Masonería en la Iglesia

Me ha parecido un vídeo interesante por ser un tipo de persona que no se prodiga en el blog: un insider vaticano. Amante de la antigua liturgia preconciliar pero sin fanatismos lefebvrianos. A medio camino, diría. La primera hora la dedica al monseñor italiano que según él protestantizó la liturgia católica, con afán de hacer algo muy inclusivo de otras ramas del cristianismo e incluso de otras religiones.

Hacia el minuto 50:00 trata de un cura canadiense del que no había oído hablar al que Pablo VI encargó una investigación sobre masones dentro de las estructuras vaticanas. Tardó 3 años arriesgando su vida pues recibió amenazas por su investigación. Y lo que ocurrió cuando fue recibido por Pablo VI y le presentó los dos tomos con la info recopilada. Año 1978. A partir de ahí explica la elección de Juan Pablo I, qué tipo de persona era, poco apropiado para los tiburones con los que se topó bajo la cúpula de san Pedro. Entre ellos Baggio, qué casualidad, dice que era uno de los masones, que el cura canadiense le dijo al Papa que era urgente sacarlo de la Congregación de obispos que presidía por los nombramientos poco recomendables que ponía por obra.

Desde principios de los 70 ya se sabía que el banco Vaticano guardaba dinero de la mafia. 

Este monseñor tiene otra hipótesis a las que han salido por aquí sobre la muerte sorpresiva del Papa de la sonrisa. 

Y finalmente el pontificado de Juan Pablo II al que él considera santo a pesar de reconocer que teniendo la info sobre la mesa a propósito de masones y malas pécoras en sus propios funcionarios no quiso mojarse y hacer cambios. Se dedicó a viajar dejando el campo libre a los malandrines curas,

Lo traigo a colación por lo que cuenta de Baggio, un cardenal favorecedor de la escrivanía, por decir todo, él fue quien leyó la Bula Ut sit en marzo de 1983 en la Basílica de San Eugenio, confiada a los prelaturos. La bula hoy disputada con las reformas de Francisco, la bula que comenzaba con una jaculatoria del joven founder. cuando según nos contaban, "tenía barruntos de que Dios le pedía más y no sabía qué". Rezaba: Señora, qué sea, en latín, ut sit, que sea eso que tú quieres, y no alcanzo a ver,

Me merezco un 10 en mitos y leyendas, no en vano fui predicadora fervorosa, qué peligro, con lo poco que me querían....😅

Este Charles Murr me ha recordado nuestra diaria misa en latín, cuando solo estábamos las numes. Con nuestros misales personales para seguir las lecturas en español y el resto de la misa ¡qué concentración! A principios de los 90 nos permitieron a las numerarias salir a leer en misa la epístola en latín, estábamos las especialistas de letras y las que con buen criterio ni muertas salian a leer en latín. Esa fue toda la innovación litúrgica que nos llegó 30 años después de lo que este monseñor considera la protestantización del catolicismo.

Esa y que dejamos de llevar velo en el oratorio, no recuerdo bien cuando ¡velo en misa! como en los años 40.

También por esa época cambiamos el misal hecho con licencia de monseñor Larrea, obispo opus de Guayaquil, y nos pasamos al misal en  2 tomazos de EUNSA, mucho más prolijo en santos. Se me quedó en la memoria el día que compramos y llegaron al centro los libracos...

Y por terminar con las asociaciones de ideas, no sé si en todos los centros, pero existía el vídeo en  vhs de la ceremonia de la proclamación de la Bula Ut Sit. Un planazo ver dicho video en alguna tertulia de curso anual... no en vano la obtención de la prela en noviembre de 1982 fue la coronación de un largo caminar de oraciones y sacrificios,

Pero que fuera un masón quien los enchufara si es verdad lo que dice este clérigo me desilusiona,