Menos lobos
No entiendo que se pretenda defender el asunto de la pederastia con una guerra de cifras. Me parece sórdido, y más tratándose de personas religiosas que viven de enseñar a los demás el camino, que son pastores pretendidamente. No hay perdón para la política del secretismo y el silencio impuesto, eso es lo que deberían de reconocer, la política que han seguido en todos estos asuntos. Es curioso de todas formas que el asunto no saliera de manera masiva a los medios como ahora en el pontificado de Juan Pablo II. Fue uno de las grandes cuestiones de las que el papa anterior, ya canonizado en vida por el opus, consiguió desentenderse. Se hizo el sordo como en otros temas que también se denunciaron ante su persona.
Me da mucha lástima pensar que también en el catolicismo se cumple aquello de que donde hay poder no hace falta la moral. Evidentemente es un caso más de abuso de poder, que lleva en este caso aparejado el abuso de la fe y de las convicciones religiosas, lo que lo hace especialmente repugnante.
Si a estas conductas que no hay por donde cogerlas les salen abogados defensores, obsérvese la dificultad de que se nos haga caso con respecto a los abusos opusianos. Porque ellos sí tienen las "manijas" para callar bocas, y porque el abuso sobre la libertad y la personalidad no se ve tanto como el abuso sexual. Es más difícil de explicar. Pero a pesar de todo, seguiremos en la brecha. Que las autoridades eclesiásticas se ocupen de su "imagen", los demás nos ocuparemos de alertar y ayudar en lo posible a los que verdaderamente "hacen" la iglesia, la gente de a pie que cree: las verdaderas y potenciales víctimas del fraude opus.
Ni Benedicto XVI ni Juan Pablo II tienen la culpa de nada de lo malo que pasa en la iglesia: ni de los abusos a niños, ni del opus. Pero ambos dos cuando alguien molestaba políticamente, bien que han tardado medio minuto en condenarlo, llamar hereje y poner en marcha la burocracia en contra de esas personas. Véase H. Küng o véase la teología de la liberación.
Así que "menos lobos Caperu", que cuando quieren se quitan de en medio los problemas de un plumazo. Pero claro, los curas abusadores siguen siendo curas, hacen falta dada la escasez de vocaciones, no trae cuentas echarlos, castigarlos, llamarlos al orden en serio, o incluso someterlos a "programas de reinserción". Todo ello un cante para la imagen. Lo fácil es cambiar a la gente de sitio, llevarla a otra parroquia donde los feligreses no saben el pasado y a empezar de cero. Lo dicho: la política se lleva fatal con la moral: ¿serán irreconciliables?
Comentarios
Nos quitamos la razón a nosotros mismos cuando no hacemos lo que está en nuestra mano, dar la cara en este caso.
Ana ¿se puede saber que ha pasado en tu clase o que ha pasado en el Insti de Sierra Magina?
Supongo que es fruto de tu esfuerzo. A ver si cuentas lo que puedas y si necesitas algo, dilo, pq ya sabes que haremos todo lo que podamos.
Un abrazo, isabel
¡NO al tráfico de influencias!
Alumnos, pero bien que podéis escribir aquí o en otro sitio y expresar v/opinión. A los jefes de las dictaduras, siempre se le ha plantado cara como mejor se ha podido y por eso, el mundo entero no es una dictadura.
¿Quién os da historia?