OPUS DEI VISTO POR UN CURA DE A PIE
Extracto de libro de Xosé Chao íntegramente dedicado
EL OPUS DEI, CON EMPUJE Y MODERNIDAD
El autoritarismo básico es constituyente del OD. Se complace
Amando de Miguel, sociólogo, en mostrar su parecido a Falange poniendo en
paralelo Camino con discursos de Girón. Hay paralelismo en concepcón castrense de
la vida (la vida es milicia y aún hay comodones que no se han enterado, ¿se
referiría a los numes con vida de director de banco mencionados aquí?),
sentido viril de la existencia, agresividad,
intransigencia, hipovaloración de la crítica, hipervaloración de la eficacia y
la ascética (Ascética meditada, lo leí un millón de veces y todavía no sé lo
que ponía…vacuo libro, y mira que le puse empeño) culto a la acción,
autoritarismo en suma.
Falta un estudio minucioso de la espiritualidad OD ¿la pela
y el poder a todo trapo es espiritualidad? Urs von Balthasar dedicó dos
escritos muy críticos al tema. Erich Fromm ha intentado una aprox
psicoanalítica que me encantaría leer y según la cual se explica el éxito
arrollador. A OD le cuadra secta por cuatro factores:
-polarización delirante en torno al founder, (delirium tremens
que a todos nos hicieron padecer, es como el “soma”, sin eso imposible un minuto de fidelidad....todo el día hablando de fidelidad y todo el día mintiendo)
-la convicción de que no existe salvación fuera de OD, la
sensación de que Dios, lo Absoluto viene a ti a través y sólo a través de la
organización. (Qué agobio, sí pero no. OD lo era todo, pero de todas
formas la Creación
estaba aparte y era mayor que OD)
Esta idea de que tu camino hacia la felicidad plena pasa por
OD justifica todas las sumisiones que te imponen y te impones, dice Moncada.
-la cohesión interna, fraternidad trabajada por cierto
esoterismo y lenguaje propio (Pax, in aeternum, crespillos, preces, oratorio,
trium puerorum, círculo, pon los ornamentos, dobla los amitos, pitar, farolillo
rojo, adscrita, retiro, curso de retiro, charla fraterna, tronco va… se
me va olvidando el "opusinés" básico)
-el proselitismo elitista. (Redundante expresión)
Habida cuenta de la pobreza ideológica de su espiritualidad
nos podemos preguntar cómo tantas personas inteligentes llegaron a formar parte
de sus filas. De todas formas, no es difícil de comprender el infantilismo
religioso de la mayoría de los españoles, aun con estudios, "los españoles de
carrera no tenemos suficiente cultura religiosa", habría dicho Franco, (lo
dejaría en que no tenemos suficiente cultura.)Y la falta de cultura
religiosa se puede comprobar en Cien
españoles y Dios de Gironella. La pertenencia al Opus no se puede explicar
desde una conciencia crítica, imposible en el integrismo en general, nos quedan
dos claves:
No queremos descuidar la afirmación de que existe una
pertenencia de buena voluntad, fruto de una conciencia ingenua.( Claro,
con 15 años que entramos no hay otra). Ante un mundo en cambio y el cúmulo de
respuestas zafias de cierto clero, OD se presentó como una respuesta burguesa y
de clase, con empuje y modernidad. El énfasis en la dependencia del director
espiritual que asumía toda la responsabilidad y la práctica de una cierta
ascética y moral individualista, junto
con la profesión de fe según catecismo del pasado, ofrecía seguridades y una
esmerada atención personal. Podríamos llamarle pertenencia “edípica”.
Sin embargo a la opinión pública pasó otra clase de
afiliación, fruto de una conciencia cínica: pertenencia tartufa, según este
personaje de Molière que bajo apariencias de piedad, encubre intereses
materiales, dinero y poder.
Los motivos de este juicio popular sobre OD están fundados
en algo objetivo y que a nosotros nos parece lo más grave: su absoluta
desvinculación del mundo de los Pobres, a pesar de algunos alardes periféricos,
p.e la muy blandida obra de Tajamar, y su esmerado cultivo de la alta burguesía
con estrategia de conquista de puestos de influencia. Muy sospechoso resulta el
intento de imponer, desde arriba, el Reino de Dios, por lo cual toda posterior
estructuración pietista suena a simple mecanismo de defensa: racionalización. Y
ello explica un hecho aparentemente irreconciliable: que mientras en lo
económico y político practican un modernismo neo-capitalista y promueven un
desarrollismo tecnocrático, desde el punto de vista religioso mantienen el
“statu quo”, impidiendo que la fe sea elemento revolucionario del orden
establecido. Para lo cual se relega a lo recóndito del “alma”, en un intimismo
y privatismo que necesariamente ha de agradar a una clientela que busca el
confort religioso y los convencionalismos morales.
Superfluo resultará convencer al lector de que el OD no es
popular ni ha arraigado en el pueblo, debido a su elitismo básico. Ejerce, eso
sí, una cierta fascinación debido a la aureola de misterio de que le ha rodeado
la imaginación popular, y a la convicción de que quien entra en su santuario
“va para arriba”.
Existen lugares donde su influencia se deja sentir por el
número de clérigos afectados. Tal sería el caso de Vigo, cuyo antiguo obispo
Fray José López Ortiz, se consideraba poco menos co-fundador y favoreció la
pertenencia de su clero e incluso la prominencia de sus cargos. También Segovia
conoce un mayor influjo por la presencia de Molinoviejo de una especie de
cuartel general. La diócesis de Guadalajara y de Ciudad Real parecen estar
bastante tocadas por los hijos de Escrivá. La táctica de prestar atención al
clero aislado, ofreciéndoles auxilios espirituales y cierto pasto cultural,
revista Palabra.
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