LA FAZ DE ESPAÑA
En efecto todo son "contraintes", nos tratan como a ganado. Así nos consideran. No se habla del sistema inmunitario, de llevar una vida sana, higiénica, alimentación variada preferentemente dieta mediterránea, ejercicio físico regular,
atención a las vitaminas, nuestro sol que proporciona la síntesis de la D, naranjas y limones para la C, los paseos por el campo o bosque, abrazarse a los árboles que comunican vida y fuerza, arraigados como están al suelo lo que les facilita crecer....y sobre todo: desenchufar la tele hasta nueva orden. Factor de ansiedad, histeria y pánico. Como los buenos depredadores hay que paralizar al enemigo para que incapaz de reaccionar, se entregue.La primera guerra mundial duró 4 años, la segunda 6, la civil, casi 3 más la miseria que siguió. Echen cuentas de lo que nos queda como poco por delante. Porque esto es una guerra sin duda contra la población. 4 psicópatas millonarios se están forrando mientras la inmensa mayoría nos empobrecemos por la quiebra de pequeñas y medianas empresas debido a los lockdowns. Quieren esclavos, eliminar gente primero y los que queden esclavos de los ricos. ¿Con qué derecho? con el que les damos.
Es necesario prescindir de ellos y resistir, solidaridad real, vecinal, familiar, reanudar lazos reales para sostenernos mutuamente los pequeños frente a los tiburones que han hecho de la enfermedad un negocio. Y si no existe la enfermedad, la creamos con vistas a forrarnos no solo por los medicamentos, también sometiendo a los pueblos a deudas impagables a base de distribuir dinero a lo loco para gastos innecesarios. Si no los frenamos, lo conseguirán.
"En el momento en que convences a alguien de que está en peligro de muerte, haces con él lo que quieres"
De todo eso se trata en el nuevo documental titulado "Hold up" de Pierre Barnérias.
Hold up=atraco.
https://tprod.fr/project/hold-up/
Las teles desenchufadas y España cambiaría. No cuesta sudor ninguno prescindir, al alcance de todos los pobres.
Por presentar el contexto en el que se hallaba España mientras Dios iluminaba al founder sobre las diversas denominaciones, modos de vida y apostolados de sus seguidores. La miseria y el estraperlo, mercado negro, eran el pan nuestro de cada día para la inmensa mayoría. Evidente que Dios iluminaba en el bando de los vencedores, de los demás se olvidó. Descripción de un pueblo andaluz en 1949 hecha por G. Brenan , un inglés enamorado de España o más bien de Andalucía:
En la fonda de Lucena la cena no se servía hasta las 10 y media. Paseamos por el pueblo atribulados ante tanta pobreza y miseria. Nos horrorizó especialmente el estado de las mujeres. Cabía verlas en todas las calles laterales con harapos que jamás habían sido pensados para prendas femeninas, sacos de patatas, trozos de mantas del Ejército, restos de raídas chaquetas, con piernas y caras negras por la suciedad, porque eran seres que ya no se molestaban en lavarse. Las criaturas que llevaban en brazos estaban encogidas y chupadas, y ni las jóvenes casaderas se arreglaban mejor, iban por la calle con los mismos harapos sujetos por imperdibles que las casadas. ¿Se trataba de españolas? Nos preguntábamos. ¿Eran miembros de aquella raza orgullosa y recatada para la que, hacía solo 12 años, resultaba una iniquidad que una mujer anduviera sin medias? No: eran parias, aunque representaban a las familias de los jornaleros del campo. Eran un clase que según se me dijo después, jamás entraba a la iglesia, gentes que no se casaban ni bautizaban a sus hijos porque no podían pagar al cura o no podían cubrirse con decoro. Y, sin embargo, había en la ciudad un monasterio de franciscanos….
Habla un americano afincado en Málaga casado con española, que se puso del lado de Franco al estallar la guerra:
“Apenas llevábamos 5 minutos cuando la indignación del sr. Washbrook hizo explosión. Mi amigo dijo que era increíble cómo se robaba en todas partes. La gente empezaba con un puñado de dólares y en un par de años era rica. Bastaba para ello ser amigo del gobierno y no tener vergüenza. La situación de la clase obrera era intolerable. Los salarios apenas eran suficiente para mantenerse en pie y cuando se perdía la colocación, llegaba el hambre. Era incomprensible la estupidez del gobierno al permitir un estado de cosas así. Pero si se iba a ello, el gobierno y el ayuntamiento apenas existían. Esto no era una dictadura sino un régimen de anarquía en el que cada cual solo pensaba en cómo llenarse los bolsillos. Se hacía lo que venía en gana y nadie podía interponerse. Ni siquiera Franco. Si lo hiciera, lo fusilarían. ¡Miren como están las cosas aquí! Muchos se han quedado sin trabajo, porque los propietarios han decidido dedicar a la caña de azúcar que exige muy poca mano de obra los terrenos en los que antes se cultivaba grano. Aunque el grano escaseaba, el gobierno no hacía nada para parar este proceso.
La sra. Washbrook intervino: Que den al pueblo pan y aceite suficientes y no se oirá una palabra de queja. Pero no tienen pan ni aceite y naturalmente, todos son comunistas. Si yo fuera una mujer del pueblo también lo sería.”
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