TREGUA DE CANONIZACIONES
LAS
TESIS DEL "OPUS DEI" SON INCOMPATIBLES CON VATICANO II
P. Henri DENIS, teólogo, diócesis de Lyon
Se trata de una carta a la publicación católica "La croix" con motivo de un informe a propósito de la beatificación del founder en 1992. Contesta un cura lionés:
"Unas palabras para decirles en nombre propio y de muchos amigos que su informe sobre el "Opus Dei" es magnífico en infomación y está lleno valentía. Sin miedo, sin espíiritu de denigración. La verdad pura y dura.
No hicimos un concilio para llegar aquí....de manera más precisa quiero exponer las razones que me han llevado a apreciar su informe, primero hay que reconocer que es lamentable la idea de que un papa, cuya sinceridad no cuestionamos, pueda ser engañado por su entorno.
La historia del papado está llena de estos casos y evidentemente es más fácil hablar de lo que pasó hace unos siglos o unas decadas.
Y sin embargo no se puede defender a la vez el Vaticano II y el "Opus Dei". Hay que saber y lo digo por haberlo probado en mis carnes y en mi pensamiento que no se pueden considerar compatibles las tesis del "Opus Dei" sobre la reconstitución de la "cristiandad" y la teología de Gaudium et Spes a propósito de la autonomía de las realidades terrestres. Y esto tanto más cuanto que los laicos que son mayoría en este célebre instituto están totalmente bajo el control de los clérigos, ahí es donde duele, y por dos precisas razones:
- Por una parte se nos propone un modelo a imitar en la persona del marqués de Balaguer . Pero se olvida recordar su hostilidad al Concilio e incluso a Pablo VI que no impidieron que "el Cuerpo místico se convirtiera en podedrumbre", atacaban a Pablo VI, y lo hacían porque Pablo VI estableció un episcopado español sinceramente conciliar, un episcopado que desgraciadamente cambió "para mal" con Juan Pablo II, como también ocurrió en Estados Unidos, en Austria y en otros países.
-Por otra parte y esto es todavía peor, en el "Opus Dei" existe una práctica que condenaríamos si se nos dijera que se da en una iglesia como la de la Cienciología, según la cual sus miembros deben confesar cada semana con un cura del "Opus". Esto es contrario a toda la práctica de nuestra iglesia en relación con la vida religiosa, en la que siempre se puede acudir a un confesor exterior a la congregación. Se trata de una práctica que identifica al grupo como una secta.
En fin dan ganas de pedir una tregua en la carrera por las canonizaciones. Me pongo por un momento en el lugar de nuestros hermanos protestantes, que se extrañan de nuestra pretensión de otorgar certificados de santidad. Dejemos por el momento que Dios reconozca los suyos. Hagamos una pausa. Renunciemos a proyectar ante nuestros ojos las "vedettes" o los ídolos que pueden ocupar el sitio del único Señor. Y volvamos al Evangelio, cuando los fariseos preguntaron a Jesús cuándo llegaba el Reino de Dios, les contestó: "La llegada del reino de Dios no será espectacular. No se dirá: Está aquí o allá porque el reino de Dios está dentro de vosotros." (Lc 17, 20, 21.)
P. Henri DENIS, teólogo, diócesis de Lyon
Se trata de una carta a la publicación católica "La croix" con motivo de un informe a propósito de la beatificación del founder en 1992. Contesta un cura lionés:
"Unas palabras para decirles en nombre propio y de muchos amigos que su informe sobre el "Opus Dei" es magnífico en infomación y está lleno valentía. Sin miedo, sin espíiritu de denigración. La verdad pura y dura.
No hicimos un concilio para llegar aquí....de manera más precisa quiero exponer las razones que me han llevado a apreciar su informe, primero hay que reconocer que es lamentable la idea de que un papa, cuya sinceridad no cuestionamos, pueda ser engañado por su entorno.
La historia del papado está llena de estos casos y evidentemente es más fácil hablar de lo que pasó hace unos siglos o unas decadas.
Y sin embargo no se puede defender a la vez el Vaticano II y el "Opus Dei". Hay que saber y lo digo por haberlo probado en mis carnes y en mi pensamiento que no se pueden considerar compatibles las tesis del "Opus Dei" sobre la reconstitución de la "cristiandad" y la teología de Gaudium et Spes a propósito de la autonomía de las realidades terrestres. Y esto tanto más cuanto que los laicos que son mayoría en este célebre instituto están totalmente bajo el control de los clérigos, ahí es donde duele, y por dos precisas razones:
- Por una parte se nos propone un modelo a imitar en la persona del marqués de Balaguer . Pero se olvida recordar su hostilidad al Concilio e incluso a Pablo VI que no impidieron que "el Cuerpo místico se convirtiera en podedrumbre", atacaban a Pablo VI, y lo hacían porque Pablo VI estableció un episcopado español sinceramente conciliar, un episcopado que desgraciadamente cambió "para mal" con Juan Pablo II, como también ocurrió en Estados Unidos, en Austria y en otros países.
-Por otra parte y esto es todavía peor, en el "Opus Dei" existe una práctica que condenaríamos si se nos dijera que se da en una iglesia como la de la Cienciología, según la cual sus miembros deben confesar cada semana con un cura del "Opus". Esto es contrario a toda la práctica de nuestra iglesia en relación con la vida religiosa, en la que siempre se puede acudir a un confesor exterior a la congregación. Se trata de una práctica que identifica al grupo como una secta.
En fin dan ganas de pedir una tregua en la carrera por las canonizaciones. Me pongo por un momento en el lugar de nuestros hermanos protestantes, que se extrañan de nuestra pretensión de otorgar certificados de santidad. Dejemos por el momento que Dios reconozca los suyos. Hagamos una pausa. Renunciemos a proyectar ante nuestros ojos las "vedettes" o los ídolos que pueden ocupar el sitio del único Señor. Y volvamos al Evangelio, cuando los fariseos preguntaron a Jesús cuándo llegaba el Reino de Dios, les contestó: "La llegada del reino de Dios no será espectacular. No se dirá: Está aquí o allá porque el reino de Dios está dentro de vosotros." (Lc 17, 20, 21.)
La Croix. Martes 16 de junio
1992
Comentarios