta, y es imposible una verdadera democracia social.
Los propios socialistas que iban a cambiar España cojearon del mismo pie: leyes restrictivas de libertades civiles (lo mismo que hoy el opusino Jorge Fdez. Díaz y su ley mordaza), disfuncioanmiento del aparato judicial, violencia civil, controles sociales extraconstitucionales, intervencionismo estatal en la cultura, caudillismo y centralismo como disciplina normal del partido en el poder, imposición velada o semivelada de censura.
Se ha dado por zanjado el "tema de España" por el hecho de firmar una Constitución. Se daba por hecho que la sociedad española había sido siempre liberal, abierta, democrática. Se ignoraba la larga y profunda tradición de la España negra, la España eterna a la que pertenecemos con todas las de la ley. La indisciplina y la corrupción y sus correlatos, el autoritarismo y el bajo nivel cultural. El dilema tradicionalismo y renovación no se ha superado. POr eso se dan tantos pasos en falso.
Un paso adelante sería la crítica de la España dogmática y totalitaria que de nada nos suena en el blog. Intolerante y violenta. La España que latía en la concepción trágica de Unamuno y que resucitó el nacionalcatolicismo. Desde la raíz Subirats quiere destruir esa quimera de una España inmaculada, trascendente y sustancial. Creada en las sucesivas reconquistas para la iglesia (la de la Edad Media, pero luego la de los Jesuitas en centroeuropa recuperando terreno frente al protestantismo o la del Duque de Alba persiguien herejes en Holanda), más la persecución a hispanoárabes e hispanojudíos, más la historia del exilio y persecución que no cesa ni siquiera hoy. Y recuperar la crónica de la España reformadora, desde la Escuela de traductores de Toledo hasta el exilio de 1939.
La cuestión judía nos toca muy de cerca. Es el reverso de la construcción imperial cuyo fundamento religioso necesitó expulsarlos. Se extirpó la espiritualidad hispanojudía, su hermenéutica rigurosa, su utopía social y su espíritu cosmopolita. En los llamados humanistas hebraizantes perseguidos en el siglo XVI, la Inquisición atacaba no solo lo "judío", también la independencia de juicio, la libertad intelectual.
Leer la Biblia en hebrio y griego, interpretarla y comentarla públicamente era ponerse en peligro de herejía.
Cierta culpa, cierta nostalgia de la expulsión. Y la destrucción de lo judío que se llevó a cabo en nuestro suelo como fundamento para el imperio español resultó un jalón privilegiado para el antsemitismo europeo.
La cuestión americana
La madre patria se portó mal en América. Los fastos del 92 fueron controvertidos por ese lado. Por supuesto el Opus Dei al que entonces supuestamente pertenecía, emprendió una enésima cruzada publicando y haciendo publicar a sus huestes teológicas e historiadoras para defender la versión de España evangelizadora y protectora de los indios, España civilizadora. Estuve muy cerca de aquellas publicaciones y publicadores aunqe todavía no era investigadora y no me incluyeron en ningún proyecto. Pero recuerdo bien que el Gobierno vasco dió generosos donativos a la facultad de teología de Navarra con este motivo. También Mapfre, aunque yo no lo sabía entonces, ya que "es de ellos". Ocultando la explotación social y cultural, el expolio, el despotismo, el atraso que nos une.
Restaurar la memoria, no se trata de perdones y culpas. La memoria transparente otra vez.
Y donde más he recordado al Opus Dei en este libro es cuando Subirats señala que es lo que más ha unido a América y España desde los tiempos de la colonia. No ha sido un sentimento de solidaridad, ni los lazos de afinidad cultural o cercanía histórica. Lo que ha unido a las élites españolas con las de América latina ha sido tradicionalmente un credo antiliberal. España ha sido el principio legitimador de los proyectos social, cultural y políticamente más retrógrados en la historia moderna de América a partir de la independencia.
Las dictaduras americanas del siglo XX a imagen de la nuestra, militares más jerarquía eclesiástica perseguidores furibundos de comunistas, marxistas, socialistas. En primera línea.
La casta, postulado mítico de Ganivet o Unamuno, fue reformulado por Américo Castro. La "casta dirigente" escribe, "creyó poder vivir sola, aferrada a su creencia y su sentimiento de ser superior y notaba el vacuum irremediable en que estaba sumida al intentar salir de su encerramiento personal. Asido al nimbo de su creencia, confiado en si mismo y ansiando expresar lo sentido por su alma, el español se lanzó a henchi el planeta de azañas heroicas."
Profusión de héroes y caudillos ("voluntad de fundar" lo llamaba Azaña........)integralismo y absolutismo de la persona, hidalguismo, identidad basada en la posesión de una creencia mejor que los demás pueblos, avidez de oro, desprecio e incapacidad hacia las actividades intelectuales y productivas, voluntad de señorío y de imperio y también anarquismo, son las condiciones históricas específicas bajo las que la España cristiana trató de defender su identidad frente a las culturas españolas intelectualmente superiores, a las que sin embargo, había rechazado militar y políticamente, en nombre de valores racistas y religioso-doctrinarios."
No sé qué pensar ¿Castro había leído Camino? ¿el founder había leído a Castro? porque es asombroso el retrato robot que hace Américo Castro del fundador del Opus Dei y de muchos Opus Dei pata negra, de la idiosincrasia original y originaria en la que se nos crió y educó. Seguíamos en las mismas que los que habían fundado el imperio cristiano empezando por expulsas judíos y moriscos, e iban por el mundo adelante exigiendo limpieza de sangre.
Como siempre que alguien da en el clavo le llovieron las tortas a Castro por doquier: Sánchez Albornoz, Maravall la emprendieron.
Pero en lo que a mí respecta diré que lo que Castro sacó de sus estudios de historia y literatura yo lo he conocido por experiencia, ese ambiente rancio, de fundadores y cruzadas intelectuales, morales, religiosas. El mundo nos está esperando, somos su sal y su luz.
Hay otra parte en la que explica que el ambiente de judíos que se convierten a la fuerza por no marcharse de España, y luego tienen que demostrar día a día que han dejado atrás las antiguas prácticas, hizo de la religión un expediente social, algo externo, sin ninguna hondura en la persona. Sigue sin decirme nada.
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