EL QUESO Y EL ANTIQUESO
No me enviéis links a entrevistas al jefe, es una pérdida de tiempo. Acumulación de lugares comunes. No aporta nada de nada. Ni entre líneas ni literal. Hay mucho que leer útil, beneficioso, que aporta y merece la pena desentrañar. Estos ya sabemos de qué van y el discurso es siempre el mismo: lo necesario para quedar bien, con palabras, puntos y comas pesados y medidos por un equipo de expertos. Sale una cosa a medio camino entre la banalidad y la nada moteado con anécdotillas que cuando teníamos 15 años y en petit comité servían. Hoy ya no.
Estaba con el nacionalismo español, que hoy desagua en la selección española de fútbol. Pero en los tiempos del génesis de la cosa, era monopolizado por el ala derecha de la política junto con los eclesiásticos de más renombre.
El cardenal Gomá defendía en la revista "Acción española" la desobediencia y la rebelión en los tiempos de la segunda república. ¿No han sido los opusinos los que se han quedado con el archivo de este cardenal y han sacado una publicación en varios tomos? En "Acción española" colaboraban Areilza, Calvo Sotelo, José Ibáñez Martín, Victor Pradera, Sainz Rodríguez, Eugenio Montes, Antonio Vallejo Nájera. Algunos de ellos les he dedicado más de una entrada.
Un fraile capuchino de la época dictaminaba en la misma revista que "no se puede decir que el pueblo español haya aceptado la república a no ser que se entienda por español el conglomerado de socialistas, radicales, comunistas y anarquistas que nos ha gobernado durante dos años mortales."
El tema de las dos España venía de lejos. Desde Menéndez Pelayo y su historia de los heterodoxos. Pero el cardenal Plá y Deniel acabó de completar el cuadro cuando en septiembre de 1936 escribió una pastoral a la que tituló "Las dos ciudades". Una España laica ya no es España. Espaldarazo definitivo al alzamiento. La guerra no era por cuestiones dinásticas ni de gobierno sino contra el comunismo por salvar la religión.
Reaparecía la España y la antiEspaña. Desconocía que ya Unamuno había dicho en su momento que eso era tan absurdo como partir un queso en dos y hablar del queso y el antiqueso. Así de estúpido es hablar de antiEspaña. Pero da la casualidad de que yo nací mucho más tarde que todas estas aventuras y desde bien pequeña escuché de mis mayores no precisamente lo del "antiqueso", sino lo otro. Era uno de los principios de la educación nacional recibida. Sin embargo hace muy poco tiempo me he enterado de que en Pamplona precisamente en 1931 la República fue muy bien acogida. Y también muy recientemente he sabido que si a los exiliados españoles como la Zambrano o Juan Ramón o Machado o tantos otros les llegan a decir que eran antiespañoles no hubieran dado crédito a lo que escuchaban.
Le echan la culpa a los reyes católicos y el final de la reconquista y sus decretos de expulsión de todos los que no fueran cristianos viejos. La Inquisición fue el instrumento de unificación religiosa y nacional. Así lo decía otro viejo conocido del blog, aquel que predicaba "la inferioridad mental de marxistas y mujeres" en "La Locura y la guerra. Psicopatología de la guerra española" ( vaya, si ayer me salía un imitador de Fichte, hoy uno de Jaspers):
"Corre sangre de inquisidores por nuestras venas, y en nuestros genes paterno y materno están incrustados cromosomas inquisitoriales. Quien quiera hacerlo puede tacharnos de retrógrado y oscurantista, sin que el dictado contenga nuestro impulso propugnador del resurgimiento del Tribunal de la Santa Inquisición. Una Inquisición modernizada, con otras orientaciones, fines, medios y organización: pero Inquisición rígida y austera, sabia y prudente, obstáculo al envenenamiento literario de las masas, a la difusión de las ideas antipatrióticas, a la ruina definitiva del espíritu de la Hispanidad. Solicitamos algo más elevado y por encima de las pasiones y conveniencias: un tribunal definidor del pensamiento sano y del metafísico, que prevenga en lugar de remediar."
Con el tiempo todo el mundo quitó su Indice, Pablo VI el de la Iglesia, Fraga Iribarne con la ley de Prensa aflojó la censura. ¿Quién sacaba el suyo para presumir de Indice?
Juan Beneyto, catedrático, añoraba el glorioso pasado del imperio español: "¿Fue acaso, cosa diversa aquel glorioso Estado de la Inquisición española, ese Estado que era un auténtico Iglesia-Estado?"
En diciembre de 1931 el cardenal Vidal i Barraquer escribía una carta en la que animaba a no confundir la iglesia con ningún partido, ni utilizar el nombre de la religión para patrocinar los partidos políticos, ni subordinar los intereses católicos al propio triunfo del partido respectivo. Barraquer estaba obsesionado por mantener la libertad y la independencia de la iglesia. Frente a Gomá, el de la cruzada. Barraquer se mantuvo al lado del nuncio, mal visto por los integristas. Aquellos integristas de ayer consideraban blanda la postura de la Santa Sede. Y desde ese primer año de la República Vidal i Barraquer, supongo que no sería el único SABÍA que había movimientos del ejército en consonancia con poblaciones muy religiosas (Navarra y provincias vascongadas). Se lo comunicaba al cardenal Pacelli, futuro Pío XII: "Se dice que por el norte de España donde la gente conserva más viva la fe y es muy amante de sus tradiciones, los vecinos se están armando y se les unen jefes y oficiales del Ejército, disgustados por las reformas del señor ministro de la guerra..." Advertía de que un alzamiento prematuro repercutiría en que el populacho excitado asesinaría a sacerdotes y religiosos, pegaría fuego a las iglesias y a los conventos...Convenía que la situación, se refiere a la república, cayera por sus desaciertos, no por dificultades que pongan los eclesiásticos a quienes ni en apariencia ha de poder acusarse de procurar o favorecer la revolución contra el poder constituido.
Curiosamente entre los militares rebeldes los había masones y amigos de la separación de la iglesia y el estado. Por ejemplo Mola, el que se sublevó en Pamplona. Pero no vivió para contarlo. Sí se le puso la correspondiente plaza como mártir de la cruzada. Aunque ¿quién acabó con Mola? es como para preguntárselo la buena suerte que tuvo el libertador de todos nosotros porque los dos cabecillas Sanjurjo, Mola posibles competidores murieron en sendos accidentes de aviación.
Luego vino el manual de nacionalcatolicismo. Ignoraba que la expresión nacionalcatolicismo es de Aranguren. Para que las palabras no se queden vacías cuando hablamos: ¿Qué es nacionalcatolicismo? el régimen que hubo en España con el que Franco agradecía a los obispos los servicios prestados.
También pongo aquí el catálogo de medidas legislativas de aquellos años empezando en 1936.
-Por Orden de 4 de septiembre de 1936 se establecía la necesaria separación de sexos en las escuelas primarias, prohibición que alcanzaría a los institutos de grado superior.
-En 1937 se decidía que: en todas las escuelas figure una imagen de la Stma. Virgen, preferentemente en la españolísima advocación de la Inmaculada Concepción..., durante el mes de mayo, siguiendo la inmemorial costumbre española, los maestros harán con sus alumnos el ejercicio del mes de María, ante dicha imagen, todos los días a la entrada y salida de la escuela saludarán los niños "Ave María Purísima"...todos los días los niños rezarán por el final de la guerra.
-En otro decreto se establecía que la santa Sede designara un delegado para proveer los servicios delegados castrenses, organizar interinamente la asistencia espiritual católica a las distintas unidades de guerra.
-Otro decreto establecía la festividad del Corpus, puesto que dicha fiesta está vinculada a páginas gloriosas de nuestra historia y con marcada influencia en la literatura del siglo de Oro.
-Otro recordaba recordaba la universal significación histórica del apóstol Santiago, se restablecía la Ofrenda al Apóstol Santiago según la real cédula de 1643.
-En 1938 se proclamó el Fuero del trabajo, y en el número 6 se decía que la religión católica era la del estado español.
Otro día sigo con la reforma del bachillerato.
Cualquier parecido de alguna de esas medidas con la realidad contermporánea de España es pura y fatal coincidencia.
Estaba con el nacionalismo español, que hoy desagua en la selección española de fútbol. Pero en los tiempos del génesis de la cosa, era monopolizado por el ala derecha de la política junto con los eclesiásticos de más renombre.
 |
| Una imagen de Unamuno para un problema de España |
Un fraile capuchino de la época dictaminaba en la misma revista que "no se puede decir que el pueblo español haya aceptado la república a no ser que se entienda por español el conglomerado de socialistas, radicales, comunistas y anarquistas que nos ha gobernado durante dos años mortales."
El tema de las dos España venía de lejos. Desde Menéndez Pelayo y su historia de los heterodoxos. Pero el cardenal Plá y Deniel acabó de completar el cuadro cuando en septiembre de 1936 escribió una pastoral a la que tituló "Las dos ciudades". Una España laica ya no es España. Espaldarazo definitivo al alzamiento. La guerra no era por cuestiones dinásticas ni de gobierno sino contra el comunismo por salvar la religión.
Reaparecía la España y la antiEspaña. Desconocía que ya Unamuno había dicho en su momento que eso era tan absurdo como partir un queso en dos y hablar del queso y el antiqueso. Así de estúpido es hablar de antiEspaña. Pero da la casualidad de que yo nací mucho más tarde que todas estas aventuras y desde bien pequeña escuché de mis mayores no precisamente lo del "antiqueso", sino lo otro. Era uno de los principios de la educación nacional recibida. Sin embargo hace muy poco tiempo me he enterado de que en Pamplona precisamente en 1931 la República fue muy bien acogida. Y también muy recientemente he sabido que si a los exiliados españoles como la Zambrano o Juan Ramón o Machado o tantos otros les llegan a decir que eran antiespañoles no hubieran dado crédito a lo que escuchaban.
Le echan la culpa a los reyes católicos y el final de la reconquista y sus decretos de expulsión de todos los que no fueran cristianos viejos. La Inquisición fue el instrumento de unificación religiosa y nacional. Así lo decía otro viejo conocido del blog, aquel que predicaba "la inferioridad mental de marxistas y mujeres" en "La Locura y la guerra. Psicopatología de la guerra española" ( vaya, si ayer me salía un imitador de Fichte, hoy uno de Jaspers):
"Corre sangre de inquisidores por nuestras venas, y en nuestros genes paterno y materno están incrustados cromosomas inquisitoriales. Quien quiera hacerlo puede tacharnos de retrógrado y oscurantista, sin que el dictado contenga nuestro impulso propugnador del resurgimiento del Tribunal de la Santa Inquisición. Una Inquisición modernizada, con otras orientaciones, fines, medios y organización: pero Inquisición rígida y austera, sabia y prudente, obstáculo al envenenamiento literario de las masas, a la difusión de las ideas antipatrióticas, a la ruina definitiva del espíritu de la Hispanidad. Solicitamos algo más elevado y por encima de las pasiones y conveniencias: un tribunal definidor del pensamiento sano y del metafísico, que prevenga en lugar de remediar."
Con el tiempo todo el mundo quitó su Indice, Pablo VI el de la Iglesia, Fraga Iribarne con la ley de Prensa aflojó la censura. ¿Quién sacaba el suyo para presumir de Indice?
Juan Beneyto, catedrático, añoraba el glorioso pasado del imperio español: "¿Fue acaso, cosa diversa aquel glorioso Estado de la Inquisición española, ese Estado que era un auténtico Iglesia-Estado?"
En diciembre de 1931 el cardenal Vidal i Barraquer escribía una carta en la que animaba a no confundir la iglesia con ningún partido, ni utilizar el nombre de la religión para patrocinar los partidos políticos, ni subordinar los intereses católicos al propio triunfo del partido respectivo. Barraquer estaba obsesionado por mantener la libertad y la independencia de la iglesia. Frente a Gomá, el de la cruzada. Barraquer se mantuvo al lado del nuncio, mal visto por los integristas. Aquellos integristas de ayer consideraban blanda la postura de la Santa Sede. Y desde ese primer año de la República Vidal i Barraquer, supongo que no sería el único SABÍA que había movimientos del ejército en consonancia con poblaciones muy religiosas (Navarra y provincias vascongadas). Se lo comunicaba al cardenal Pacelli, futuro Pío XII: "Se dice que por el norte de España donde la gente conserva más viva la fe y es muy amante de sus tradiciones, los vecinos se están armando y se les unen jefes y oficiales del Ejército, disgustados por las reformas del señor ministro de la guerra..." Advertía de que un alzamiento prematuro repercutiría en que el populacho excitado asesinaría a sacerdotes y religiosos, pegaría fuego a las iglesias y a los conventos...Convenía que la situación, se refiere a la república, cayera por sus desaciertos, no por dificultades que pongan los eclesiásticos a quienes ni en apariencia ha de poder acusarse de procurar o favorecer la revolución contra el poder constituido.
Curiosamente entre los militares rebeldes los había masones y amigos de la separación de la iglesia y el estado. Por ejemplo Mola, el que se sublevó en Pamplona. Pero no vivió para contarlo. Sí se le puso la correspondiente plaza como mártir de la cruzada. Aunque ¿quién acabó con Mola? es como para preguntárselo la buena suerte que tuvo el libertador de todos nosotros porque los dos cabecillas Sanjurjo, Mola posibles competidores murieron en sendos accidentes de aviación.
Luego vino el manual de nacionalcatolicismo. Ignoraba que la expresión nacionalcatolicismo es de Aranguren. Para que las palabras no se queden vacías cuando hablamos: ¿Qué es nacionalcatolicismo? el régimen que hubo en España con el que Franco agradecía a los obispos los servicios prestados.
También pongo aquí el catálogo de medidas legislativas de aquellos años empezando en 1936.
-Por Orden de 4 de septiembre de 1936 se establecía la necesaria separación de sexos en las escuelas primarias, prohibición que alcanzaría a los institutos de grado superior.
-En 1937 se decidía que: en todas las escuelas figure una imagen de la Stma. Virgen, preferentemente en la españolísima advocación de la Inmaculada Concepción..., durante el mes de mayo, siguiendo la inmemorial costumbre española, los maestros harán con sus alumnos el ejercicio del mes de María, ante dicha imagen, todos los días a la entrada y salida de la escuela saludarán los niños "Ave María Purísima"...todos los días los niños rezarán por el final de la guerra.
-En otro decreto se establecía que la santa Sede designara un delegado para proveer los servicios delegados castrenses, organizar interinamente la asistencia espiritual católica a las distintas unidades de guerra.
-Otro decreto establecía la festividad del Corpus, puesto que dicha fiesta está vinculada a páginas gloriosas de nuestra historia y con marcada influencia en la literatura del siglo de Oro.
-Otro recordaba recordaba la universal significación histórica del apóstol Santiago, se restablecía la Ofrenda al Apóstol Santiago según la real cédula de 1643.
-En 1938 se proclamó el Fuero del trabajo, y en el número 6 se decía que la religión católica era la del estado español.
Otro día sigo con la reforma del bachillerato.
Cualquier parecido de alguna de esas medidas con la realidad contermporánea de España es pura y fatal coincidencia.
Comentarios